La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara, Justicia Alimentaria, Ecocórdoba, el Ecomercado, Ingeniería sin Fronteras y el Instituto de Sociología y Estudios Campesinos, advierten de la falta de un compromiso municipal real con acuerdos como el Pacto de política alimentaria urbana de Milán (Pacto de Milán), un pacto de ciudades de todo el mundo al que se adhirió Córdoba en 2016, y que marca un camino para impulsar desde lo local la sostenibilidad del sistema alimentario.
Para el seguimiento y el impulso de estas políticas alimentarias, se constituyó en 2017 la Mesa de Coordinación del Pacto de Milán (MCPM), un foro participativo local formado por unas veinte entidades. Diez de estas entidades son de la administración –las delegaciones, organismos y empresas municipales que más tienen que ver con la alimentación, más una representación de la Consejería de Agricultura y otra del Centro Agropecuario de la Diputación–, las otras 10 son organizaciones que se distinguen por su trabajo por la soberanía alimentaria, entre las que está la Universidad –a través del Instituto de Sociología y Estudios Campesinos–, Justicia Alimentaria, Ingeniería sin Fronteras, CIC Batá, el Ecomercado, Ecocórdoba y la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara.
En los dos últimos años, han tenido lugar diecisiete reuniones de trabajo de la Mesa, y se ha elaborado un Plan de Acción por la Sostenibilidad del Sistema Alimentario que detalla 23 medidas con 84 acciones dentro de los seis ejes del Pacto de Milán. Un Plan que el propio alcalde respaldó en la presentación que se hizo en octubre de 2022 y que firmó como compromiso de gobierno ante Juventud por el Clima en plena campaña electoral.
El Plan de Acción se basa en mucho de lo acordado hace años en procesos participativos de la propia MCPM y establece medidas como la apertura de un punto de acopio agroecológico en Mercacórdoba, la inclusión de una alimentación saludable y sostenible en los programas municipales de ayudas alimentarias, la puesta en marcha de la cocina de la Foggara como proyecto comunitario o el establecimiento de criterios de compra pública coherentes con el modelo alimentario que se dice defender. La generación de políticas alimentarias sostenibles debe ser una prioridad en las políticas municipales, ya que pueden impulsar la construcción de "sistemas alimentarios locales sostenibles, resilientes y respetuosos con el medio ambiente; inclusivos, seguros y diversificados para asegurar comida saludable, sostenible y accesible al conjunto de la población; y potenciadores del empleo local", como promueve la Red de Municipios por la Agroecología, de la que el Ayuntamiento de Córdoba acordó formar parte.
Además, estas acciones vinculan directamente el Pacto de Milán con el Plan Municipal del Cambio Climático (2022-2030) al incluir la transición socioambiental del sistema alimentario como estrategia de mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático y de preservación de la biodiversidad, así como ser un marco garante para asegurar comida sana y accesible a toda persona en un marco de acción basado en los derechos humanos.
Sin embargo, a pesar de que muchas de estas medidas del Plan de Acción están reivindicadas por la MCPM desde hace bastante tiempo, las principales de las que afectan al ayuntamiento avanzan poco, o nada en absoluto, y están huérfanas de recursos humanos adecuados y financiación.
Las organizaciones firmantes denuncian la falta de voluntad política municipal para cumplir estos acuerdos por la sostenibilidad del sistema alimentario, al punto de que Córdoba ya no figura como ciudad miembro del Pacto de Milán, ni tampoco ha regularizado su pertenencia a la Red de Municipios por la Agroecología, a la cual nos adherimos en 2017.
Para colmo, la reunión de la Mesa que debía tener lugar el martes 19 de septiembre –cuya fecha se había acordado el pasado 20 de junio– se desconvocó unilateralmente, al margen de la decisión de la propia MCPM, que precisamente había reclamado que se mantuviese la actual secretaría y que hubiese asistencia del responsable político municipal, quien no ha estado presente en las últimas reuniones celebradas.
Desde las firmantes se hace un llamamiento al Ayuntamiento para que cumpla sus compromisos y los acuerdos internacionales firmados que implican esta crucial tarea de avanzar hacia otro sistema alimentario, más justo y saludable y menos vulnerable a la crisis climática, económica y energética.
Asimismo, se insta al alcalde a que haga creíble el compromiso sobre la sostenibilidad que ha declarado querer para Córdoba, y que de momento no se ha hecho efectivo.
Las organizaciones de la sociedad civil están altamente implicadas en esta transición ecosocial del sistema alimentario, con una gran disposición a trabajar con las instituciones públicas en aras de un bienestar común para toda la población, por lo que demandan que la actividad de la MCPM no se interrumpa y sea comprometida en el impulso de una estrategia alimentaria a través de políticas con recursos tangibles asociados.
