María Ángeles Luna es la candidata del PSOE cordobés al Senado. Procede del Servicio Andaluz de Salud (SAS), donde empezó como pinche de cocina en Pozoblanco, para luego promocionar a técnico de Función Administrativa y acabar liberándose por UGT. En el sindicato estuvo en el ejercicio de la abogacía casi 14 años, hasta que finalmente en 2003 se fue al Ayuntamiento de Córdoba, donde al principio estuvo en la oposición, con Antonio Hurtado de portavoz, y en 2007 se volvió a presentar para ya hacer gestión del gobierno local. Concretamente, llevó Comercio y Mercados y presidió Aucorsa y Mercacórdoba.
Luna tiene 61 años, aunque no los aparenta para nada, y pese a que nació en Huerta de Santa Isabel, en realidad se ha criado en el Sector Sur, en los bloques del Caracol de la Avenida de Cádiz. "Allí he pasado mi juventud, allí tengo mis amigos", señala. La entrevista se realizó en el Mercadillo de las Setas y la candidata estuvo hablando un buen rato con sus conocidos de entonces, cuando estaban en la misma cuadrilla.
Estudió en el IES Luis de Góngora, hizo la carrera en la UCO, en la Facultad de Derecho. Señala que se ha formado y ha desarrollado su carrera profesional siempre en Córdoba. Tiene dos hijos, una que es médico pediatra y el otro es ingeniero informático. Y ahora se lanza de nuevo a repetir como senadora socialista, con más ganas que antes si cabe.
¿Por qué se metió en política?
Son cuestiones circunstanciales y nunca sabes cuándo vas a dar el salto. Yo vengo de un sindicato donde, fundamentalmente, se defiende a los trabajadores y mi pasión por la defensa del interés general me lleva a que dé el salto en 2003 a la política. Me lo plantea Pepe Mellado para acompañarle en la lista junto con Antonio Hurtado. En ese periodo sacamos cuatro concejales y estuvimos en la oposición a Rosa Aguilar, en la que Antonio se convirtió en la vara de castigo de IU. Mellado se presentó en 2003 de cabeza de lista, seguido Claudia Zafra y yo como número tres, con Antonio de cuatro. Mellado dimitió. Entró Carmen García Palomo, quien también se fue, y finalmente llegó Juan González Maestre 'Juanito', para conformar el grupo de oposición entonces a Rosa Aguilar.
Usted ha tocado unos cuantos palos ya en política.
Cuando estuve en la oposición llevaba de todo y unas veces hablaba de comercio, otras de urbanismo, otras de transporte. Antonio, Juanito y yo nos movíamos por la ciudad y estábamos todo el día en la calle, porque es imprescindible hacerlo para luego tratar de conformar una mayoría de cara al futuro. Cuando entramos en el cogobierno con Rosa Aguilar, que fue en el mandato 2007-2011, es cuando se me asigna Comercio y Transporte. Llevé los mercadillos, los caracoles, los coches de caballo, Aucorsa...
Todos esos colectivos me enseñaron mucho, porque son humildes, gente que se ganan la vida trabajando mucho, como los caracoles, a los que dimos una visión mucho más de futuro, con un concurso y se arreglaron los puestos, hasta el punto de que instalaron lavavajillas industriales. Constituyeron una asociación y desde entonces trabajan con otra perspectiva. Los coches de caballos, lo mismo. Fue cuando se homologó toda la ropa, llevaban sombrillas de playa y les pusimos unas lonetas con la Capitalidad Cultural, que fue aquel año que luchamos tanto todos por conseguirla y se frustró. Eso fue un aliciente que nos movió a todas las delegaciones muchísimo. Se me ponen aun los pelos de punta porque fue un proyecto bastante ilusionante y se quedó en lo que se quedó.
¿Cree que hubo política de por medio para la elección aquel 2016 de la Capitalidad Cultural?
No lo sé. Creo que todas las ciudades españolas se merecen ser Capitalidad Cultural, pero Córdoba, más. Teníamos carencias, como era el Palacio de Congresos y otras carencias de infraestructuras en Córdoba. Creo que eso llevó un poco a que se decantaran por otras ciudades que tenían más infraestructura en esos momentos que nosotros.
¿Esa fue la clave?
Es posible que eso explicara lo que pasó. Pero, en fin, estuvimos ahí trabajando para modernizar todo lo que pudimos los mercados. Estaba entonces Uvaco. Se constituyó otra asociación y estuvimos trabajando con ambas. Fue un periodo apasionante, ilusionantes y de aprendizaje a marchas forzadas.
¿Personalmente cree que Córdoba debería volver a intentar la Capitalidad?
Siempre. Siempre que sea poner Córdoba en el foco internacional, creo que se tendría que intentar todo lo que sea posible. Si ahora se dan las circunstancias y se dan las oportunidades creo eso no se debería de desaprovechar por parte del Ayuntamiento. A la Capitalidad Cultural son las ciudades las que optan voluntariamente. Si no se han movido en ese sentido desde el Ayuntamiento es porque no tendrán perspectivas de poner a Córdoba en el foco internacional.
Política nacional.
¿Qué quieres que te cuente?
¿El salto desde la política local a la nacional provoca vértigo?
Sí. Da vértigo. Es mucha responsabilidad. Me fui al Senado a elaborar leyes, como poder legislativo que es. La verdad es que por mi formación jurídica me cuesta menos trabajo que a otros compañeros, por lo que he podido comprobar, pero allí se trata de que el Grupo Parlamentario Socialista funciona y es un equipo con una dirección que nos han distribuido en función de nuestras cualidades o de nuestro origen. Yo he sido la presidenta de la Comisión de Derechos de la Familia, la Infancia y la Adolescencia. No es una comisión legislativa, pero tiene importancia. Se ha llevado la Ley de Protección a la Infancia y dese esa Comisión todos los portavoces, que fundamentalmente hemos sido mujeres, hemos visto que era una Ley muy importante de cara a la protección de menores. Hemos estado trabajando todas desde la unidad, creo que ha sido una comisión donde hemos conveniado muchas ideas e iniciativas y no ha habido problema alguno.
No he sido portavoz de ninguna comisión, pero sí he llevado áreas tan importantes como la reforma de las pensiones o una que, aunque se haya quedado un poco solapada por tantas leyes que se han hecho, tiene para mí un incalculable valor: La de Protección a los Informantes.
¿De qué va?
Cuando una persona informa de los delitos que se están cometiendo en la administración, fue el caso de la Gürtel, donde había una administrativa que se llama Ana Garrido, e informó de lo que estaba pasando y se vio acorralada e, incluso, amenaza hasta el punto de que tuvo que irse del país, porque peligraba su vida. Ya ha vuelto. Y para proteger a esas personas que informan sobre hechos delictivos dentro de las administraciones en las empresas, se crea una ley, se transpone una directiva europea, que se llama de la protección al Informante.
¿De qué manera los protege?
Desde el anonimato, que es fundamental, con normas y sobre todo hay un ente, que aún no se ha constituido en España, porque la Ley salió a principios de enero pasado, y fue salir la norma y empezar a poner en marcha las elecciones, y ese órgano, que es una agencia de protección, no sé si se ha llegado a constituir en todas las provincias ni si se ha constituido a nivel nacional.
¿Tiene que hacerse en todas las provincias?
Bueno, es de carácter nacional y luego tiene ramificaciones hacia las provincias. Es una Ley bastante importante.
Mucha gente piensa que el Senado es un órgano estatal desfasado e inútil.
Para nada. Es útil.
¿Por qué?
Por lo pronto, es una Cámara de segunda lectura. Eso significa que a las leyes, cuando pasan por el Senado, se les da una segunda vuelta y se introducen algunas modificaciones que son necesarias y que no se han visto en el Congreso. Y se vuelve a conveniar antes de remitirlo de nuevo al Congreso para su aprobación definitiva. Pero los senadores le dan una segunda visión a esa Ley. Además, es un órgano de control del Gobierno, aparte de ser una Cámara de representación territorial, que es fundamental.
¿Controla al Gobierno también?
Sí. Allí se han producido debates entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Y nos hemos divertido (se ríe). Han sido debates que la verdad es que están ahí y cualquiera puede acceder a ellas en el Diario de Sesiones. También en la web del Senado hay videos.
¿Dice usted que es divertido?
Bueno, es serio. Pero hay momentos en los que te puedes divertir como ocurre con la vida misma. En otros momentos, cuando estás tratando leyes importantes, es muy serio. Por ejemplo, en la Ley del 'Sí es Sí', cometimos ese error, que no fue premeditado y puedo decirte que nadie lo apreció, porque eso ha pasado por muchas manos: Los letrados, los asesores, los ponentes... Y eso no se vio. Es un error que se ha subsanado.
Se trata de un error que se está usando como arma política.
Es una Ley que ha acabado siendo demonizada por la derecha. Igual que todas las leyes que son progresistas. La Ley de la Vivienda, el Derecho a la Protección a la Vivienda, que es una Ley que lo que garantiza y socializa es la vivienda, la derecha la llama la 'Ley de los ocupas'. Así la llaman ellos. Para que veas cómo criminalizan las leyes, la Ley de la Garantía de la Libertad Sexual de las mujeres la denominan la Ley del 'Sí es Sí'.
¿Por qué se permite en este país usar ese tipo de lenguaje en la práctica política?
Porque están demonizando la figura del presidente. Cuando hablan de 'Sanchismo' le demonizan como persona. Lo hicieron con Felipe González, lo hicieron con Zapatero y ahora con Sánchez. ¿Por qué? Porque a los poderes fácticos con acumulación de poder en sus manos, a las grandes empresas, a los fondos de inversión, se les está encorsetando en cierto modo para que, en primer lugar, paguen los impuestos que tienen que pagar. Es importantísima la redistribución de la riqueza y la progresividad de los impuestos y ellos no quieren cumplir con eso. Que todo sala del lomo de los trabajadores y que todo lo paguemos los trabajadores eso no vale. Para nosotros, los progresistas, tiene que aportar más al sistema el que más tiene y es así porque esa fortuna no la ha hecho de la nada. Usa las infraestructuras que hemos pagado todos, las carreteras, la sanidad pública, todo lo usan y eso que les aporta beneficios tiene que repercutir también en la sociedad.
Es de perogrullo, pero hay que decirlo, porque si no se dice parece que lo que no se dice no existe, pero eso es así y es real. Cuando se le pone temporalmente un impuesto a las grandes fortunas y a las grandes empresas para que contribuyan más en tiempos de pandemia es porque tienen que hacer un esfuerzo con la sociedad y deben solidarizarse con los que menos tienen. Cuando se rescató a la banca en 2008 se sacaron 67.000 millones de euros de los bolsillos de todos los españoles y ahora hay que rescatar a las personas.
Bueno, hay que seguir rescatando a la gente, porque queda mucho por hacer.
Sí, es verdad. Hemos puesto un ascensor social bastante importante. Ingreso Mínimo Vital, Salario Mínimo Interprofesional, Reforma Laboral, Pensiones... Todo eso es un ascensor social. Eso tiene que servir para que las personas vulnerables, las clases medias trabajadoras no se queden donde están, sino que vayamos progresando. Los progresistas buscamos cuanto más mejor para todos. De abajo hacia arriba.
¿Es temporal ese impuesto a las grandes fortunas?
Ahora mismo, sí. Está hasta diciembre. Durante este ejercicio presupuestario. Luego se supone que se anulará.
¿Estaña usted ilusionada con seguir en el Senado?
Sé que vamos a ganar. Y como sé que eso va a ser así y soy muy competitiva, estoy muy ilusionada (se ríe).
¿Es cierto eso?
Soy muy competitiva y salgo a ganar siempre. Cuando salgo a algo es para ganar. Siempre. Luego también me pasa que cuando pierdo me vengo un poco abajo. Luego remonto de nuevo. Soy muy positiva. Soy como la montaña rusa. Quien me conoce sabe que soy una persona alegre y, por tanto, la vida la veo desde el punto de vista del optimismo. Aunque a veces hay que ser realista, y ya con los años te vas haciendo cada vez más realista, creo que en estos momentos o se opta por avanzar o se opta por retroceder al año 1939. No voy a decir ningún año anterior, al 39. Tenemos que pensarnos muy mucho lo que vamos a hacer el 23 de julio. Pero muy mucho.
¿Cómo está viendo la campaña?
Hemos salido de una campaña e las municipales, y en algunos sitios de España de las autonómicas, y al día siguiente, como quien dice, no nos ha dado tiempo de recuperarnos de los resultados y se convocaron las alecciones generales. Lo veo que ha sido muy continua, que seguimos trabajando y que no ha parado el ritmo. He salido de la Feria con las municipales y me he metido en la vorágine de las generales. Es una campaña distinta por el mes en el que estamos, en julio, muy mediática y vimos el debate y que se va a dilucidar en los medios. Pero a mí me gusta ver y tocar a la gente. Por eso me he venido al mercadillo de Las Setas, para que ellos, los vendedores y los comerciantes, que son de proximidad, sepan que me presento a las elecciones como senadora.
Me refería más bien a la forma de hacer campaña de unos y de otros.
¿Cuántas veces hemos escuchado hablar de pactos con Bildu? Es mentira eso, porque no hemos pactado con Bildu en el Gobierno. No están en el Gobierno. El presidente dijo que iba a conseguir los votos para aprobar las leyes progresistas debajo de las piedras, como hace cualquier dirigente que sea responsable. Y en eso no se puede negar que las mejores leyes, 214 y tres presupuestos en este mandato, han salido adelante. Es que 214 leyes progresista son muchas leyes. Hablamos de una actividad legislativa muy, muy, pero que muy prolífica. No podemos decir que la actividad ha sido estar cruzados de brazos, en un periodo muy difícil, con muchas dificultades: Pandemia, volcán, sequía, crisis económica provocada por la guerra en Ucrania, que está a las puertas de Europa...
Son momentos muy difíciles, donde la economía se ha ido recuperando a marchas forzadas. Mucho han tenido que ver los trabajadores con eso. Han puesto también de su parte. Pero mucho han tenido que ver los 140.000 millones de euros de los Fondos de Recuperación y Resiliencia que han venido de la UE. Pedro Sánchez se fue a por ellos y detrás fue Pablo Casado a decir que no nos lo dieran y después fue Feijóo a decir que tampoco nos lo dieran. Sinceramente, es que no entiendo cómo se pueden poner la banderita de patriota; quien hace eso tiene que ser patriota para todo, porque todos esos miles de millones de euros van a salvar muchas casas, muchas familias, van a servir para que muchos pensionistas revaloricen sus pensiones, a que tengamos servicios públicos que garanticen la igualdad e oportunidades, una sanidad, una educación y una dependencia potentes. Ése es nuestro ascensor social. Si eso la ciudadanía no lo ve, ya no sé cómo explicarlo mejor.
Educación y sanidad pública son claves en el progresismo, pero son, a la vez, competencia de las comunidades autónomas, no del Gobierno.
Sin embargo, hemos apostado desde el Gobierno por implementar para infraestructuras en la atención primaria más de 700 millones de euros para que vengan a las comunidades. En Andalucía son 32 millones de euros para implementar la competencia que es propia de la comunidad.
¿Pero y si la comunidad autónoma no quiere eso?
Siempre digo que la sanidad pública no puede ser un negocio. Es un derecho y como tal debemos seguir reivindicándolo. Si no quieren, tendrán que querer, porque se lo vamos a decir el día 23 los españoles. Si no se lo decimos los españoles van a continuar por esa senda, que es silente, donde están privatizando cada vez más servicios. A mí me sorprende que haya hospitales privados en Córdoba que pasas por la puerta y los ves llenos, que no digo que no pueda ser así, porque también tienen que comer, pero no se puede derivar lo público hacia lo privado. Creo que tiene que haber economía privada, por supuestos compatibilizarla con la pública, peo que se pague. Y la educación, tres cuartos de lo mismo. Hemos dado una Ley que es bastante avanzada y, sin embargo, se han ido al Tribunal Supremo y al Constitucional para echarla para abajo y, por cierto, nos han dado la razón. En ésa, en la del aborto, y será porque la tenemos.
En su campaña han pasado de hablar sobre lo que han hecho hasta ahora a cargar las tintas en lo que queda por hacer.
Es que queda mucho por hacer. Tenemos ahora un proyecto en Córdoba que es muy ilusionante. Que es la Base Logística del Ejército de Tierra, donde se han puesto tofos los cimientos desde Córdoba, que, además lo puso una alcaldesa socialista, Isabel Ambrosio, para que esa Base viniera a Córdoba, y con la complicidad de otra cordobesa, Carmen Calvo, la Base vino a Córdoba. Ahí han jugado las mujeres y lo han hecho apostando fuerte por su tierra. Tengo que defenderlas por su apuesta por la economía cordobesa. Es que como a las mujeres siempre nos sitúan en el plano de lo social, en este caso que nos ubiquen también en el plano e la economía. tengamos en cuenta que las mujeres en los hogares economizamos bastante bien y esto no deja de ser como una casa, donde lo que entra se gasta y lo que no entra se apaña uno con lo que tiene (se ríe).
No es lo único. Se ha llevado a cabo el trasvase de La Colada a Sierra Boyera.
Algo que también se ha usado como arma política.
Ese tema es bastante recurrente, pero en el que el Gobierno de la nación, como obra de emergencia, ha invertido 5 millones de euros. Lo que le pedimos al presidente de la Junta, el señor Moreno Bonilla, que se moje y se pringue también en esa infraestructura y que su parte la ponga. En materia de sanidad pública, estamos apostando porque después de una pandemia se ha incrementado mucho el problema de los suicidios infantiles y juveniles. ¡Mucho! ¡Demasiado! Se suicidan demasiadas personas jóvenes. No tengo el dato exacto, pero hay muchas personas que están siendo atendidas por un teléfono puesto en marcha por el Ministerio de Sanidad, que es el 024, donde se han atendido en un año 120.000 consultas, y se han atendido directamente 8.500 casos de suicidio en riesgo. Es algo exagerado, pero son cifras reales.
El plan que hay de futuro para implementar la política en salud mental y que está en nuestro programa es que se contraten en la Atención Primaria a más psicólogos y a más psiquiatras. Es una figura que tiene que estar, incluso en los colegios, donde se tienen que detectar esas patologías de raíz, porque cuando el problema ya está encima es inevitable. es un problema serio por el que estamos apostando fuertemente desde el Gobierno de Pedro Sánchez.
Se están incluyendo también otras especialidades que antes no había, ¿verdad?
Una cartera de servicios de Odontología, que es muy importante y si no se incluyó antes es por una mera cuestión de economía. Es necesario que haya una cartera de servicios más potentes y eso se va a hacer con el Partido Socialista. Hicimos algo que lo sabe quien está pagando y es que 421 medicamentos que estaban de copago dejaran de serlo. Es importante, porque hay muchas familias que, por una nutrición especial que tienen que tener algunos enfermos que no pueden masticar, pagaran por esa medicación, aunque fuera un 10%, porque son caras. En materia de leucemia, lo mismo, y con la ELA, también. Son medicaciones que ya han pasado a la cartera de servicios tras eliminarles el copago. Creo que son cuestiones importantes que hay que poner en valor.
Antes ha hablado de la Base Logística militar, pero se trata de una cuestión que también tiene su parte civil.
Fue Pepe Mellado quien la dibujó en el PGOU cordobés y luego la fue desarrollando mi compañera Isabel Ambrosio, porque la logística fue apartada en su momento.
Me da que eso no lo han sabido vender bien ustedes.
En eso estoy de acuerdo. Creo que cuando uno no se cree las cosas o que éstas se dilatan mucho en el tiempo cuesta trabajar vender lo que yo llamo actos de fe. Hasta que no lo ves bien no eres capa de venderlo. Ahora sí creo que estamos en disposición y nada más que con la Base se van a crear 1.600 puestos de trabajo directos. Luego hay que multiplicar eso por cuatro o por cinco para los indirectos. Son muchos puestos de trabajo y mucha economía, y no sólo para la capital, sino para los pueblos del área metropolitana.
¿Cómo vio el debate entre Sánchez y Feijóo?
Bueno, un poco bronco. Y sobre todo, no me gusta que se falseen los datos por parte de nadie. No me gusta que se falsee por parte de la oposición, porque decir que en la época de Rajoy hubo muchos más contratos laborales que ahora es mentir. Ahora mismo hay 300.000 puestos e trabajo más que hubo en 2018. ¿Que había más garantías para los autónomos que ahora? Tampoco es verdad. Ahora mismo hay una protección al autónomo, con el cese de actividad que no se ha hecho en la época de Rajoy. No me gusta que los líderes políticos mientan o que falseen los datos o que los camuflen. hay que decir la verdad, nos guste o no.
El debate, dese mi punto de vista, no porque sea mi jefe de filas, vi más empático, aunque se vio volcado a desmentir todas las cosas que dijo el líder de la oposición, a Pedro Sánchez. Y no lo considero especialmente empático, pero en esta ocasión si lo vi así. Tras el debate me da que mucha gente ha decidido darle el voto a Pedro Sánchez. Feijóo hablaba para los suyos y no para España. Luego cuando llegó a Génova, a la vista estuvo que fue soterrado por los suyos. Espera no son los suyos; España somos muchos más. Gobernar un país requiere de mucha mano derecha, pero también de mucha mano izquierda.
Hablando de derechas, ¿le da miedo la posible llegada de Vox al Gobierno central?
No, porque ya sabemos quienes son. A mí lo que me da miedo es que el Partido Popular se ultraderechice. Eso sí me da miedo, y es lo que está pasando.Yo sé que Vox es un partido residual de la ultraderecha, y no me atemoriza. Pero sí que el PP, que es un partido de gobierno, se radicalice hacia la derecha y le compré los discursos a Vox.
¿Por qué cree que está haciendo eso?
Hay votos más de extrema dentro del PP que quieren recuperar lo que perdió. En definitiva, los ultraderechistas del PP se fueron a Vox. Incluso Santiago Abascal era del PP. En lo que a mí respecta, son los mismos, pero más ultras. El PP quiere recuperar a esa gente para tener más votos y ganar. Él habla del voto útil. Pero yo apelo a la responsabilidad de los españoles. Porque si un divorcio duro es que a una mujer se la maltrate, quien piensa eso no es mi representante. Yo he pasado por un divorcio y los hay que son muy duros, porque se juegan mucho económica y sentimentalmente y la verdad es que no es plato de buen gusto. Así que un dirigente que pueda decir que un divorcio duro es maltratar a una persona, ya sea verbal o psicológicamente, es no conocer la realidad de muchas mujeres que son víctimas de violencia de género.
Se acabaron las mayorías, ¿no?
Por lo que se ve, sí. Y hay que pactar. Hay que sacar adelante leyes que ponen en el centro el bienestar de las personas. Quien no quiera verlo, es porque no quiere. Hemos tenido que acordar leyes con Esquerra Republicana, con Junts per Cat, con el PNV, con Bildu, con todos los partidos que configuran el elenco nacional político.
¿Y duele?
Pues no. Lo que duele es que no salieran estas leyes. Es lo que de verdad nos debería de doler, que no salga una ley que revalorice las pensiones a nuestros mayores, que durante la anterior crisis fueron quienes sustentaron a muchas familias, que se les suba el 8,5% con el índice de precios al consumo, eso es lo que duele. Que ellos votaron en contra. Que tuve que ir a rogarles, y lo digo así, a rogarles, que por favor retiraran el veto, que yo fui la ponente en la defensa ante los vetos, y me respondieron que eran por problemas técnicos. ¿Pero qué me están diciendo? ¿Qué problemas técnicos hay en una ley? Una ley no tiene problemas técnicos, una ley tiene problemas económicos y de ideología. Y en este caso concreto era de ideología.
Quizá por técnico se referían a cómo se dicen las cosas.
Pues si era eso, bastaba con decirlo y se procuran cambiar. Si tú me dices que aquí falta o sobra una coma, pues voy, lo estudio y se lo pongo o quito. Yo soy una amante de la negociación, porque vengo de un sindicato, UGT, donde se negocia y donde se enseña a mucha gente a negociar, y se tienen que dejar las ventanas abiertas para que el que negocie se crea que ha ganado. En el caso de esta ley, yo le estaba dejando a la persona que llevaba este asunto del PP ventanas abiertas. ¡Y no le dio la gana! Tengo que decirlo: No quiso negociar esa ley. Y no sólo votaron en contra, sino que además la vetaron, que es peor todavía.
Cuando decía que ya no hay mayorías, me refería también a que ustedes tienen que mirar a su izquierda. ¿Se han sentido a gusto e este último mandato?
Conozco a las ministras y los ministros de Unidas Podemos. Tienen diferencias ideológicas con nosotros, porque son otro partido, pero han estado en el Gobierno y se ha producido, a mi entender, una confluencia, salvo en cuestiones puntuales que nos diferencian, y un trabajo en equipo, donde quien ha rentabilizado todos los logros ha sido el Gobierno, no un ministerio u otro. Esa generosidad que ha habido por parte de las ministras de Unidas Podemos hay que ponerlo en valor. Han conformado un gobierno, no dos, y en ese gobierno se ha rentabilidad todo lo que se ha hecho en beneficio de las personas.
Por tanto, no sería extraño que hubiera una continuidad en el Gobierno.
No digo que no, pero nuestra idea es salir a ganar, a tener mayoría suficiente para gobernar solos. ¿Que tenemos que gobernar con otras fuerzas? Siempre va a ser con las de izquierdas, eso lo tenemos claro. Yo, al menos, lo tengo muy claro.
¿Qué espera de Córdoba?
Espero que apueste por los socialistas, porque nos conocen.
¿Y lo están notando?
Sí. Lo vemos en el ambiente. Te recuerdo que en las municipales, con toda la ola que ha habido, tampoco hemos perdido tanto. Nos hemos mantenido. Hemos sacado incluso más votos, cerca de 3.000, que los que obtuvo Isabel Ambrosio cuando fue alcaldesa, con lo cual tan mal no parece que lo hayamos hecho. Creo que Antonio Hurtado se lo ha trabajado; con su banco ha ido a todos los rincones de Córdoba, que ha sido llamativo, y es una persona que, aunque pierda capacidad adquisitiva de venirse de un lado a otro, que ha perdido dinero, se ha venido para poner a Córdoba por encima de sus intereses personales. Y para muestra un botón: Se ha quedado como jefe de la oposición y eso ya lo engrandece.
