El hecho de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, se desplazara hasta Córdoba para comprobar las obras de la Base Logística del Ejército de Tierra (BLET) 'General de Ejército Javier Varela' sólo podía significar que éstas marchan a buen ritmo y que para 2027 estarán terminados, dejando para 2028 sólo los "flecos" pendientes, tal y como se ha informado esta misma mañana desde fuentes de Defensa.
Por los paneles que se han desplegado públicamente, ya se puede decir que el vallado perimetral, evidentemente, no iba a ser como el cierre de cualquier finco. Es una base militar y eso requiere de seguridad. Por eso se ha hablado de un "doble vallado perimetral" con un camino de ronda y zanjas de instalaciones para seguridad y alumbrado, y que a su vez es doble porque será de dos tipos (1 y 2), dependiendo del espacio que recorra y de la zona de la base que esté protegiendo (Tipo 1 para el frontal y entrada de la Base y el 2 para todo el resto del perímetro.
Del mismo modo, en las actuaciones que se están realizando en la actualidad se incluyen la construcción de los viales de circulación (es claramente visible el de acceso y entrada a la Base), el sistema separatismo de alcantarillado de pluviales (aprovechable) y fecales (para depuración), un abastecimiento de agua potable y riego, suministro de energía de media y baja tensión para el alumbrado y las canalizaciones para telecomunicación y seguridad. Es decir la base que irá en el subsuelo antes de empezar a trabaja en la superficie, que son las edificaciones y que arrancarán en apenas 12 meses.
En otro panel se han detallado esos otros edificios. Así, habrá un gran edificio de mando; el Centro de Mantenimiento de Sistemas de Armas Terrestres (Cemsatet), que será igualmente uno de las construcciones mayores de la Base; el edificio tecnológico; un inmenso almacén general y el edificio de servicios.
A eso se unirán otros elementos prácticos del día a día como el ala de alojamientos, un bloque de cocina-comedor, una zona deportiva que incluye piscina, una guardería (que requerirá también de personal) y un museo (lo que podría ser indicativo que la Base no está restringida únicamente al personal militar y empleados civiles, sino también, y aunque sea en parte, al resto de la sociedad).
No en balde, la BLET es un ambicioso proyecto, con una inversión prevista de cerca de 500 millones de euros y que se está diseñando con los más altos estándares tecnológicos. Tal y como señalado este mañana la propia ministra, "es un proyecto de Gobierno y del Gobierno de España, que ha apostado por Córdoba, por Andalucía, y pensando en sus ciudadanos".
El director general de Infraestructuras, el teniente general Luis Cebrián Carbonell, ha valorado la colaboración con las distintas administraciones involucradas en la ejecución que está permitiendo su desarrollo según lo previsto. "Todos los trámites administrativos están cumplidos, y no hemos perdido ni un día", ha asegurado.
Para la redacción del proyecto se está usando una tecnología que posibilita gestionar de manera eficiente su evolución y contar en su fase final con un 'gemelo digital' con el que explotar la base. Asimismo, el seguimiento de las obras se está realizando mediante un vuelo de dron mensual con el que se obtiene una visión integral de las intervenciones.
Desde el inicio, se ha planteado como exigencia que la BLET combine la funcionalidad con la sostenibilidad, lo que supone, por ejemplo, la instalación en todas las cubiertas de sistemas de captación de agua de lluvia que se destinará al riego de las superficies de jardinería, además de paneles solares.
La ministra ha estado acompañada en su visita por el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández (PSOE); el alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP) y el rector de la Universidad de Córdoba, Manuel Torralbo. Todos ellos han asistido a las presentaciones informativas antes de recorrer los distintos tajos que presenta la obra actualmente, es decir el corrimiento de tierras, la red de alcantarillado, las obras de drenaje y el doble vallado.
Impulso económico
Está previsto que la construcción de la Base traiga consigo un extraordinario impulso económico y social para la zona y sea, a su vez, un motor tecnológico y de l+D+i para la comarca andaluza. En ella trabajarán en torno a 600 militares y 1.100 civiles, de los cuales 100 serán funcionarios y otros 1.000, personal laboral.
La Base agrupará, en una sola instalación, las actividades de mantenimiento del material, lo que reducirá tiempos de servicio, movimientos e infraestructuras. Se trata de concentrar las 12 unidades logísticas, ubicadas actualmente en nueve localizaciones diferentes, en dos sedes: Una dedicada al mantenimiento de los helicópteros, en la actual base madrileña de Colmenar Viejo, y la otra, orientada a la logística general, en la capital cordobesa.
