PEDRO GARCÍA. PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA

"Estamos en un punto en que debemos atender a un urbanismo de las tres 'R': Recicla, reúsa y rehabilita"

Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
photo_camera Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

El arquitecto Pedro García del Barrio nació físicamente en Madrid, pero se crió en Cabra, en la Subbética Cordobesa, y, tras una estancia repitiendo en la capital del país para rematar su formación, volvió de nuevo a Córdoba por trabajo y por amor. Su familia son de Madrid y de Valladolid y su nacimiento en la capital del reino la explica por el hecho de que entonces la "referencia para el nacimiento era allí". Pero su crianza es egabrense y allí también realizó estudios en el colegio de Educación Especial Niño Jesús, de la Fundación Termens, y también hizo el instituto.

Sus padres ya eran algo mayores cuando lo tuvieron con 46 años, y si acabaron en aquel rincón del Sur de la provincia fue porque su padre, de profesión ingeniero, prefirió pasa la posguerra en Andalucía. De hecho, trabajó siempre en la Sevillana y Cabra, en ese sentido, era un centro de dirección técnica de todo el sector de la Andalucía Occidental.

Los estudios superiores, de Arquitectura, los llevó a cabo en Sevilla, con la carrera, y en Madrid, donde llevó a cabo los cursos de doctorado la preparación de sus tesis. Tras pasar una temporada allí, regresó a Córdoba donde su primer trabajo fue en la Diputación Provincial, donde se enamoró y se casó con una cordobesa. Desde entonces son ya 38 años los que ha transcurrido, por lo que se considera ya andaluz cien por cien. Conoce bastante bien el urbanismo capitalino cordobés, entre otras cuestiones porque fue gerente de la Gerencia Municipal y todo eso ha terminado derivando en la creación de la Fundación Arquitectura Contemporánea (FAC), de la que es actual presidente.

Pedro García recuerda perfectamente el día en que decidieron crearla, porque los primeros fundadores, gentes de toda Andalucía, entre ellos el primer presidente, el catedrático de Historia de la Arquitectura Víctor Pérez Escolano, a quienes todos ellos admiraban y querían mucho, estaban reunidos en el Parador de Antequera y un camarero les dijo que vieran lo que estaba ocurriendo en la televisión: Justo contemplaron atónitos cómo llegaba el segundo avión que se estrelló en directo contra una de las Torres Gemelas de Nueva York. Pérez Escolano dijo al resto: "Señores, acabamos de ver cómo ha cambiado el mundo". Imposible olvidar la fecha: 11 de septiembre de 2001. Hace de esto 22 años y cinco meses. A día de hoy la Fundación cuenta con 35 o 36 patronos y patronas.

Los próximos días 11, 12 y 13 se celebrará en Córdoba, por segunda vez, el Festival de la Nueva Bauhaus Europea; una oportunidad de oro para que, quien así lo desee, conozca de primera mano las últimas tendencias urbanísticas, además de aportar a ese nuevo model de vida sostenible en todos los sentidos.

Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Aquella atrocidad cambió muchas cosas. Incluso el concepto de urbanismo.

Claro. Igual que la incidencia que está teniendo toda la pandemia de la Covid-19 sobre cómo la gente ha creído que aislándose va a quedarse más a un lado de las enfermedades, y eso está regenerando según qué territorios otro nuevo urbanismo de la 'no ciudad', es decir la de las casas adosadas y de las densidades de cinco viviendas por hectárea.

Con espacio para moverse.

Sí, pero eso es insostenible y, además, esa huida igualmente acabas enfermando, vas a tener el hospital mucho más lejos y para cuando llegues la gravedad de la enfermedad podría ser ya fatal.

¿Cuál es el fin de la Fundación Arquitectura Contemporánea?

Su fin es trasladarle a la sociedad, a la comunidad, que el ejercicio contemporáneo de la arquitectura, en todas sus escalas, desde la ordenación del territorio a la ordenación urbana, pasando por el proyecto urbano, el proyecto de arquitectura objetual o el diseño, es una cuestión al servicio de la sociedad. Dicho de otro modo, se trata de educar clientes.

Mi labor casi siempre ha sido de carácter público, o he estado entro de la administración o mi manera de conseguir encargos ha sido a través de concursos promovidos por la Administración pública. Es más difícil conseguir el trabajo, pero el cliente tiene más claro lo que quiere y también que hay que dejarle al arquitecto trabajar. Lo mismo que quien va al médico no le dice cómo tiene que curarle, la Administración no le dice al arquitecto cómo ha de hacer su trabajo. Pero el cliente privado llega a un estudio con un montón de sueños y de fotos del Hola entre los brazos, con menos dinero del que va a necesitar y con poca confianza en esa arquitectura contemporánea. Hay mucha gente que piensa que después del Barroco no hay nada que tenga interés; es como alguien que va a un concesionario y en lugar de pedir el último modelo de automóvil pide que le vendan una Limusina del año 20.

¿La Administración es más abierta en ese sentido que un particular?

Por supuesto. Te pone unas bases del concurso, pero nadie te dice que le gusta los arcos bilobulados ni nada por el estilo.

Se fía más del criterio del arquitecto.

Claro. Y es así porque ha habido pública concurrencia. Este oficio consigue los encargos concursando en competencia con los otros profesionales. Volviendo al símil médico, es como si los doctores concursaran para ver quién te va a operar mejor.

Pero el que la arquitectura esté al servicio de la sociedad es de Perogrullo, ¿no?

Sí. Para mí, sí. Y me alegro mucho que pienses igual. Pero hay muchas personas que no lo ven así. Ha hecho mucho daño, sobre todo, la última crisis de 2005-2008, porque ha contaminado al ejercicio de la arquitectura, que está al servicio de y además pretende que se entienda que es un ejercicio también artístico, y lo ha metido en el saco de la corrupción, inflación y todo lo que termine en 'on'.

Hablo del disparate de la 'hiperconstucción', de la burbuja y demás, en lo que nunca la arquitectura estuvo al servicio de eso (estuvieron algunos arquitectos y otros estábamos avisando del lío en que se estaba metiendo este país). Todo eso ha hecho que la visión que se tenga de la arquitectura se confunda con la construcción.

Van de la mano.

Mi padre, cuando le dije que quería estudiar Arquitectura lo vio como una frivolidad.

¿Y eso?

Porque él era muy amigo en el Madrid de la República de Víctor D'Ors, que fue uno de los directores de la Escuela de Arquitectura, y me recordaba diciéndome "Pero Pedro, si Víctor me decía a mí que el arquitecto es un personaje dedicado a dar liebre por gato". Eso significaba que me iba a encontrar a mucha gente que lo que le gusta es el gato y que yo lo iba a pasar mal, porque siempre vas a querer dar más de lo que te están pidiendo.

Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Y es cierto, ¿no?

Lo es. Y eso de querer dar más de lo que te piden genera en mucha gente desconfianza, porque como todo está mercantilizado y todo es preguntar el precio de las cosas, cuando tú quieres dar más, que no quiere decir gastar más, o bien no te entienden o bien creen que les quieres sacar más dinero. Y ése es el día a día. Para pelear con eso es por lo que unos cuantos, que llevábamos ya muchos años viviendo ese escenario, planteamos la necesidad de difundir el ejercicio de todas las escalas de la arquitectura.

Si la gente ya desconfía de quien diseña arquitectura con un fin determinado, desde una casa particular a un hospital, con un lugar determinado, un precio determinado y una función determinada, imagínate la desconfianza que hay sobre el que hace planificación urbana territorial.

¿Y ese papel de difusión que buscan en la Fundación cree usted que lo están consiguiendo? ¿Piensan de verdad que están llegando a la gente?

Pues no (se ríe). Pero depende de cómo lo midamos. Te pongo un ejemplo: Cada año tenemos una actividad que es un certamen de cortos al que le hemos llamado 'Entre planos', y lo iniciamos para probar si con el móvil encontrábamos una buena manera de que la gente participara en el desarrollo de planeamiento de forma fácil. La verdad es que la gente comenzó a mandar cortos, desde quien grababa toda una calle para mostrar los obstáculos que se iba encontrando, hasta incluso algunos de Jerez que nos rapearon el problema de la gentrificación, que fue un video genial y terminaban diciendo  que si tu barrio se llena de turistas ten cuidado que te van a subir el precio de la caña.

Pero eso que me está contando es positivo.

A eso me refiero: Ese programa, por ejemplo, llega a 10.000 o 12.000 personas en todo el mundo. Pero, en el otro lado de la balanza, si organizamos una conversación entre un Premio Pritzker y una de nuestras patronas más ilustres nos vienen 25 personas en la sala. Recientemente fui a la Universidad de Granada a contar qué es la Fundación, en una ciudad con 45.000 estudiantes universitarios, y había 40 personas.

Me lo imagino. La pregunta llevaba toda la intención del mundo. ¿Qué puede hacer la Fundación para resolver ese handicap?

Estamos dándole vueltas y no encontramos la solución. Estamos abiertos a sugerencias. Porque soy consciente de que, a veces, comunicar contenidos complejos es muy complicado. Yo me pongo delante de la televisión y o comunicas cosas muy simples y aparentemente muy fáciles o no llegas a la gente.

Es cuestión de traducir las cosas a un lenguaje sencillo o de simplificar lo complicado. Si no fuera así, informar, por ejemplo sobre investigación, sería harto complicado.

Claro. Pues en ésas estamos. A veces pienso que cada día lo hacemos un poco mejor y otras me da la sensación de que estamos estancados.

¿Arquitectura contemporánea es todo lo que se hace ahora o qué? Supongo que en un momento determinado había que empezar a llamar 'contemporáneo' a algo, porque cualquier cosa siempre es contemporánea de alguien.

Nosotros tenemos cuestiones que las vamos contando mientras las estamos haciendo y otras que sólo las damos a conocer cuando las hemos terminado. Estuvimos muy, muy, muy presentes en lo que sacó hace nada el Gobierno central de la Ley de Calidad de la Arquitectura. Y pretende que la arquitectura que se produce desde lo público se preocupe fundamentalmente de la calidad. Es que se había llegado a un punto, que tiene mucho que ver con lo que hemos hablando antes de la corrupción, en que a veces los concursos se resolvían con una mezcla de currículum, precio y propuesta específica. En ocasiones esos curriculum no eran otra cosa que saber el tiempo que llevas haciendo determinada cuestión y no se valoraba si lo habías hecho bien o mal, y uno puede haber hecho 22 hospitales, pero todos mal (se ríe). Y hay gente que como bien una especie de máquina de hacer hospital, puede hacerlo aun preciso muy competitivo.

Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Esa Ley, aprobada el 18 de enero de 2022 en el Parlamento, pretende que se vaya buscando la buena arquitectura. Que la arquitectura que sale de lo público se decida por el valor de la propia arquitectura y elegido, además, por gente que sean capaces de valorarlo. En los últimos tiempos, los jurados para los concursos eran funcionarios sin formación específica en esta materia.

¿Eso va a cambiar?

Se pretende que se valore la arquitectura y por gente capaz de valorarla.

Por tanto, ¿ustedes van a estar en todos esos pliegos?

No, no no. Nosotros hemos estado escribiendo los borradores que luego se han terminado aprobando en el Parlamento. Hemos colaborado en la intención de que ésos sean los criterios que ha adoptado el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana. Como Fundación nos podemos sentir orgullosos de haber colaborado para que esa Ley diga que la arquitectura es un bien al servicio de lo público y también determinar cómo se califica la buena arquitectura: Por su adecuación a la función que se le pide. ¿Quién la valora? Profesionales de primera cualificación para garantizar que la elección corresponde al mejor proyecto.

Claro, eso es desde lo público, pero ¿cómo se traslada eso al ámbito privado?

Yo he estado peleando dentro de ese grupo de redacción para que eso se aplicara también a lo privado. Y me respondían: "El día que hagamos la revolución ya lo haremos" (se ríe).

Bueno, al menos se asientan las bases para lo público.

Yo fui un tiempo durante unos años gerente de Urbanismo en Córdoba y era de los que sacaba los planes parciales a concurso. Te llegaba un inversor diciendo: "Quiero desarrollar este plan parcial", y le contestaba: "Me parece perfecto, pero la redacción la vamos a sacar a concurso público".

Eso no sentaría muy bien que digamos.

No les gustaba. Pero se lo vendía de otra manera, haciéndoles ver que con eso la Gerencia estaba adoptando un compromiso y convirtiendo su proyecto en un proyecto público, lo que significaba que después, en toda la tramitación iban a tener alfombra roja.

¿Cómo está Córdoba a nivel urbanístico?

Estamos mejor que en muchos sitios. El Plan General de 2001 estaba lleno de sentido común y eso ha permitido que cuando la burbuja se pinchó aquí no tuviéramos un panorama trágico. Es decir, que se ha ido generando ciudad al ritmo que la ciudad lo permitía y lo necesitaba. Ahora bien, estamos en un punto en que ahora tenemos que atender a un urbanismo que podríamos llamar, usando el lenguaje de la gente de residuos sólidos urbanos, de las tres 'R' de la sostenibilidad: Que recicla, reúsa y rehabilita.

Las ciudades ya están hechas. Y la arquitectura más sostenible es la que ya está hecha. Por tanto, ahora lo que hay que hacer es mirar dentro de la ciudad, tanto en su Centro histórico como en sus periféricas históricas y barrios en crecimiento actual y decir: "Es lo que tenemos y no invadamos más territorio, porque no nos lo podemos permitir".

Pues de reciclar hay mucho por hacer en el Casco Histórico cordobés.

Mucho. Hay 115.000 metros techo en el Centro Histórico entre solares, ruinas y edificios vacíos. Con eso fíjate en la cantidad de personas nuevas que te entrarían en el Casco.

Por el momento, se están quedando con aquello negocios para alojamientos.

Yo comprendo al que está en el ejercicio del gobierno por las dificultades que eso tiene. En el Casco Histórico de Córdoba, y en el territorio nacional, la mejor manera de fijar población en la España vaciada o en el Casco Histórico de la Córdoba vaciada, es darle a la gente oportunidad de vivir en él. Eso se traduce en hacerles viviendas desde lo público y así combates con los instrumentos o con las leyes del capitalismo el crecimiento sin limite de los alquileres y precios de las viviendas.

Es una cuestión fundamental. Si Vimcorsa hiciera 100 viviendas al año en el Centro histórico no tendría tanto problema la gente que se quiere alquilar una casa en esa parte de la ciudad, porque tiraría de los precios hacia abajo.

Siguiendo en el Casco, ¿la rehabilitación implicaría tener que derribar lo que ya hay por estar literalmente en ruinas?

No. Cuando haces un catálogo de protección, y es que otro de los proyectos que estamos desarrollando con la Fundación lo hemos llamado 'Arca' y lo sostiene el Ministerio de Vivienda y pretende la defensa eficaz de la arquitectura ya existente, incluida, por supuesto, la contemporánea, que es en la que nosotros ponemos el foco, y ésos son los catálogos de protección de los planes generales, y te dicen que a cada edificio a proteger se le pone una ficha desde con una protección integral, pasando por una protección tipológica, una protección estructural, una protección de los elementos de fachada, de los elementos muebles del edificio, hasta una protección documental que existe para el Casco cordobés, y que indica que aunque no valga nada por lo menos se documenta antes de sustituirlo. Entre esos dos niveles se tiene que hacer una rehabilitación de un edificio.

Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Es una cuestión compleja y hay que hacerlo bien. El Casco Histórico está protegido y no hay por qué tirar las cosas.

Algunas están tan ruinosas que no hay más remedio.

¿Dónde está el ADN del Casco? En el parcelario, es decir que el tamaño de las parcelas no cambie, y eso se nota claramente en las fachadas de las casas, que son como personajes de la calle tocándose hombro con hombro. Si tiras cuatro casa y las conviertes en una, cambias radicalmente el aspecto de la calle. En segundo lugar, el patio como elemento estructurante. Con esas dos cosas todo lo demás es cuestión de hacer buena arquitectura.

Una curiosidad que tengo es ¿qué pasa con la cantidad de viviendas que se quedaron colgadas y a medio hacer por la crisis y que están ahí deteriorándose en forma de carcasas vacías?

Eso normalmente ha acabado en el Sareb por ser fracasos empresariales que han pasado primero a manos del banco que les prestó el capital y terminaron en el llamado banco malo. Si yo mandara, empezaría por todos esos suelos y edificios del Sareb para convertirlos objeto de un plan de vivienda público.

Los hay de todo tipo, desde solo la estructura eterna al mero suelo. Con todo eso haría un plan nacional de vivienda. Son muchos metros y muchos de ellos ya los tienes empezados y con el paso de la planificación ya elaborado. Las estructuras iniciadas son perfectamente aprovechables y se pueden rematar las viviendas siguiendo el proyecto que ya tenían. El promotor sería lo público.

Eso tiene que costar un dinero interesante, porque si no ya se hubiera hecho.

Bien, vale. Pero estamos gastando dinero en otras cosas y esto es un mal nacional. Hay que resolverle a la gente dónde vivir. Estamos haciendo fracasar a toda una generación que no puede irse de casa de sus padres. Es un drama y un fracaso como sociedad. Por tanto, el Estado o resuelve ese tipo de cuestiones o no sé para qué lo queremos.

Si le digo la verdad, la entrevista es por el Festival de Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad (Facts), que es el segundo que se va a celebrar en Córdoba. ¿Qué tiene esta ciudad para que se atractiva para este tipo de festivales? 

La Nueva Bauhaus Europea tiene una cuestión muy interesante. Con la Bauhaus histórica, la de los años 30', sólo coincide en el nombre. Aquello fue un ejercicio de abajo a arriba y corrió a cargo de un grupo elitista de arquitectos artistas que dijeron que no les gustaba la arquitectura que se establece haciendo. Aquello duro lo suficiente como para que iluminara y abierta paso a los nuevos tiempos; vivimos de eso, de L'Esprit Nouveau de la Bauhaus histórica, pero llegaron los nazis y lo declararon arte corrupto. Como huyeron todos de Alemania, eso ayudó a difundir ese espíritu de modernidad por todo el mundo.

Esta nueva Bauhaus tiene una ventaja instrumental importante y es que ha surgido desde arriba: Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, lo ha puesto sobre la mesa. La UE tiene que trabajar para que Europa sea más sostenible, trabajando por y para la comunidad, entendiendo que los primeros de esa comunidad son los que menos tienen, y para la belleza, entendida de una manera contemporánea, que no es sólo la que te arrebata y te lleva Síndrome de Stendhal, sino que además es algo funcional, al servicio de la sociedad y demandado por la sociedad.

¿Una estética útil?

Algo así. Nosotros cuando tuvimos esa primera noticia, a la que muy poca gente le prestó atención, decidimos apuntarnos. Somos socios de la Nueva Bauhaus Europea desde el día siguiente.

Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

¿Cuándo fue eso?

Llevamos ya tres o cuatro años en marcha blanca, es decir trabajando por debajo del radar, formando parte del grupo motor. Y eso significa todos los viernes en videoconferencia desde las 09.00 hasta las 13.00 horas. Con un orden del día, con objetivos, con un grupo de trabajo. Así estábamos en torno a 20 antenas de toda Europa. Una de ellas era nuestra Fundación en Córdoba. Después hemos ido aflorando y avanzando. ¿Por qué es muy interesante y por qué hemos convertido el objetivo NEB (New European Bauhaus) en algo transversal con nuestros proyectos? Porque estamos convencidos de que el proyecto europeo que a partir de ahora sea NEB va a tener alfombra roja. De hecho, ya están saliendo en según qué convocatorias para fondos europeos (Next Generation y otros) donde se pide la caracterización como proyecto NEB.

No tienen por qué ser proyectos del tarea de la arquitectura y el urbanismo. Son proyectos de cualquier ámbito de la economía.

¿Por ejemplo?

Alguien que en un pueblo que se está vaciando de la provincia tiene un emprendimiento empresarial que consiste en que con sus olivos moltura y genera aceite que quiere vender por todas partes. Eso tan común puede derivar en un proyecto NEB. ¿Por qué? Desde el ámbito de la belleza está generando un paisaje que puede ser patrimonial y consolida la sostenibilidad económica de un paisaje; fija población y es sostenibilidad social; trabaja para la comunidad y genera una comunidad de clientes para una marca que termina siendo una de índole cultural porque vende aceite en Helsinki. Además, le analizan la matriz de sostenibilidad energética y se la pueden mejorar con otro tipo de energía.

Nosotros, una de las primeras cuestiones que hicimos es elaborar 10 mandamientos que si los cumples te conviertes en proyecto NEB. Y lo estamos tratando de difundir a las empresas en general. Por eso, estamos en convenio con el Imdeec, porque han visto que, en efecto, ser ciudad o proyecto NEB es positivo.

Otra iniciativa que tuvimos fue entrar en una red de ciudades piloto objetivo carbono cero ('CrAFt cities'), de las que sólo hay cuatro en España (Córdoba, Valencia, Zaragoza y Lérida) y hay 60 en toda Europa. En esa red estamos elaborando proyectos integrales, que se traduce en políticas integrales para que la ciudad sea neutral desde el punto de vista de la huella ecológica.

Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

¿Les pasan luego esos proyectos al Ayuntamiento? ¿Se aplican?

Claro. Es una iniciativa de la Fundación, pero que para estar en esa red el Ayuntamiento ha tenido que  concedernos una carta de compromiso con esas políticas.

¿Desde cuando están con esos proyectos?

Desde hace un par de años ya.

¿Se están rematando ya?

Es que eso se empieza, pero no se termina. Ir adaptando todas las políticas y las líneas de inversión de una ciudad al objetivo genérico de carbono cero no es sólo una intervención de carácter político y público, sino que hay que ir comprometiendo a las empresas, sindicatos y a todo el mundo.

¿Y se está llevando a cabo?

Se está haciendo. Se están consiguiendo los compromisos para que esas políticas se implementen.

Es decir, que todavía no. Perdone que sea tan quisquilloso, pero es que me gusta dejar las cosas claras.

No. Nosotros somos el Pepito Grillo de esa iniciativa. No somos la Administración, sino gente que da la lata para que las cosas se hagan según se dice que se deberían de hacer. Nosotros tenemos toda la voluntad del mundo.

¿Y la otra parte?

Sí la hay.

Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Pero si todo es susceptible de convertirse en proyecto NEB, ¿qué le queda a la arquitectura?

Es que la arquitectura es el espacio donde se hacen las cosas. No se va a derivar todo hacia otras cuestiones. Por una tendencia natural se empezará por la arquitectura. Eso en primer lugar. Si hiciéramos un porcentaje sobre cuántos de los proyectos NEB son de arquitectura y urbanismo, éstos serían la inmensa mayoría. Son proyectos que tienen que ver, por ejemplo, con adecuar edificios a la reducción de la huella de carbono, construir espacios públicos sostenibles y demás.

Pero como el mundo es mucho más grande que la pura arquitectura y urbanismo tenemos que tener la  obligación de abrir para que la gente se dé cuenta que la belleza, la sostenibilidad y el trabajo con la comunidad forma parte de todo.

¿Todo eso cambiará la fisonomía de las ciudades, no? Se supone que empezaremos a ver edificios con más vegetación en fachada y demás.

Claro. Fíjate que un proyecto que tenemos y estamos desando encontrar un partner (socio) para desarrollar se refiere a 'Los Patios que Vuelan'. Así lo hemos llamado.

¿Eso qué es?

Es algo que se entiende muy bien en Córdoba. ¿Qué descubre la gente con la Pandemia? Que todos esos barrios que fueron periferia histórica, como Ciudad Jardín o Fuensanta, y que están hechos a base de bloques en hache, tenían unas terrazas arriba y que, hasta que no se compraron las secadoras, sólo se usaban para tender. Pero ahí tenemos unas azoteas fantásticas para subir a fumar, pasear al perro, darme mi caminata... En definitiva, un protoparque de cercanías. Pues qué bonito sería que la antropología del Patio, que es la base de la catalogación como Patrimonio Inmaterial, donde se hacia vida de verdad y que apenas existe en la actualidad, volviera y ésa sería la oportunidad que regresara esa comunidad de patio en las azoteas de las periferias.

Si colocas paneles solares, puede ser, además, una pérgola que te da sombra, puedes poner un huerto urbano de 50 metros cuadrados, que te permite tener producción de cercanía (lechugas, tomates, plantas de hierbabuena...) y que devolvería esa relación de jerarquía entre abuelos y nietos. Los que saben cómo cuidar un huerto tendrían ese hálito de utilidad sobre las generaciones más jóvenes, que los verían como un maestro de vida de nuevo. Eso es generar comunidad.

Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

¿Qué tipo de socio están buscando para eso?

El Ayuntamiento de Córdoba. Se lo hemos planteado ya y se lo están pensando. Todas esas azoteas las tenemos mapeadas. El objetivo del Plan 2001, que pusimos en su día en marcha desde la Gerencia, eran 14 metros cuadrados de zona verde por habitante. Es un objetivo aún no alcanzado, pero si hiciéramos esto, se alcanzaría de inmediato.

¿Qué otros proyectos tienen en plan curiosos y llamativos para Córdoba?

No hacemos proyectos para Córdoba, sino para todo el mundo. Tenemos actividad en todo el mundo. El programa que tenemos denominado 'Made in Spain' para mostrar la arquitectura española al resto del mundo, ya lo hemos mostrado un par de veces: En Estados Unidos, en Chile, en Brasil, en Mozambique, Ciudad del Cabo, Pekín, Tokio, Berlín... Siempre en colaboración con el Instituto Cervantes y con nuestras embajadas. Y dentro de la arquitectura española, evidentemente la de Córdoba.

Tenemos otro proyecto, que es la c.guide, que es una guía de arquitectura contemporánea donde nos hemos dado el gustazo de que junto a ciudades, como Nueva York, Los Ángeles, São Paulo, Londres, París o Berlín, esta Córdoba. Es una guía que invita al viajero a conocer la arquitectura más contemporánea, que, al igual que la Guía Michelin tiene estrellas, la nuestra tiene valoración de los edificios en tres 'C', dos 'C' o una 'C'. Las tres 'C' indica que ese edificio es imprescindible visitarlo para alguien interesado en la arquitectura contemporánea. La tenemos en formato aplicación para descargarlo. Es muy fácil usarla y se utiliza incluso para ligar, porque tiene un chat.

¿Hay edificios cordobeses?

Claro. Recientemente he estado en mi centro de salud, que es el de Lucano, y ése tiene tres 'C'. En los edificios ponemos una plaqueta con un código QR y en ese centro de salud hemos comprobado que los que van a asistencia médica suelen meterse a ver qué es eso.

Vamos a centrarnos un poco en el Facts. ¿Con qué se van a encontrar quienes lo visiten y de qué modo tentaría a alguien para que se pasara por allí?

Allí se van a dar a conocer proyectos que están transformando ciudades y cómo se pretende que le cambie la vida a la gente, o sea, que nos tenemos que enfrentar a una situación de emergencia climática y que o reaccionamos o nos vamos a achicharrar.

Hay algo que quizá pueda servir a la gente para tirarle un poco de amor propio: El subtitulo que le hemos puesto al Facts es 'Back to basics: Water, peace, calm' (regreso a lo básico: Agua, sombra, sosiego). Pues bien, solemos pensar que todo lo que viene del Norte de la UE tiene, de entrada, más valor añadido que lo que hasta la fecha podamos decir desde el Sur, por ser tradicionalmente beneficiarios sin aportar. Sin embargo, ahora, desde el punto de vista de los criterios de ideas para combatir la emergencia climática desde el Sur tenemos mucho que decir.

En los grupos motores de trabajo sobre el NEB, que nos vemos por videoconferencia, los colegas del Norte ya les hemos hecho saber que en muy poquito tiempo la experiencia que en el Sur llevamos acumulada de sequía les va a servir a ellos. Van a estar pidiendo agua y sombra como el que pide una aspirina.

¿De verdad piensa que en el Sur tenemos claro eso?

No todo el mundo. De ahí que le hayamos puesto el subtítulo al Festival: Agua, sombra, sosiego, que es una definición de la ciudad mediterránea. Una definición de la Córdoba soñada, de la Córdoba inventada. Lo digo porque luego Córdoba a veces no quiere ser Córdoba. Hablo de esa ciudad compacta en la forma y compleja en los usos. Fíjate que nuestra paisana la alcaldesa de París, Ana Hidalgo, ha puesto ahora en los titulares 'La ciudad de los 15 minutos', que la teníamos nosotros definida el año 2010 en el Plan de Equipamientos culturales de Córdoba capital, en el escenario de la Capitalidad Cultural 2016. Teníamos organizada una especie de acupuntura urbana con un centro de actividad social a menos de 15 minutos de cualquier habitante. Es un ejercicio de centrifugación de la centralidad y generar museología, sanidad y ocio en los barrios.

Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Pedro García del Barrio posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

¿De eso se va a hablar también en Facts?

Claro. Se va a hablar de todo esto en distintos coloquios.

De forma práctica y con mentalidad de aplicación, ¿no?

Sí, y con mentalidad de que sea fácilmente digerible. Por eso hemos adaptado para este caso el formato de coloquio y que no sea un señor mayor muy pagado de sí mismo soltándote un sermón de una hora. Va a tener, además, elementos musicales y de ocio. Tratamos de hacer ver que esto es algo necesario y que sentirse protagonista en tu ciudad es más importante que el mero hecho de quejarse por todo sin hacer nada. Hay que actuar.

¿El primer festival qué tal fue?

Bien. Quedamos contentos de los contenidos, de la participación y de la difusión. Hemos aprendido que no nos podemos obsesionar con la presencia de poca gente en sala, porque luego hemos comprobado que vía streaming había 4.500, que no está nada mal. Además, como lo grabamos todo y lo convertimos por edición en piezas pequeñas todo eso crece luego de una manera exponencial. Pro sigo teniendo la sensación de que lo podríamos hacer mucho mejor.

¿Y qué debería ocurrir para que este segundo Festival lo consideren ustedes un éxito?

Debería salir de aquí una colección de planes y proyectos específicos con partners públicos y privados que dijeran adelante con esto.

Más en Gente