MARILÓ TORRES SOTO. PILOTO Y ASTRONAUTA ANÁLOGA

"Tenemos la tecnología para viajar con tripulación hasta Marte; es una realidad, sólo falta el dinero"

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
photo_camera Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Mariló Torres Soto nació en Holanda en 1971, porque sus padres eran emigrantes y trabajaban allí, pero desde muy pequeña regresaron a Córdoba. Se crió en Parque Cruz Conde y cursó estudios en el colegio Al-Andalus y, posteriormente en el IES Séneca. Se formó como periodista en la Universidad Complutense, y, de hecho, su actual trabajo está relacionado con la comunicación, pero no ha ejerciendo como periodista, ya que se ocupa del Protocolo y las Relaciones Institucionales en la Diputación Provincial de Córdoba.

¿Cómo puede alguien con esa formación llegar a ser astronauta análoga y estar viajando hoy, domingo, a Hawaii para formar parte como primera española de una misión importante de cara a los viajes espaciales a Marte, de la que volverá el próximo 2 de marzo?

Como ella misma dice, "todo esto me llega en el momento en que durante 10 años de mi vida trabajé en aviación ejecutiva y acabé haciéndome piloto privado, no comercial, porque lo que quería era practicar acrobacia aérea". Y es el día de hoy y sigue practicándola.

Para alguien como ella, el amor y la pasión por la aviación y el mundo de la aeronáutica al final le acaba llevando al espacio, a lo aeroespacial. "Fue siempre mi vocación frustrada", y es así desde muy temprana edad. "Yo era la típica niña que decía que quería ser astronauta. Lo decía desde muy, muy pequeña, pero las risas eran tremendas en casa; luego decía si no puedo ser astronauta, que sea piloto y me respondían que una mujer no podía serlo; pues al final dije que quería ser azafata y escritora".

Ahora, haciendo balance de su vida, puede decir bien alto que ha escrito algunas cosas, fue azafata en su juventud en aviación ejecutiva, y al final acabó haciéndose piloto. Lo único que le quedaba para cerrar un poco el círculo era ser astronauta, pero eso le ha pillado ya un tanto mayor. "Perdí ese tren", reconoce. Pero ahora tiene la oportunidad de poder aportar su granito de arena a "todo ese esfuerzo por la exploración espacial, este trabajo internacional que se hace dentro de las agencias espaciales y todo aquello que al final suma de cara a los que de verdad van a ir al espacio, van a volver a la Luna o a Marte, que son los astronautas capacitados y habilitados; poner de mi parte dentro de ese mundo que poco a poco se va haciendo latente, que no es un futuro, sino un presente, una realidad".

Suena 'Starman', de David Bowie. Déjense llevar.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Bueno, usted está abriendo camino. Sin gente como usted, difícilmente se puede conocer lo que puede pasar en determinadas circunstancias de una misión espacial.

De entrada, mi motivación era participar en todo esto. Pienso que yo no voy a subir al espacio, pero voy a ayudar a todos aquellos que van a ir. Humildemente, la comunidad astronauta análogos, que es una comunidad internacional de científicos, ingenieros, pilotos, personas que trabajan en pro de esto, con inventos, testando tecnología, siendo también nosotros mismos conejillos de Indias para ponernos a prueba o cometer errores aquí para que no se cometan luego fuera.

Es equivocarnos en un entorno hostil, simulado, análogo, pero con los pies en la tierra. Eso no permite que haya algún tipo de problema grave que pueda costar una vida humana o que pudiera sacrificar el soporte vital de una colonia. Todo eso es lo que nosotros hacemos aquí y yo a todo eso llegué en un principio para cumplir un sueño de hacer aquí en la Tierra lo más parecido a lo que me hubiera gustado hacer en el espacio, pero luego ves lo productivo que es, ves que hay estudios e investigaciones coordinadas por universidades que llegan a la Agencia Espacial Europea, llegan a la NASA, y entonces dices esto es lo que quiero seguir haciendo.

Ha señalado que era su motivo inicial de entrada. ¿Hubo más?

El segundo motivo, que considero más importante, es la idea de despertar un poco el interés en la sociedad española por el espacio, por la exploración espacial, y que no perdamos este tren. Es ahora o nunca.

¿Ve carencias en ese sentido?

Tenemos a nuestra Agencia Espacial Española dando sus primeros pasos. Hay una gran esperanza en que se pueda llegar lejos. Se están haciendo cosas muy interesantes. Es emocionante ver un cohete español, el Miura, lanzado desde Huelva y llevado a cabo toda la operativa que plantearon sus creadores y sus ingenieros. Todo eso hace pensar que podemos estar ahí. Dentro de la Agencia Espacial Europea España forma parte del conglomerado más potente, después de haber lanzado un cohete y de haber estado trabajando en muchos proyectos a nivel continental, y sólo hace falta concienciar a la sociedad de que el espacio no es un capricho de ricos ni un sueño de héroes ni algo que nos toca de lejos ni patrimonio de países poderosos, como Estados Unidos o China.

"El espacio no es un capricho de ricos ni un sueño de héroes ni algo que nos toca de lejos ni patrimonio de países poderosos, como Estados Unidos o China"

Esto es algo que, teniendo en cuenta el devenir del planeta y que el cambio climático es una realidad y las circunstancias en las que nos movemos, es vital para el futuro de la especie humana y de nuestro planeta.

¿Pero no es ya un poquito tarde? Este paso se tendría que haber dado hace ya un montón de tiempo y no pensar que es mera ciencia-ficción.

De acuerdo, te lo compro. Estoy de acuerdo contigo. Este paso está llegando muy tarde y debía haberse dado antes. Pero nunca es del todo tarde. Hubiera sido óptimo haberlo dado antes, y todavía queda mucho camino que hacer, y lo primero de todo es la solidaridad internacional en el sentido de que todos sumemos esfuerzos. Por una parte está el sector privado que empuja con fuerza; no estamos hablando de cuatro ricos caprichosos, sino de esfuerzos serios de empresas que poco a poco, incluso, están ofreciendo sus recursos a las agencias internacionales.

Por otro lado, cada país va aumentando esfuerzos. El caso de India es muy llamativo.

¿Por?

Se está posicionando de una manera brutal en Marte. Y China lo hace en la Luna. Hay una idea que todo el planeta debería grabarse a fuego: Todos debemos remar unidos. No hay suficiente presupuesto ni recursos ni potencia que por sí sola pueda lograr lo que todos aspiramos, y que es un backup de la humanidad fuera de nuestro planeta.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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¿Hay estudios que indiquen que ésa es la necesidad o el paso imperioso que hay que dar?

Bueno, Stephen Hawking poco antes de morir dijo que no había oportunidad para la especie humana si continuábamos en la Tierra y que todos los esfuerzos se deberían canalizar en un viaje hacia el espacio exterior. Estamos hablando de ir fuera, si es posible, a través de la criogenización y una tecnología de energía funcional, de nuestro sistema solar. La posibilidad de un backup fuera del planeta Tierra requiere ahora mismo un esfuerzo ímprobo a nivel de tecnología, recursos y dinero, y todo eso debería conseguirse en nombre de la humanidad y no ya de un país concreto o de una carrera espacial al estilo de los pulsos que echaron Estados Unidos y la entonces Unión Soviética. La idea es que todos nos uniéramos globalmente como planeta pensando en el bien común.

Parece algo muy utópico, pero todo demuestra que o vamos juntos o los logros serán tan pequeños y tan lentos y tardíos que igual ahí sí que llegaríamos tarde.

Ya, pero si la gente no se cree siquiera lo del cambio climático, ¿cómo va a creerse que va a ser necesario dar ese salto?

Sí. Estoy completamente de acuerdo. Veo que hay muchas veces ideologización política que crea descrédito hacia la sociedad, hacia los individuos, sobre todo el tema de la exploración espacial. Vemos que en Estados Unidos depende de en qué circunstancias comenzó a verse con malos ojos el hecho de que hubiera un presupuesto muy alto para la NASA, fracasaron proyectos, el programa de los transbordadores espaciales ya se quedó atrás. Durante mucho tiempo se llevaron a cabo proyectos muy certeros, muy buenos, con mucha calidad científica, pero de bajo presupuesto. Y Europa un poco también se ha ido contagiando de ese espíritu tan negativo respecto a nuestro papel y lo importante que es para la humanidad el futuro espacial.

"No hay nada, y eso está demostrado científicamente, que haya hecho evolucionar más el bienestar humano que el espacio"

Veo que muchas veces a la gente la engañan, diciéndole que el dinero invertido en el espacio es un dinero perdido. Eso es un error. Muchos dicen que hay que invertir socialmente en tal cosa o en el bienestar humano; no hay nada, y eso está demostrado científicamente, que haya hecho evolucionar más el bienestar humano que el espacio. Existía la Estación Mir, luego la Estación Espacial Internacional, todos los vuelos al espacio, los experimentos, los estudios que se han hecho, las investigaciones... Todo eso ha redundado en calidad de vida para el ser humano.

¡Vaya! Es lo mismo que destacó el pasado año la astrofísica cordobesa Casiana Muñoz en una conferencia de la Real Academia de Córdoba.

Pue eso. Desde el microondas que usamos en la cocina, hasta curas de enfermedades inmunológicas. Todo eso se probó en el espacio, y todo eso fueron resultados de experimentos en el espacio o la aplicación práctica a nivel civil, social y a pie de calle de muchos logros científicos que  consiguieron dentro de esa revolución para llegar al espacio y mantenernos en él.

Me da pena que el PERTE Aeroespacial se haya cancelado de momento y que el trabajo de Miguel Belló, que ha sido hasta ahora director de la Agencia Espacial Española, en su asentamiento o posicionamiento en Sevilla aún está en pañales. Me da un poco de pena ver que no hay a nivel político, económico, sociológico un interés y un apoyo hacia todo esto. Creo que de verdad España tiene mucho que decir en la carrera espacial y ya hay gente muy preparada. Tenemos en el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), por ejemplo, al equipo de Víctor Parro, que sus instrumentos de medición meteorológica están ahora mismo siendo utilizados por los Rovers en Marte. 

"Tenemos unos científicos en España alucinantes. En la NASA y en la Agencia Espacial Europea se dan literalmente de tortas por ellos"

Para mí es asombroso hablar con Parro o con científicos de su equipo, a los que he tenido el placer y el honor de conocer y preguntarles abiertamente: "¿No te llena de orgullo pensar que algo que tú has creado está ahí arriba, en Marte, trabajando?". Y respondían humildemente "es que es mi trabajo; soy científico". Pero es que para mí, visto desde fuera, es casi algo mágico.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Ellos supongo que también pensarán lo mismo que usted: Si se aplican tantos esfuerzos para enviar su creatividad fuera de nuestro mundo, es porque creen que es totalmente necesario, ¿no?

Tenemos unos científicos en España alucinantes. En la NASA y en la Agencia Espacial Europea (ESA) se dan literalmente de tortas por ellos. Lo digo muy en serio. Hay proyectos que están llegando a la Agencia Espacial Europea, tenemos un ingeniero aeronáutico español que acaba siendo instructor de astronautas en esa Agencia Espacial, es un chico vasco, muy modesto, humilde, pero es una realidad. Tenemos en la NASA ahora una cantidad de españoles, desde el Laboratorio de Propulsión a Reacción en Pasadena hasta el más recóndito despacho de Houston o de Cabo Cañaveral, que están realizando cosas maravillosas y con un talento asombroso, y otros que aún siguen aquí y que podríamos aprovechar para poner nosotros en marcha cosas increíbles.

Tenemos el Andalucía Aerospace, que es el clúster empresarial aeroespacial andaluz, donde están las empresas más potentes del país. Están aquí, en Andalucía. En Málaga, en Sevilla, tenemos un potencial asombroso.

Ya, pero es que usted misma me está dando a entender que son anónimos. Si yo, que se supone debería conocer algo más de estas cuestiones, no los conozco, la gente de a pie en la calle, mucho menos.

La sociedad española en general tiene poca pasión y poco amor por el espacio. Y quizá todo eso, y aquí entro con la tercera motivación que me ha llevado a hacer lo que hago, más que motivación para empezar, la motivación para seguir, fue el querer convencer a la ciudadanía de que tenemos mucho que decir y hacer. Y que también las nuevas generaciones, especialmente las niñas, se dediquen a esto.

A mí me conmueve mucho ver que las niñas son como esponjas. Siguen el ejemplo de mujeres que les parecen destacadas. Y para mí, siquiera con que una única niña que vea lo que estoy haciendo, que es algo humilde y modesto, porque lo mío como astronauta análogo de verdad que no es nada para lo que se está fraguando con el Programa Marte, diga que eso le gusta y lo quiere hacer también, me vale. A mí ya me pilla tarde por mi edad, pero esa niña que siga mi ejemplo puede llegar lejos en todos los sentidos.

Por eso quiero volver un poco al inicio. ¿Dónde se ha formado como piloto?

A mí me metieron el veneno en el cuerpo en Casarrubios del Monte, en Toledo, porque unos amigos que venían del Ejército del Aire y eran comandantes en Iberia y Air Europa, y que practicaban la acrobacia aérea, me llevaron a probar aquello. Me dije que quería eso. Yo había volado, soltado en paracaídas, millones de cosas más, pero me llevaron a hacer una tabla acrobática, maniobras anormales en el aire. Al final, la acrobacia aérea te lleva a prepararte física y mentalmente y, al final, una cosa lleva a otra. Estás teniendo una preparación muy específica. La acrobacia aérea es herencia directa de los pilotos de combate y el espacio empezó con pilotos que fueron los primeros astronautas. Una pasión te lleva a otra, y yo supe de la comunidad de astronautas análogos y me puse a indagar más, prepararme, formarme. Lo empecé a hacer de manera autodidacta hasta que conocí Astroland Agency.

¿Qué es eso?

Es la primera agencia interplanetaria que hay en España. Es capital completamente privado y esto que mucha gente desconoce, es una realidad. Tenemos un análogo espacial en España. Está en una cueva en la zona de Arredondo, en Cantabria; a una hora de Santander. Y ese lugar recrea a la perfección lo que sería un módulo, un hábitat en un tubo de lava volcánico similar a los que hay bajo la superficie de Marte. A salvaguarda de la radiación y de las inclemencias meteorológicas y climáticas.

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Cuando supe lo que se hacía en Astroland me dije que quería unirme a ese proyecto y hacer algo con esta gente. Me forme, me forcé, pasé los filtros y su entrenamiento. La pandemia de la Covid-19 también fue un punto de inflexión para mí y di el do de pecho, porque era "ahora o nunca" para que mi preparación tuviera un fin y una realidad.

Excelente, ¿pero su formación fue sólo física o necesitó de más cuestiones?

Empecé a prepararme a nivel de conocimientos aeroespaciales, de procedimientos y operaciones espaciales, historia espacial, tecnología espacial... Lo hice a nivel personal. De forma autodidacta. Luego empecé a prepararme a nivel de astrofísica, pero hay que tener en cuenta que tengo un perfil de humanidades. Aún así, entré en ese terreno de ciencias, y traté de simular lo que normalmente hace una persona que va a presentarse a las pruebas de la ESA. Es fácil conocer el perfil y las exigencias que hay para un astronauta y eso es lo que tú haces prácticamente, pese a saber que no está a tu altura ni por edad ni por el físico ni por carrera profesional. Pero me formé así a nivel teórico.

¿Y para la práctica?

A nivel práctico, empecé a formarme a nivel psicológico para ponerme a prueba en situaciones de riesgo. Empecé a hacer escalada, tecnología, entrenamiento de ascenso y descenso, montañas y cuevas, para conocer mi límite. Me pedía un poco más en el gimnasio y en el entrenamiento. Tengo un entrenador personal magnifico. Luego ya venía la parte más práctica, más específica, que fue, una vez pasados los filtros de Astroland, formarme para ese análogo.

"En Venus de Biogénero fui la primera mujer comandante en una misión análoga de Astroland y la astronauta mujer análoga de más edad que había entrado en una misión de esa agencia"

Pasé los filtros en 2022 y fue mi estreno; mi primera misión. Fue un tanto especial, porque ya fui comandante y no es normal serlo en la primera misión. Fue una misión pionera en cuanto que fue la primera misión análoga espacial en España únicamente integrada por mujeres, un equipo de cinco, y se llamaba Venus de Biogénero. Y otro hito fue que había sido la primera mujer comandante en una misión análoga de Astroland. Al mismo tiempo, la astronauta mujer análoga de más edad que había entrado en una misión de esa agencia. Para mí era mucha responsabilidad y presión, pero resultó una puesta de largo de peso. Ahí ya siguieron varias misiones.

Hábleme de alguna.

Venus de Biogénero era un estudio neuropsicológico y de corte transversal de perspectiva de género. Y la llamada Red Moon fue internacional también. Yo era la única española y era casualmente una misión femenina y se trataba de un estudio epigenético para valorar la somatización de traumas. Había una argelina, otra de Kazajistán y otra de origen afgano, que todas, por terrorismo o por guerra, estaban en esa esfera de trauma. Fue una misión dura y muy exigente y en base a esa misión se rodó una película 'Red Moon', subvencionada por Sundance Festival y la Fundación Karman, y está rodada por Nelly Ben Hayoun-Stépanian, que tiene una película muy premiada llamada 'I'm (not) a monster'. Fue duro porque era a la vez una misión científica y un rodaje cinematográfico.

La siguiente misión fue algo más 'light', más breve, y era una cumbre de la Mars Society Europe and UK, que se celebró en Astroland. Estuve conduciendo equipos de científicos para visitar las instalaciones de Astroland, preparando a esos grupos para que tuvieron una experiencia la más vívida posible con trajes espaciales y demás.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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También estuve en la Misión Lunares en Polonia en el verano anterior, en la ciudad de Piła, que supone un búnquer situado en un antiguo aeropuerto militar soviético bajo hangares nucleares. Allí se simula sobre todo el tema del confinamiento, la claustrofobia, la convivencia en espacios reducidos. Es para simular más un viaje espacial que una estancia en Marte, como sí se hace en Astroland.

¿Fue duro?

Fue interesante. Sobre todo es una cuestión psicológica. Para que te hagas una idea, esto es algo asombroso. Pasas una semana que es visto y no visto. Un parpadeo, gracias a los llamados 'schedules'. Funcionamos exactamente igual que un astronauta en el espacio. Se levanta y tiene que cumplir a rajatabla un programa y un cronograma. Marca la hora del desayuno, la de dos horas de entrenamiento físico, actividad extravehicular, el breafing, trabajo científico en el laboratorio... Un programa apretadísimo y genera un estrés y un agotamiento físico y mental increíble.

A eso se suma la presión del control de misión de los centros espaciales, las llamadas, los reportes, contestar la radio, atender todas las comunicaciones. Y hay que entender también la presión muchas veces de que en las misiones análogas espaciales siempre pasa algo. Hay incidentes, hay emergencias simuladas que ponen a prueba a los tripulantes. Todo eso agota muchísimo. Es muy exigente física y mentalmente. Quizá más mental que físico.

¿En esas simulaciones hay de verdad algún momento de riesgo?

Depende del análogo.

Lo pregunto para saber si ustedes se meten realmente en situación. Si uno sabe que es una simulación quizá no se mete del todo en el papel de un astronauta en el espacio.

Sí. El riesgo siempre está ahí. En una actividad física exigente y en una actividad mental exigente. El riesgo está también en una suma de personas que vienen de distintas partes del mundo, que van a convivir en un espacio pequeño. El riesgo viene cuando hay que ponerse un traje espacial con equis peso y hay limitaciones de movimiento y hay que salir fuera a cumplir una misión. En el caso de Astroland, realmente hay que tener una formación con el manejo de arneses, de cuerdas y demás porque es un terreno complicado, resbaladizo, hay que salvar desniveles importantes, hacer ascensos nada desdeñables, cargar material, aparte del traje y el casco. Es muy duro. 

En mi misión de Astroland sí hubo una caída real de la chica estadounidense y ni siquiera habíamos llegado hasta el módulo. En la bahía de ingeniería de Lunares se produjo un chispazo y todos tuvimos que actuar con rapidez con un extintor. Un incendio en un lugar cerrado, en un búnquer subterráneo, es grave.

¿Eso no estaba preparado?

Fue un chispazo real, que saltó de un aparato que se puso en marcha por parte de un ingeniero. Tengo que decir que ser astronauta análogo no es nuestro trabajo ni nuestra profesión real. Lo hacemos por amor al arte. Es verdad que tenemos ayudas, exenciones y apoyos. Pero, al final, no deja de ser una pasión que tienes y es algo a lo que te dedicas y pones tu esfuerzo y corres tu riesgo, porque está en un entorno cuasi controlado.

En la misión a la que voy en Hawaii en el HI-SEAS, que se llama IMI OLA, que en idioma hawaiano significa 'buscando una vida mejor', te voy a contar los riesgos con los que podemos contar. Por lo pronto, tuve que firmar un montón de pliegos de descargo y exenciones de responsabilidad.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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¡Qué poco alentador!

Bueno, pero es que, a ver, se supone que vas a desarrollar una actividad de alto riesgo, una actividad límite. Es como el que hace salto base. Sabe perfectamente que se está jugando la vida y ése se la juega mas que yo, vaya eso por delante. Tuvimos que firmar todo eso que te digo. Tenemos que asumir que llevar a cabo esa misión no va a ser sencilla y bajo tu responsabilidad accedes a llevar a cabo eso y se supone que eres consciente de los riesgos.

¿Tanto va a ser?

Allí, vamos a estar a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, y se trata del Mauna Loa, el volcán más grande del mundo. El módulo de HI-SEAS está en la ladera del volcán y parece ser que son muy frecuentes los movimientos sísmicos. Estuve leyendo que el pasado 9 de febrero hubo un terremoto de magnitud 6,3 en Big Island, que es donde está situado el volcán. Es la isla más septentrional del archipiélago y es donde está el Parque de los Volcanes y donde se va a desarrollar la misión. Pueden producirse más movimientos sísmicos cuando estemos allí.

A la altitud a la que está todo lo que se hace cuesta más. La actividad extravehicular, que es la considerada 'estrella' en una misión análoga y simularía la salida al exterior, la vamos a realizar con menos oxígeno y vamos a llevar nuestro traje espacial, por supuesto, la mochila y el casco. Pero allí la densidad del oxígeno y la presión es inferior y todo cansa más. Hay inclemencias meteorológicas con pequeñas tormentas tropicales o incluso huracanes, aunque no es la época del año, y cómo no, la posibilidad de que se produzca una erupción volcánica.

Es de esperar que no.

El Mauna Loa entró en erupción en 2022. Por eso ese año no hubo misiones en ese análogo de Hawaii. Se retomaron el año pasado, en 2023. Todos son factores que te hacen pensar en asumir ciertos riesgos. Pero esos riesgos para nosotros no son nada comparados con los que asumen los astronautas que va a viajar en un cohete con una bomba de combustible a sus espaldas y va a realizar un acoplamiento, tiene luego que realizar una reentrada a 5.000 grados centígrados... Eso para mí sí que es asumir un riesgo asombroso. Lo nuestro no es nada.

No debería restarle méritos a lo que hacen. Yo insisto en que sin estas pruebas previas al final los astronautas no salen al espacio. ¿Y cómo van a simular el impacto de un micrometeorito o una eyección de masa coronal de sol?

Si yo supiera cómo va a ser, cuándo va a ocurrir o de qué manera; si tuviera los detalles no sería una sorpresa y una situación lo más cercana posible a la realidad. Yo tengo claro mi procedimiento de operación a realizar, pero ¿cómo lo van a hacer? ¿En qué grado de riesgo? ¿Con qué amenaza desde el centro de control respecto a la situación anómala? Todo eso lo desconocemos. Probablemente, mi comandante, es posible que tenga alguna pista, pero si nos lo contaran entonces no sería una sorpresa.

"En Hawaii puede haber movimientos sísmicos, hay menos oxígeno y la presión es menor, pueden producirse tormentas tropicales, hay huracanes y hasta puede entrar el volcán en erupción"

En nuestra misión de Astroland tuvimos de todo. De pronto, un fallo de energía general y tener que aplicar el procedimiento. Y mi subcomandante, que era ingeniera, hombro con hombro tuvimos una reunión para ver si se restablecía o montar un puente alternativo. Lo más interesante es que antes de entrar en mi primer análogo hay un psicólogo espacial de verdad, de los que en España tenemos a varios muy buenos y uno de ellos fue el que me analizó a mí, y si éste no ve en ti una inmersión absoluta en la experiencia y una predisposición total para creerte de verdad lo que estás haciendo de modo que entras en la misión totalmente mentalizado y que la vas a vivir con absoluta fidelidad y entrega, directamente no entras.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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¿Ustedes han 'muerto' en alguna misión análoga?

No se ha dado el caso. Desde que existen misiones análogas espaciales de manera organizada, hace ya 10 años, se han lamentado accidentes con lesiones, sustos grandes, pero no ha habido que lamentar ninguna muerte.

La pregunta se refería más bien a si el fallo en una simulación hubiera supuesto la muerte de los participantes de haber estado en una misión real.

En la misión Red Moon me costaba mucho lidiar con tres chicas que psicológicamente no estaban bien. El psicólogo espacial estaba las 24 horas y toda la semana disponible para hacer una sesión. En Astroland no hay contacto con el mundo exterior, pero el comandante o la comandante sí tiene un medio de contacto a través de dos microsatélites lanzados en septiembre pasado por Astroland desde la Base de Edwards de la Fuerza Aérea, en Estados Unidos, 'Astro 1' y 'Astro 2', y están orbitando el planeta para dar cobertura en esa cueva. El hecho de tener que usar ese teléfono ya indica que no hemos sido autónomos y que la misión ha fracasado.

Cuando la chica americana tuvo el accidente en las primeras horas de la misión, si ella se hubiera partido una pierna por desgracia esa misión hubiera fracasado, porque hubiera tenido que entrar un equipo de extracción para evacuarla en helicóptero. Se podría seguir la misión, pero ya estaría desvirtuada. Tuve suerte, y se libraron bien las dificultades y no hubo fracaso.

Pero con las chicas de Red Moon fue muy difícil. Yo tengo una mentalidad, a pesar de ser de letras, muy pragmática, muy científica. El hecho de estar la misión científica subordinada al rodaje de la película, con la directora de fotografía, la directora y la realizadora, me generaba una gran dicotomía. Yo quería que el experimento se realizara en unas condiciones lo más reales posibles y sin injerencias. Hubo momentos muy difíciles y al final fracasó porque tuvimos que llamar al psicólogo espacial.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Pero incluso esas experiencias son válidas, ¿no?

Lo interesante aquí es que al final es todo una experiencia de la que aprendes, y a la siguiente misión a la que vas sabes más. A la siguiente, estás más preparada. Y poco a poco te vas aquilatando, te vas haciendo más fuertes. Aprendes de tus errores, de tu debilidades físicas y sobre todo mentales. Todo eso te hace ir a la siguiente misión más aguerrida.

¿No tienen que actuar también un poco de psicólogos, especialmente cuando son comandantes o subcomandantes, con respecto al resto del equipo?

Sí y no. He llegado a estas misiones no como científica, sino como piloto. A la primera misión a la que fui me preguntó el psicólogo espacial que cuál era mi papel aquí. Le dije que lo tenía muy claro: "Mi papel es salvaguardar y proteger la integridad de las científicas. Yo soy la piloto que ha llegado hasta Marte y cuando esté dentro de esa cueva será mi hábitat en Marte; habré cumplido con mi objetivo de pilotar esa nave y cuando esté allí mi vida es la que menos interesa y es la más prescindible; la de ellas no, porque son las que van a trabajar en sus estudios y su investigación. Me preocuparé de protegerlas y de su seguridad y de los procedimientos para que puedan hacer su trabajo". Me subordine al objetivo último de la misión, que era el estudio neuropsicológico y los estudios menores de geología que iban a hacer.

"En aviación aprendes a respetar la jerarquía y aprendes sobre todo disciplina. Esa disciplina es el pegamento principal de una tripulación"

Con eso te quiero decir que aquí lo que he visto más crucial dentro de una misión y para lo que yo he tenido ventaja siendo piloto es la jerarquía. Una tripulación es herencia directa de la marina y en el espacio es todo igual. Se mantienen las graduaciones y cada uno tiene su papel y su rol. En aviación aprendes a respetar la jerarquía y aprendes sobre todo disciplina. Esa disciplina es el pegamento principal de una tripulación. Cada uno venimos de nuestra madre y nuestro padre, de una punta del mundo, de una cultura, de una etnia, de una raza, de una mentalidad, de una edad diferente, de un bagaje distinto, una personalidad y un carácter diferentes. Pero al final, cuando todos trabajamos para conseguir un objetivo o llevar a cabo nuestros experimentos personales, vamos a una.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

"Hay que tener mucho tacto y mucha consideración, porque una palabra por encima de otra, un gesto desafortunado pueden en una situación así ser pura dinamita"

Sé que en el procedimiento de eyección de masa coronal solar vamos a tener que alojarnos en algo que se llamaba una 'sea can', parecido a un contenedor de los que van en los barcos, pero es el lugar donde refugiarnos con víveres para dos días, soporte vital, dispositivo de comunicación, agua y demás y protegernos dentro de la radiación solar en su pico máximo. Pues ya estoy pensando y me preocupa lo rápidos que vamos a tener que ser. Porque como nos digan 20 minutos para la llegada del pico radiactivo y si no estamos en ese tiempo dentro del contenedor o estamos muertos o moriríamos a los pocos días a causa de los carcinomas y demás tumores.

Por tanto, el respeto a la jerarquía puede salvar vidas.

Sin duda. Hay momentos muy emotivos. Siempre hay problemas y conflictos. En mi primera misión hubo una tripulante que consideró ir más allá de lo estipulado en la actividad extravehicular para llegar hasta una especie de lago. La subcomandante se vio un poco bloqueada. Era intelectualmente un genio, muy por encima de todas nosotras, pero físicamente era más endeble y ella no se vio capaz de avanzar más. Para mí fue una prueba dura. Tuve que darle una orden de no avanzar a la tripulante que quería continuar. Yo no podía abandonar el hábitat como comandante e intenté pulsar la opinión de las dos compañeras que estaban conmigo. Una estaba a favor y otra, en contra. La última palabra es tuya, pero tenía que argumentar en perfecto inglés al control de misión y hacerlo de una forma muy clara, concisa y rápida para adoptar decisiones. Fue un momento de conflicto complicado. Se abortó la misión y se impuso mi criterio. Luego no hubo un debriefing ni un pedir explicaciones y todo se quedó allí. Se siguen órdenes y hay una orden final que cumplir. Y punto.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Hay que tener mucho tacto y mucha consideración, porque una palabra por encima de otra, un gesto desafortunado pueden en una situación así ser pura dinamita. A veces hay que tirar de diplomacia, pero para mí es un ejercicio de disciplina muy riguroso.

¿Cómo acabó en lo de Hawaii?

Tras pasar por las anteriores misiones el de HI-SEAS es un análogo talismán. Era una aspiración enorme. Hablamos de unas instalaciones que fueron levantadas por la NASA. En 2013 un grupo de astronautas de verdad, no análogos, llevaron a cabo una misión de 12 meses, luego otra de seis meses, y otra de cuatro y así varias más de la NASA, para simular lo que sería esa colonia, módulos o hábitats, estas estaciones iniciales en Marte o en la Luna, o en otro planeta. El hecho de estar allí tiene un valor incalculable. Aportas tu currículum, tu experiencia, tu impronta, y todo eso al final se traduce en que cuentan contigo. Ellos tienen delante una serie de científicos que plantean un experimento o una investigación particular y creen que unidos todos pueden llevar a cabo una misión conjunta. De este modo se facilita a HI-SEAS toda la experiencia de esa misión tratando de llevar con éxito todo lo que se nos programe a diario.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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¿Usted qué ha planteado? ¿Cuál es su experimento?

No es una mera misión recreativa. En HI-SEAS tienes que ser un científico o un paracientífico y tienes que llevar un experimento personal. El mío es un poco de orden neuropsicológico y operativo, funcional, de procedimiento. Es mi especialidad como piloto. Mi objetivo, aunque sea un sueño un poco inalcanzable o demasiado ambicioso, es confeccionar un manual de operaciones o de misiones que sea común o general a todos los análogos que hay en el planeta. Por tanto, mínimamente quiero hacer una primera toma de contacto que sería evaluar psicológica, emocional y sociológicamente a la tripulación con sus reacciones y efectos ante las operaciones espaciales, y de los procedimientos, sean normales o de emergencia, en mis compañeros o en mí misma.

"Mi objetivo en la misión es confeccionar un manual de operaciones o misiones que sea común o general a todos los análogos que hay en el planeta"

Voy a trabajar con unos cuestionarios psicológicos de tres preguntas que tendrán que cumplimentar cada noche al final del día. Son anónimos, cada uno rellena el suyo y al final tengo que hacer una valoración sobre capacidades para que te digan las cinco cuestiones en las que se sintieron más fuertes la tripulación durante la misión y las cinco en las que estuvieron más flojas. Al final no deja de ser un listado sobre todo lo que se valora en un astronauta y en una misión. Habrá también un capítulo de observaciones para que añadan lo que consideren. Todos nos vamos a ayudar a todos en sus experimentos. Mi comandante, por ejemplo, se trae un traje espacial de la Agencia Espacial Europea y tendré que ayudarle con esos prototipos de cara a un futuro traje espacial europeo.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Todo esto, y perdone que insista, es porque se sigue pensando en ir finalmente a colonizar Marte, ¿verdad?

¡Si la gente supiera de verdad lo que hay! Yo he tenido la inmensa suerte de conocer científicos, expertos, especialistas que cuentan cosas tan alucinantes. Esto es ya una realidad. Lo que nos falta es el dinero. Ya tenemos la tecnología y hemos comprobado y verificado que el ser humano está preparado para lo que le echen. Somos física y mentalmente más duros y más fuertes de lo que creemos.

"Con una colonia de 28 personas en Marte podría haber una posibilidad de procreación y de supervivencia de una colonia en crecimiento, donde podrían darse los primeros marcianos"

Marte es una realidad. Hay tres opciones, o que vayamos a Marte directamente, o que vayamos a la Luna, pero ésa la considero sumamente improbable, porque si hay tecnología para llegar a Marte ¿por que quedarse en la Luna? y porque los recursos de Marte son superiores. Y está la tercera, la más plausible, que es el Programa Artemis, a partir de 2025 o 2026, cuando por fin la primera mujer pise la Luna, seguida de un hombre de color, porque será así. Y cuando esto suceda la Luna va a ser campo de pruebas directas espaciales para ir a Marte en dos sentidos: Estudios de soportes vitales, módulos, hábitat, posibilidad de agricultora hidropónica, ingeniería, toda la parte de minería para obtener combustible o recursos gaseosos o sólidos, y también como trampolín hacia el planeta rojo como paso intermedio desde la Tierra con escala en la Luna hacia Marte. Una especie de trasbordo antes de meterte en un viaje más largo interplanetario.

He tenido la suerte de escuchar a los mejores, a los que de verdad saben de esto, y veo mucha seguridad en lo que dicen y en lo que piensan sobre que la tecnología está muy lograda y que los científicos tienen realmente preparación y determinación con todo lo que se está haciendo en Marte. Y lo que de verdad nos falta es ese dinero y una conciencia global para que se pueda poner todos los recursos sobre la mesa para hacer esto. Ya se podría hacer. Va en serio. Con una colonia de 28 personas en Marte podría haber una posibilidad de procreación y de supervivencia de una colonia en crecimiento, donde podrían darse los primeros marcianos.

Una curiosidad para terminar: ¿Qué música escucha cuando vuela?

Cuando hago acrobacia aérea lo que estoy es escuchando al motor. Y con el avión estoy pendiente de las comunicaciones de la radio a través de los cascos. Sí te puedo decir que en las misiones análogas a veces tenemos un mínimo contacto a través de un Google Drive con el planeta Tierra y honestamente lo que más me gusta escuchar es a David Bowie. Y lo hemos pedido. En mi primera misión nos estábamos portando bien y nos daban pequeños premios o recompensas. Desde el control de emisión nos preguntaron qué nos apetecía escuchar y en ese momento, ya que estamos en Marte, dije "pues a David Bowie". Y la benjamina de la misión, que es una alumna de la NASA con 17 años, me miró y dijo "¡David Bowie!" y las dos escuchábamos las canciones mientras trabajábamos reparando un casco o haciendo un test de la NASA y las cantábamos juntas.

Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
Mariló Torres posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

¿Va en serio lo de los 17 años?

En las misiones espaciales a veces pienso que soy el humilde grumete del barco. Van verdaderos genios, gente muy preparada. No sabes la gente joven, y me refiero a gente de veintipocos años, con la que te quedas asombrada. Son superdotadas o superdotados. ¿Cómo es posible que esté preparando todo lo que sería el diseño de los futuros cohetes y los futuros motores para ir a Marte una chica con 24 años? O esta chica de 17 años, por ejemplo, Zahra Ronizi, que es musulmana, la NASA la está preparando para estar en Marte.

La Nasa ya no busca hacer una convocatoria para seleccionar a gente entre 20 y 30 años para ser astronautas. La Nasa ahorra dinero y va a formar a la gente desde adolescentes. Ve gente con cualidades, con un perfil o unas características que pueden convertirse perfectamente en un futuro astronauta y ya desde muy joven los prepara. Esta chica, con 17 años, ya está en divulgación y está recibiendo clases teóricas y prácticas de la NASA. Ya es con esa edad astronauta análoga. Ya había participado en misiones anteriores. Con 18 años ahora está tomando clases de vuelo, como piloto, porque buscan a las mujeres y los hombres del Renacimiento, que toquen todos los palos, y esta chica ya recibió la noticia de que ha entrado en Harvard de cabeza. Hablamos de una élite y de una chica que tiene su camino perfectamente trazado. 

Hablaba con ella antes de irnos a dormir y le decía: "Zahra, yo voy a proyectar mi suelo en ti, porque tú vas a llegar a Marte cuando tengas 30 años y yo lo que espero es estar viva para verlo". Es muy emocionante y se crean unos lazos maravillosos. Es duro, pero muy reconfortante al mismo tiempo. Te pones al límite para poder conocer los tuyos.

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