JUAN MANUEL TOLEDO. BOMBERO SOLIDARIO

"Siempre que nadas en aguas abiertas la cabeza vuela y tienes esa cosita dentro de a ver qué puede pasar"

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
photo_camera Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Juan Manuel Toledo es bombero del Consorcio Provincial, dependiente de la Diputación. Entró a trabajar antes de que hubiera siquiera Consorcio y desde muy temprano sacó a relucir su espíritu solidario como sindicalista sacando adelante no sólo su trabajo, sino también la lucha por mejorar las condiciones de vida de sus compañeros. Se las ha visto y se las ha deseado para conseguirlo y se ha colocado al frente de numerosas movilizaciones que fueron, todo hay que decirlo, la envidia de muchos trabajadores de la institución provincial porque veían que con un par se conseguían objetivos y mejoras.

Su labor solidaria va mucho más allá de los sindicatos. También forma parte de Rumbo Solidario, una asociación donde hay otros bomberos que organizan eventos en favor de causas necesitadas, entre ellas la Fundación Vicente Ferrer, con la que tiene una estrecha relación, o los niños y niñas saharauis y su imperiosa necesidad de cuestiones básicas como alimentos e higiene. Entre esas actividades están el cruce del Estrecho de Gibraltar y un buen número más de travesías en aguas abiertas, concierto o eventos deportivos.

Últimamente, en el Consorcio han vuelto a darse problemas par la falta de personal. En esta ocasión en forma e plantón para hacer horas extras. Aunque se cobran religiosamente, la forma en que se realizan ha provocado tensiones entre compañeros que han acabado incluso en el Juzgado. Y de ahí, al menos se ha conseguido una sentencia judicial en el que se le apunta a la Administración para que organice esas horas extras de otra manera. Que en los últimos cinco años no se haya creado ni un puesto de trabajo tiene mucha culpa de ello, con una plantilla escasa y envejecida (con una media de edad de 50 años, con una jubilación a los 59). "Con 55 años podemos pasar a segunda actividad, pero no estamos en condiciones de poder hacerlo".

Ahora son las elecciones sindicales en el Consorcio y está surgiendo una fuerza novedosa: El Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB), donde Juanma Toledo se ha incluido en las listas, pero no ya como número uno. "Tengo mucha confianza en Paco Sánchez, que es un rostro nuevo y a mí me quedan algo más de cuatro años para la jubilación", señala. Por el momento, parece que el sindicato está teniendo aceptación. Ya se verá el próximo martes quñe ocurre en las urnas.

Cordobés de pura cepa, Juanma Toledo nació en 1968, en la zona de la antigua Teniente Coronel Noreña, en Ciudad Jardín, y cuado hicieron la barriada de Parque Figueroa la familia se fue a vivir allí. Actualmente, ha vuelto a su barrio de origen, porque tengo a su madre ya bastante mayor y está cerca de ella.

Estudió en el CEIP Mediterráneo y allí se sacó el graduado escolar. Luego realizó una Formación Profesional de electricidad y posteriormente se pasó a auxiliar de clínica. "Luego oposité muy jovencito a bombero, en 1988 o 1989", porque la FP de electrónica no le sirvió para trabajar por entonces o por lo menos no le gustó. Fueron sus padres quienes le metieron en eso, "en una edad en la que andas un poco perdido. Me preguntaban los compañeros tú que vas a hacer y mi madre dijo que como mi abuelo trabajaba en Sevillana ¡hala! Pero a mí no me gustó nada", recuerda.

Lo de auxiliar de clínica sí le acabó sirviendo, porque los primeros auxilios le gustaron mucho y en los primeros exámenes de bombero había un montón de preguntas al respecto. "Eran temas relacionados con el fuego y había muchas preguntas de primeros auxilios, y como, aparte de auxiliar de clínica, había hecho socorrista acuático al final me sirvieron para aprobar mi examen y ya entré este mundillo de bomberos hasta ahora".

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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¿Por qué le llamó el tema de los bomberos?

Fue muy curioso. Estando en el barrio de pequeño hubo un incendio y yo me fijé en unas personas que para mí eran muy mayores y cuando todos corrían para un lado huyendo de las llamas, estos señores con un pañuelo blanco entraban de forma valiente en el sitio. Me llamó mucho la atención. Desde mi niñez los veía altos y valientes. Y eso se me quedó grabado y esa profesión me llamó siempre la atención.

¿Usted aprobó las pruebas a la primera?

De primeras, me presenté en el Ayuntamiento de Córdoba. Eran otros tiempos, había muy poquitas plazas. Yo aprobaba mi físico y mi teórico, pero no tenía nota suficiente como para entrar, pero no me desanimaba. Volvía a concursar. Hasta que una vez, en 1990, conseguí entrar en el Ayuntamiento. Eran 26 plazas de interino más 10 que había vacantes. Me llamaron para esas vacantes. Y resulta que estando en el curso de 100 horas ya tres meses allí, se cae un tablón y le da a un bombero y nos echan a la calle. Me desanime por completo. En paralelo meses más tarde salieron por aquellos tiempos las oposiciones de Diputación. Me presenté, entré a trabajar, me quedé y fui creciendo con la Diputación y luego con el Consorcio.

¿Por tanto usted nunca ha sido bombero fuera de Córdoba?

Nunca. Tuve suerte, porque eran otros tiempos, no había la información que teníamos ahora. Estamos hablando del año 91 o 92. Pero si digo que eran otros tiempos es porque por entonces la gente no se movía mucho. No es como ahora que los compañeros que están opositando incluso los animo a que si quieren ser bomberos tienen que salir fuera de la provincia y conocer otros equipos y consorcios y saber cómo funcionan y cómo trabajan. Es la mejor manera para que uno se enriquezca y aprenda de verdad.

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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¿En qué parque comarcal trabaja usted ahora?

En 1993 empezamos con la Diputación y entré en el Parque de Palma del Río hasta 1999. Ese año salen por fin, después de una sentencia y una demanda contra la Diputación, las plazas ya como funcionarios. Saqué la mía y me fui al Parque de Baena. Estuve allí hasta 2006 y en ese año nos llamó mucho la atención a unos pocos, seis o siete bomberos, el Parque de Lucena-Cabra, porque era un parque principal, más grande, con mucha actividad. Como había vacantes, concursamos y acabamos allí, hasta la actualidad.

¿Y cómo está ese parque, el de la Subbética?

El parque está muy bien. Estoy muy orgulloso de él, porque, al contrario que algunos compañeros míos, ellos no pueden decir lo mismo. Son parques que algunos están ya próximos a los 35 o 38 años; son antiguos. Sin embargo, el de Lucena ha experimentado muchas reformas. Todas las que se han solicitado, se han hecho. Han instalado puertas nuevas, porque las que teníamos estaban anticuadas. Las de ahora son automáticas y las podemos controlar desde los mismos vehículos.

De todos modos, hay que decir que el ejemplo de Lucena no es la realidad del Consorcio. Hay parques que no están tan bien.

Eso se comentaba. Y no es que no estén tan bien, sino que hay unos cuantos que están mal.

Esto es un despropósito. Con el último parque que hicieron, el de La Carlota, desconozco el motivo de que se haya silenciado su situación.

¿Por qué dice eso?

Basta con mirar un poco dónde está ubicado. En plena sartén de Andalucía. Con veranos duros y con inviernos también duros. Y ese parque jamás ha tenido la temperatura óptima, porque los aparatos de aire acondicionado son un desastre, no enfrían ni calientan y hay goteras, desde el minuto uno. ¡Que era nuevo! Nunca ha funcionado bien. Hay una serie de carencias y defectos, y, ¡claro!, todos nos preguntamos quién fue el lumbreras que lo hizo. Nos dijeron que fue un arquitecto premiado. Parece como el Guggenheim, pero aquí en la Vega.

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Por lo que comenta, el resto de parques necesita de reformas cuanto antes.

Sí. En la actualidad el Parque de Montoro, que cubre una parte importante en el Parque Natural de Cardeña-Montoro y la zona de influencia de la autovía hasta Villa del Río y El Carpio, lo han tenido que reformar, pero no sé si hubiera sido mejor hacer uno nuevo. Aquí todo lo que hacen se lleva a cabo sin consultar a los bomberos, que llevamos muchos años en esto y algo entendemos. Ese parque, que mostraba muchas grietas, lo han reformado, pero no acaba de quedar bien. Eso indica que el terreno donde está no es el adecuado. Pues bien, a los bomberos los tienen ahora mismo en una nave alquilada por el Consorcio.

¡Cómo! ¿Los bomberos de Montoro no están ahora en el parque?

No están en el parque. Los han mandado a una nave de un polígono industrial en Montoro. Llevan más de un año allí.

¿Y eso va a ser ya así de forma permanente?

Permanente no va a ser. La idea es que estén allí hasta que reformen el parque. Pero son obras muy laboriosas, con un presupuesto importante.

Es de suponer que el problema está en los suelos, como le ocurría al estadio de El Arcángel en la capital.

Es posible. Ese suelo ha dado muchos problemas con las grietas y se gastaron un buen dinero en colocar pilotes, pero ha vuelto a dar problemas. La verdad es que muchos nos preguntamos si no es mejor hacer un parque adaptado a lo que hay allí, en lugar de reformar constantemente sobre reformas.

¿La provincia necesitaría algún parque más o ya con lo que hay está todo cubierto?

La verdad es que sí haría falta alguno más. Cuando se elaboró la red de parques, la isocrona, es decir los tiempos de respuesta en los parques de bomberos de la provincia, no debe estar a más de 20 minutos ninguno de ellos de una emergencia. Se está peleando mucho para lograrlo, porque se hizo el de La Carlota, y la parte de Rute estaba igualmente establecido en el plan director que debía de hacerse uno. Se ha ido demorando y parece ser que lo han retomado ahora. Han estado viendo terrenos, pero eso me temo que yo no lo voy a ver.

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Por tanto, en Rute se está pensando en instalar otro parque del Consorcio más.

Correcto. Al parecer está ya bastante avanzado y va por buen camino.

¿Y en el Norte? ¿No está, quizá, un tanto abandonada la zona de Cardeña?

En la Zona Norte hay muchas aldeas y no siempre con accesos buenos. En esa zona está Peñarroya y Pozoblanco, con un parque que es de apoyo en Hinojosa, pero hay aldeas muy pequeñas y dispersas, a las que se tarda en llegar más de 20 minutos. Es evidente que no se puede colocar un parque en cada una de ellas, y, o bien hay que hacer algo para que entre esos tres parques existentes cumplan la isocrona o bien habría que hacer un parque nuevo, y una buena ubicación sería en Cardeña.

Siempre hemos pensado que Cardeña sería un buen sitio, porque es una zona que está próxima a Montoro y tiene a mano Villanueva y Pozoblanco, con muchísimo territorio que cubrir, con un Parque Natural de por medio y una carretera con mucho movimiento, igualmente, por lo que sería un lugar ideal. Cubriría un espacio importante entre Montoro y Pozoblanco.

Ahora precisamente que no se están haciendo las horas extraordinarias y hay parques que se quedan sin cubrir se notan más esos vacíos. Además, si acude un servicio a esa zona, Pozoblanco se quedaría sin nadie, mientras que antes siempre había algún compañero disponible en sus descansos para trabajar haciendo extraordinarias. Estas cuestiones son las que sacan a la luz las carencias.

Es curioso, eso mismo es lo que nos decían ustedes a los periodistas hace ya 30 años.

¡Claro! Aquí siempre hemos tenido muchas carencias. La principal era que teníamos un turno de trabajo que no se correspondía con el resto de parques de bomberos: Las ocho horas, las guardias localizadas... Cuando nos pusieron las 24 horas conseguimos tener tres bomberos en los parques que no eran principales y cuatro en los principales. Pero la realidad ahora es que seguimos siendo tres bomberos en un turno, en el cual han nombrado a uno de ellos jefe de turno, que hace labores también de jefe de parque y de bombero, y luego hay otros dos bomberos. No hay más.

Cuando consiguieron esos tres bomberos la situación previa era de un único efectivo en cada parque, por lo que ese logro fue todo un éxito.

Un exitazo. Antes llegábamos a las emergencias un único bombero. Subir a tres fue tremendo. La plantilla conseguimos que creciera a base de movilizaciones y de mucha unión entre todos los que estábamos ahí, porque la necesidad nos obligaba. Era lógica esa unidad, porque estábamos muy en precario con respecto a otros servicios próximos a nosotros, como era el Ayuntamiento de Córdoba o cualquier sitio de Andalucía. Y de verte solo a estar en un parque, como Lucena o Montilla, con cuatro, es un subidón. Por supuesto, sigue siendo insuficiente.

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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¿Recuerda en aquellas movilizaciones que usted ha sido con seguridad el único bombero del país que ha sido plantado literalmente en tierra? Estaban a las puertas de la Diputación acampados y vieron que un olivo que había en el césped de los jardines delanteros crecía con muchos cuidados, y decidieron plantar a un bombero, usted, para ver si los cuidaban de igual manera.

(Se ríe). ¡Uf! A veces recordamos ese tiempo. Nos tiramos delante de la Diputación con tiendas cerca de 60 días. Al final todos se fueron, nos quedamos los del CSIF allí, y en un titular de prensa nos llamaron 'Los últimos de Filipinas'. Lamentablemente, sin el respaldo de los otros sindicatos tuvimos que abandonar, porque estábamos llevando a la gente a un callejón sin salida.

(Aquella movilización acabo con el pobre olivo, que era símbolo de la profunda unión de la Diputación con la Asociación Española de Municipios del Olivo, y que a día de hoy ya no existe).

Anteriormente, en noviembre de 2002, cuando se hizo la Ley de Emergencia, también tuvimos que hacer una movilización en Plaza Nueva, en Sevilla, durante 10 días fuera de mi casa. Estuvimos personal de todos los parques de Andalucía y como por entonces era representante de CSIF estuve acampado allí.

Eso me lleva a preguntarle el motivo de que se metiera en el quebradero de cabeza que supone ser un sindicalista.

Cuando empezamos, en los 90, éramos tan jóvenes, teníamos tanto desconocimiento, y yo vivía en Parque Figueroa, y por aquellos tiempos las oficinas de la Diputación estaban en los Colegios Mayores. Entonces cuando había que llevar algún documento o cualquier otro trámite me decían que lo llevara yo. Llegó un momento en que nos tuvimos que unir en sindicato. Primero fue UGT, luego nos fuimos a un sindicato independiente, porque con los primeros no nos sentimos representados, y llegó la hora de que nos pasamos al CSIF y en ese momento nos dijeron que éramos muchos y que hacía falta una persona para representarnos.

¡Todas las miradas se dirigieron a mí! ¡Ostras! ¡No me las había visto en una situación similar en mi vida! Pero entendí que desde mi juventud y experiencia había que dar un paso adelante. Lo di. Cogí el sindicato, llegamos a unas elecciones y conseguimos un número importante y desde entonces tengo que recordarte que tú has sido testigo directo de las muchísimas reivindicaciones y luchas que hemos tenido. Por el camino me he llevado grandes amigos y otros han pensado de forma diferente. Pero en el fondo estoy contento. Lógicamente, acabas arrastrando también secuelas.

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Indudablemente. Pero a cambio han obtenido un buen puñado de victorias.

Siempre considero que sí. Conseguimos erradicar las guardias localizadas, con las que tras hacer un servicio de 12 horas teníamos que estar 48 horas localizados por lo que pudiera pasar. Para el 90% de la gente que no éramos del pueblo donde trabajábamos, y había unos cuantos de Málaga, eso suponía que teníamos que estar esos dos días fuera de tu casa, porque tenías que estar a 20 minutos del parque por si había una emergencia. Dime cómo se come eso con la conciliación familiar. Al final te pasabas esos dos días en el parque.

Además, el cobro lo empezábamos a percibir una vez que habías realizado 60 horas a lo largo del año de horas localizadas. No llegábamos nunca. ¡Madre mía! ¡Cómo estábamos trabajando entonces! Finalmente, conseguimos quitarlas a base de protestas. También conseguimos que el poder adquisitivo que habíamos logrado con esas guardias beneficiara igualmente a los bomberos que entraran nuevos, y recuerdo que el gerente de entonces, Antonio Navarrete, se opuso a eso al principio. Pues lo conseguimos. Las generaciones nuevas que no han pasado por las guardias localizadas, y me alegro un montón por ello, hoy en día las tienen incluidas en los complementos.

Evidentemente, ustedes han ido abriendo camino para los que vengan detrás. En cualquier caso, la comparación entre cómo estaban entonces a cómo están ahora es abismal.

¡Tremendo! ¡Muchísimo! El problema es que en personal hemos crecido poco. Pero el Consorcio y la Diputación de Córdoba es verdad que en materiales no han escatimado mucho. Se puede dar un pasito más en ese tema, pero siempre hemos tenido buenos materiales. Hemos tenido formación que tuvimos que buscar por nuestra cuenta, porque realmente nos hacía falta. Por tanto, el Consorcio ha ido creciendo mucho por la iniciativa de los compañeros más que por la propia empresa.

Nosotros tenemos una dirección técnica a la que no voy a cuestionar su trabajo, y que ha estado mucho mediando entre la Gerencia y la Presidencia con la oficina, pero no hemos tenido nunca un director técnico que tuviera empatía con los bomberos y que se interesara por nuestra situación. Se limitan a una parte técnica, que entendemos que tiene muchísimo trabajo, pero quizá esa figura de director técnico debería ser otra.

Vamos a la actualidad. ¿Qué está pasando en el Consorcio con las horas extra?

Volvemos a lo mismo, la plantilla es insuficiente. Somos pocos y muy mayores. La gente se ha ido acostumbrando a que nos pagan las horas que efectivamente hacemos fuera de turno y, por tanto, si llaman para hacer esas horas extra siempre hay alguien dispuesto y es un sobresueldo que se lleva. Pero ha llegado un momento en que esas horas extra generan una serie de problemas por cómo se tienen que hacer, porque en cada parque se llevan a cabo de una forma, y ha acabado suponiendo un punto de conflicto. Hasta el punto de que en La Carlota se llegaron a denunciar entre compañeros y ha acabado en el Juzgado de lo Penal. Finalmente hay una sentencia en la que un juez ha determinado que esa disponibilidad que se tiene de nuestro tiempo libre no puede seguir así, y tiene que ser reconocida de otra forma.

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Pero lo que está claro es que los problemas vienen todos derivados de lo mismo: El poco personal y que la plantilla está muy envejecida. No entra gente joven. Tenemos una edad en la que quien mas y quien menos tenemos todos achaques y se nos exige unas pruebas físicas para entrar y se nos exige mantenernos en forma, y las condiciones tanto físicas como psíquicas van mermando.

Bueno, ¿y qué se ha planteado? ¿Qué soluciones hay a ese problema?

De momento, estoy gratamente sorprendido, porque estábamos en un momento sindical raro, con hasta seis sindicatos en el Consorcio. Se había dado incluso algo que nunca hablamos visto ante y es que los interinos han hecho su propio sindicato de trabajadores en precario. Eso me ha dado pena, porque da a entender que no se han sentido nunca representados ni protegidos por los sindicaos que ya había. Tanta gente descontenta ha llevado a ver cuáles son nuestros siguientes pasos.

¿Y cuáles son?

Me puse en contacto con Gabriel Merchán, del Sindicato Andaluz de Bomberos en el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) de Córdoba, a quien conozco de hace años tanto de bombero como de deportista, y me gusto mucho la idea del SAB por cómo funcionan. Surge de muchos compañeros rebotados de otros sindicatos, la mayoría de carácter corporativo, con una idea bastante más independiente a nivel de Andalucía y con mucha representación, ya que es el mayoritario en la comunidad a nivel de bomberos. Me planteó que lo organizara en el Consorcio, pero yo ya no quiero estar de número uno, tiene que haber caras nuevas, y hay gente muy válida.

Francisco Sánchez ha dado el paso tras contarle la idea y hemos confeccionado una lista, donde aparezco de número dos y él de número uno. La sorpresa es que la hemos hecho rápido, en apenas tres semanas, y estamos teniendo mucha respuesta muy positiva de muchos simpatizantes.

Por cierto, ¿cuándo son las elecciones sindicales en el Consorcio?

El día 24 de enero.

¿Ya?

Es que se ha dado un fenómeno un tanto extraño: Ha surgido un sindicato que puede unificar a todos los descontentos y se ha formado con gente que lleva haciendo esto desde hace muchos años. Por tanto, no somos tampoco nuevos. Personalmente tuve problemas con Alfonso Rosero, del CSIF, que nos ha impugnado la candidatura, aunque la mesa soberana nos ha dado el visto bueno, ya que se había producido un error de forma, tras subsanarlo en el plazo que se nos concedió, pero él sigue empeñado en que no podemos presentar la candidatura. No lo entendemos, porque no vemos a ningún sindicato como amenaza, ya que todos remamos en la misma dirección para conseguir el mismo fin.

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Pero algo importante que hay que aclarar: ¿El problema con las horas extraordinarias se va a resolver?

Hoy (por el viernes pasado) ha llegado a la plataforma de sindicatos una carta de Salvador Fuentes, el presidente de la Diputación, en la que dice que entiende la situación y que para principios de febrero quiere hablar con nosotros en una mesa de negociación. Es algo positivo, pero entiendo personalmente que la situación tal y como está es algo tarde. Me quedo con que hay una ventana abierta. Está claro que Salvador Fuentes no tiene la culpa de esto, porque acaba de entrar. No le puedo responsabilizar de una gestión de un Consorcio en todos los años que llevamos detrás. Ahora él ya sabe lo que hay y si actúa o no ya sí sería de su responsabilidad. Conozco a Salvador y sé que es una persona trabajadora y es de esperar que nos sentemos, hablemos y tratemos de llegar a un acuerdo.

El problema viene de antes. Se han llegado a comprar camiones nuevos que estábamos deseando que llegaran a los pueblos y recientemente en Priego de Córdoba uno de esos camiones se ha quedado atrancado en las calles porque es un mamotreto. ¿Eso se lo han preguntado a alguien? ¿A quien realmente sabe de esto porque los maneja a diario? No. Y así nos va. Son cuestiones de libro, de lógica, y como con eso ocurre con todo. Tiene que haber desde la Gerencia y la Dirección Técnica algo más de empatía con nosotros.

¿Se han producido algún problema grave para cubrir algún servicio con esto de las horas extra que ya no se están haciendo?

Desde que hemos dejado de hacer esas horas extraordinarias los turnos que eran de tres se esta quedando con dos, porque llaman a compañeros y no se localiza a nadie, y se quedan dos bomberos. En los sitios donde hay cuatro, quitan a uno de ellos y lo mandan a cubrir otros parques. Es decir, se está parcheando el servicio con lo que tienen.

¿Pero ha habido algún servicio de riesgo por esa razón?

Bueno, es que en el momento en que tú tienes una plantilla bajo mínimos a la que restas efectivos ya es un riesgo. Otra cosa es que pase o no alguna desgracia. Hoy (por el viernes) se ha tenido que ir desde Pozoblanco a cubrir una incidencia a 50 kilómetros y durante ese tiempo el parque estaba cerrado. Si se hubiera producido un incendio o cualquier otra cosa en Pozoblanco, hasta que no llegaran los de Peñarroya hubieran pasado 50 minutos y si hubiera habido un accidente de tráfico con un atrapado, ahí se hubiera quedado todo ese tiempo. Estamos jugando un poquito a la ruleta rusa.

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Con esta medida de no hacer más horas extra hubo no hace mucho un incendio en Lucena, en una nave, y la suerte es que los que estamos allí estamos acostumbrados a este tipo de incidencias, el parque está muy bien situado, se llegó rápido y se trabajó bien, pero si el fuego hubiera saltado a otra nave no hubiera habido personal suficiente para eso, y si hubieran tirado de Montilla o Puente Genil, habrían dejado esos pueblos desangelados durante todo ese tiempo.

Nosotros entendemos que no hay una chistera mágica de la que vayan a sacar 300 bomberos, que es lo que hacen falta, o por lo menos 170 bomberos, pero entre todos tenemos que ver cómo podemos hacerlo. Vamos a sentarnos y a ver cómo garantizamos la seguridad de los ciudadanos, que, desde luego, no tienen culpa alguna de lo que está pasando.

Hábleme un poco de su faceta como bombero solidario. ¿En qué consiste?

Nuestro grupo, Rumbo Solidario, tuvo un momento muy bueno, en 2013, que, a través de la Fundación Vicente Ferrer, contactaron con nosotros para un proyecto de construcción de una escuela en La India y nos juntamos unos cuantos bomberos para hacer dos cruces a nado del Estrecho de Gibraltar. También nos dejaron el Conservatorio de Córdoba para unos conciertos solidarios, al igual que las instalaciones del Figueroa para eventos deportivos. Pusimos, igualmente, en marcha mucho merchandising y conseguimos a la postre construir esa escuela. Además, con el dinero que recopilamos, que era una buena cantidad, se envió íntegramente a la Fundación Vicente Ferrer y para los niños saharauis a quienes enviamos unos cuantos kilos de alimento.

Estuve, además, un tiempo colaborando con unas travesías solidarias de natación que se organizaron aquí. Todo ese dinero también iba para la Fundación Vicente Ferrer. Aparte de eso, tuve una etapa profesional, en la que fui a África a trabajar, y a mi regreso he colaborado, pero de forma ya más personal y en solitario, para enviar algunas cosas más a La India.

¿Qué ha estado haciendo en África?

Era un proyecto en el que necesitaban bomberos formadores, en Guinea Ecuatorial, donde tiene como lengua oficial el español. Allí la empresa constructora de los siete parques de emergencias, GE Fomento, que es española, al igual que los materiales para la construcción, se pusieron en contacto para pedir monitores para hacer la selección del personal entre los guineanos y, aparte de eso además, nos encargamos de la formación de esos bomberos.

Allí estuve dos años, pero yendo y viniendo, aprovechando mis vacaciones, mis días libres y demás.

Juan Manuel Toledo posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Otro duda: ¿Usted ha atravesado a nado el Estrecho dos veces, entonces?

En su momento, en 2013, yo tenía nivel para ello. En materia de solidaridad para la Fundación nos dieron permiso para realizar un buen número de cruces, y nosotros como bomberos y socorristas nos quedamos ya encargados de los primeros auxilios. Y si en el cruce alguien fallaba aprovechábamos y nos tirábamos al agua nadando. Por tanto, de forma oficial me he tirado muchas veces, pero mi cruce completo y real ha sido uno.

Este año 2023 estábamos preparando otro, no hemos podido hacerlo finalmente por las condiciones climatológicas que teníamos las tres veces que lo intentamos, y lo hemos dejado para 2024. Vamos con una cordobesa, Marisol Gutiérrez-Ravé, una triatleta, que es la que se ha encargado de forma personal de organizarlo todo, a través de unas empresas, que van a sufragar los gastos.

¿Y acojona cruzar el Estrecho?

Los años que llevo nadando en aguas abiertas no hay día que no te metas y siempre piensas: '¡Madre mía! Que ahí no hay rayas como en una piscina'. Y llega un momento en que la cabeza vuela, porque en la natación vas sin hablar y solo, no como cuando corres con compañeros o vas en bicicleta que puedes ir charlando, y por tu cabeza empieza a pasar todo tipo de ideas. Luego ya llega un momento en que poco a poco te tranquilizas. Pero esa cosita siempre la tienes dentro.

¿Ha llegado a ver tiburones?

Cuando hicimos el cruce, el patrón nuestro nos advirtió de que el Estrecho era un paso natural de todo tipo de especies. Aquí hay ballenas, hay tiburones, de todo. Nos dio la tranquilidad de que si los veían nos avisarían, porque por esos días se habían avistados tintoreras. Nosotros sí pudimos ver una ballena preciosa, una calderona, que emiten unos ruidos como si hablaran. Los ves así de repente y te impresionan muchísimo. Vimos delfines. Pero sí, acojona. Claro que te acojona, porque mientras nadas ves una ballena que pasa por debajo de ti con ese tamaño y al principio piensas que es otra cosa.

Pero la sensación y la experiencia es tan bonita y te sientes tan bien, que luego, ya actuando como socorristas de apoyo, cuando alguien venía ballenas me tiraba de cabeza al lado de ellas. Era algo mágico. Pero, ya te digo, esa cosita la tienes siempre que te metes en aguas abiertas.

Tengo entendido que tuvo usted an serio problema con medusas.

¡Bueno! En Cullera hicimos una travesía de 10 kilómetros, para prepararnos precisamente para el cruce del Estrecho, y no veas cómo se levantaron las medusas. Empezaron a picarnos, se me puso la cara toda levantada, que parecía un Cristo. Eso sí, la travesía como tal la hicimos muy bien.

¿Se ve con fuerza para seguir con esas cosas?

Sí me quedan ganas, sí. Los años pasan. Pero tengo un problema: Por muchos años que transcurran me siguen gustando las mismas cosas que cuando tenía 20 años. Mi bicicleta, perderme, hacerme mis rutas, me gusta ir a la montaña, me gusta nadar, coger mi neopreno e irme un domingo al pantano... Pero, lógicamente, las condiciones físicas no son las mismas que hace 30 años. Pero ahí estamos.

¿Todo lo que planifica en ese sentido sigue siendo con carácter solidario?

Sí. En lo del cruce del Estrecho Marisol me llegó a decir que no me quería comprometer porque ella sabe lo que conlleva detrás un tema solidario y pensaba que iba a ser mucho trabajo para mí y los compañeros. Así que nos dijo que ella se iba a encargar de todo y estupendo. Pero hasta ahora el cruce del Estrecho ha sido siempre una cuestión solidaria. Ahora, quizá, estamos en una fase un poco extraña en la que se ha cruzado de por medio la pandemia, que lo ha alterado absolutamente todo, y lo hemos dejado un poco de lado. No hacemos todo lo que nos gustaría hacer en ese sentido, por falta de infraestructuras.

Dentro de Rumbo Solidario había una subsección, Brazada Solidaria, y quizá por eso nos hemos relajado algo más. Lo último que hicimos fue una travesía en el pantano de San Rafael de Navallana. Con Brazada Solidaria se continúa haciendo eventos en Málaga, con muchísimas travesías en Cádiz, y algo colaboramos con ellos como socorristas y con nuestras barcas, pero la idea es retomarlo con la ayuda de mis compañeros y ya haremos algo.

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