La secretaria general del PSOE cordobés, Rafi Crespín, reflexiona sobre lo que ha sido la campaña, con sus luces y sombras, con lo bueno, lo muy bueno y lo malo, y sacando lecciones de cada aproximación a la ciudadanía que lleva a cabo, bien en actos electorales o con paseos por los municipios de la provincia.
El calor ha enseñado a su partido a tratar de llegar a la gente a través de otros cominos, además de el directo, y han encontrado en las redes sociales un aliado muy valioso que han aprendido pronto a utilizar para hacer que su mensaje cale, "y creo que lo hemos conseguido".
Durante toda la entrevista, esta mañana en la sede del PSOE, no ha parado de sonreír, porque tiene una corazonada con estas elecciones, hasta que se le ha preguntado su opinión sobre la carta semanal a los fieles del obispo, Demetrio Fernández, hablando de la cita con las urnas, porque, como creyente que es, se ha sentido "muy decepcionada" por haberse metido en política.
¿Qué balance me puede hacer de la campaña en sus horas finales?
El balance es muy positivo. Creo que hemos llegado a todos los puntos de la provincia y hemos conseguido el principal de los objetivos en todas las campañas, que es movilizar al electorado. Por tanto, hemos visto una línea ascendente. Al principio, siempre nos pasa a la izquierda que empezamos las campañas bajos de ánimo y sin querer implicarse mucho en los actos, pero luego hemos visto esa línea ascendente de que la gente se moviliza en los actos, que es lo que he podido comprobar en esta última semana. Se ha movilizado muchísimo en las redes sociales, porque esta campaña tiene mucho de excepcional por el calor y se ha movido mucho todo por redes sociales, lo que nos ha ayudado mucho a que el mensaje que hemos lanzado a través de los medios de comunicación llegue a todos los sitios.
¿Dice que el calor ha sido determinante?
Sí, claro. El calor es un factor que influye en una campaña electoral y que indiscutiblemente no te permite celebrar actos públicos en la calle con gente. Es insoportable estar en la calle a las ocho, a las nueve, a las diez, a las once y a cualquier hora, con una ola de calor. Por tanto es un factor que influye mucho, pero también nos ha permitido descubrir otras formas de llegar a la gente. Hemos reforzado mucho todo lo que es la comunicación a través de las redes sociales. Nosotros, principalmente, a través del Canal de la Militancia, que nos permite a nivel interno que a todos los militantes les llegue todo de forma continua. Y llegamos también a la opinión pública a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
"Hemos conseguido movilizar mucho todo por redes sociales, y eso nos ha ayudado a que el mensaje que hemos lanzado a través de los medios de comunicación llegue a todos los sitios"
¿Aproximadamente, cuántos actos han llevado a cabo y en cuántos municipios han estado?
¡Uf! Muchísimos. Hemos hecho unos cinco o seis actos diarios. Y en esto tenemos que contar con que estamos principalmente los cuatro candidatos primeros del Congreso, tanto el propio Luis (Planas), yo misma, Alberto (Mayoral) y Esperanza (Caro), además de Pilar Algar, la chica de Juventudes, que ha hecho también mucho actos y convocatorias, y luego los tres compañeros del Senado, María Ángeles Luna, Alfonso (Muñoz) y Carmen (Lara), y hemos estado todos en todos los puntos de la provincia.
¿Han pasado por todos los municipios cordobeses?
Todos, no, pero sí en un 70%, y en algunos de ellos, dos veces. En todas las comarcas, por supuesto. La campaña ha sido bonita en ese sentido, porque ahí los socialistas siempre nos crecemos mucho. Nos gusta la campaña y la cercanía. Y, aún haciéndolo a través de los medios de comunicación, el hecho de ir a Priego a hablarle a la gente de allí siempre nos gusta. Nos hemos movido mucho.
¿Cree usted que ha calado el mensaje que les ha querido transmitir su partido? Por cierto, en resumen, ¿cuál es ese mensaje?
Sí, afortunadamente ha calado. Hoy puedo decir que sí, aunque al principio de la campaña tenía muchas dudas de que fuéramos capaces de conseguir el objetivo principal, que era desenmascarar la estrategia de la derecha. Todo el mundo que se pare a reflexionar dos minutos puede estar conmigo en que era una estrategia planificada y diseñada para demonizar al adversario. Nosotros queríamos que la gente supiera que eso estaba elaborado, que no era verdad, que se estaba haciendo uso de la mentira y que para ir contra el PSOE no se podía caer en el simplismo de ir contra lo que ellos llaman de forma infantil el 'sanchismo'.
"Cualquiera que se pare a reflexionar dos minutos coincidirá conmigo en que la estrategia de la derecha estaba planificada y diseñada para demonizar al adversario"
No puede ser que un partido con 144 años, con lo significa, con los cuatro años de Gobierno que hemos tenido tan complejos, con las 214 leyes que hemos sacado, que todas y cada una de ellas tienen rostro humano, que se han hecho para ayudar a la gente de este país, no puede ser que no pongan a reflexionarse sobre ello, a valorarlo y se caiga en el simplismo de 'vamos a derogar el sanchismo' porque 'Sánchez es un maldito', 'es un demonio', 'es una mala persona' y hay que echarlo como sea.
Nosotros queríamos, en definitiva, que la gente viera que no todo vale en política, que la mentira y la desinformación atentan contra la propia democracia, queríamos que vieran que todo estaba como muy elaborado, pero que era muy ficticio, muy falso, y queríamos que vieran lo que en una campaña tienen que ver, y es a lo que se debe dedicar una campaña que se precie con un partido que se precie y una democracia madura.
¿Y es?
Una campaña tiene que hacer, por una parte, una relación de cuentas de qué se ha hecho. Yo entiendo que el PP se haya escondido. Es normal: No ha hecho nada. Se ha limitado a votar en contra de todo. Y luego, en una campaña hay que hacer propuestas de futuro. Y cuando la única propuesta que tiene la derecha, a través del señor Feijóo, es derogar el 'sanchismo' entiendo que también es muy difícil explicar eso como propuesta de futuro. Creo, por tanto, que hemos conseguido que eso calara al final.
¿Por qué? ¿En qué lo han notado?
En el hecho de que al final la gente lo vea como un mentiroso. Es algo que lo han podido ver todos los españoles y españolas. Y a la gente medianamente honesta y honrada no les gusta la mentira. Y menos de alguien que supuestamente aspira a ser ni más ni menos que presidente del Gobierno. Creo que también han hecho mucho daño los viajes de Feijóo en yate con el narcotraficante gallego Marcial Dorado, que lo ha estado negando creo que hasta hoy, en declaraciones en la Cope. ¡Hombre! Navegar junto a un capo del contrabando y un narco bien merece el enfado de todos. Que la droga ha hecho mucho daño, ¿eh? Que hay muchas familias destrozadas y hay mucha gente joven que ha tirado por la borda su vida con ese problemón. Y que un aspirante a presidente del Gobierno, ni más ni menos, sea el que haga esas cosas, creo que ha quedado por completo desacreditado.
"Creo que también han hecho mucho daño los viajes de Feijóo en yate con el narcotraficante gallego Marcial Dorado, que lo ha estado negando creo que hasta hoy, en declaraciones en la Cope"
Yo lo veo así, y me alegra que la gente mayoritariamente también lo haya visto. Lo creo porque la gente me lo comenta en la calle y se queda con dos mensajes muy sencillos: Que miente y con mentirosos no puedes estar ahí, y el hecho de que ciertos medios de comunicación financiados por la derecha hayan incluso faltado a lo que es su código profesional como periodistas de no contrastar la información y no aportar una información veraz, cosa que tampoco gusta a la ciudadanía. El ejemplo lo tenemos en la propia periodista de la televisión pública Silvia Intxaurrondo cuando lo desenmascaró, y eso pienso que igualmente marcó un antes y un después. Al final la gente prefiere quedarse con lo bueno, con lo limpio, con lo honesto.
La gente, en unas elecciones, se mueve mucho por sensaciones. ¿Cuáles son las suyas propias y particulares al final de esta campaña?
He sacado sensaciones muy buenas, pero también tengo mis dudas. Me dijo una vez un compañero que hay que tener cuidado, porque no siempre son las emociones las que influyen en una campaña. También influye lo peor de la condición humana, y por eso yo, en algunas declaraciones me habéis oído hablar de las tripas. Parece que también se hace mucha política con las tripas, con lo visceral, y es lo que ha hecho la derecha incentivando al odio, rompiendo carteles, con los insultos en la calle. Que se permita insultar al presidente del Gobierno, que es el de todos y todas, incluso de aquellos y aquellas que no lo votaron, porque eso significa vivir en democracia, y que encima se vea que esos insultos sean 'lo normal' y estén valorados y apoyados por los primeros espadas de partidos políticos que aspiran a presidir este país, me parece algo muy peligroso.
"Confío en que la mayoría social de este país esté en lo positivo, en lo limpio, en la convivencia, en el construir y no en destruir algo que ha costado mucho"
Pero, claro, tampoco soy una ilusa y entiendo que si lo hacen es porque saben que ese odio puede calar, puede tener incidencia y que al final la gente es posible que se mueva más porque se odia algo que porque se quiera algo. Es siempre más fácil destruir que construir y, lamentablemente, han optado por coger ese camino.
Yo confío en que la mayoría social de este país esté en lo positivo, en lo limpio, en la convivencia, en el construir y no en destruir algo que ha costado mucho. Tener una democracia como la que tenemos hoy en día y un país como el que tenemos en estos días ha costado muchos años, muchos gobiernos, muchos esfuerzos. No sólo por lo gobiernos, sino por parte de toda la población y toda la ciudadanía. Por toda la sociedad. Pienso, y espero, que eso vaya a primar y vaya a pesar más que lo fácil.
Usted ha tenido la inmensa suerte de estar en contacto directo todos estos días con los cordobeses y cordobesas de la provincia. ¿Cómo diría usted que son esos cordobeses y cordobesas de hoy? ¿Cómo somos?
Lo primero que tengo que decir es que quiero mucho a la gente. Si quiero a la política es porque quiero a la gente. Todo parte de ese principio. Lo digo y lo aclaro, porque a lo mejor no soy muy objetiva al hablar de eso. Acabo de llegar esta mañana de La Viñuela y he tenido el placer de encontrarme con cuatro o cinco personas a las que quiero mucho y eso, el contacto con la gente, siempre te llena de energía.
"La política también está para no estigmatizar, para que en la Atención Primaria haya una atención a la salud mental, para que ayudemos a esa gente a que sea feliz sin pastillas"
Quien haya seguido mi campaña, habrá comprobado que como las redes sociales eran un instrumento con el que hacer política, y a mí la política que me gusta es la de altura, la limpia, la que le pone rostro humano a las medidas del Gobierno, he hecho unos TikTok con distintos perfiles, que no son del partido, para evitar ir a lo fácil, porque tampoco me gusta eso. Hice uno con un pensionista, Juan Luis, que habla de lo que ha supuesto la subida de las pensiones. Hice otro con Rafi, que es una empresaria autónoma y que puso en valor cuando vino la pandemia el apoyo recibido por el Gobierno y el hecho de que se pusieran en marcha los ERTEs.
Hice un TikTok con una chica activista y gran defensora de la salud mental, porque vive de cerca lo que es el drama de la enfermedad mental. En esto hay mucho estigma y sé que muchas familias viven con depresión, con ansiedad, mirando a la soledad, y muchos y muchas viven con Trankimazin y Diazepam, y todo está muy oculto, pero creo que la política también está para no estigmatizar, para que en la Atención Primaria haya una atención a la salud mental, para que ayudemos a esa gente a que sea feliz sin pastillas. La política tiene mucho de eso también. Hice ese TikTok para poner en valor la sanidad pública e incorporar ese elemento en la Atención Primaria.
Hice otro con una chica joven que valoraba que el transporte gratuito le ha permitido ahorrar a su familia un dinero sin el que se les hacía muy cuesta arriba llegar a final de mes, y con un transporte gratuito tú vas y vienes a tu lugar de estudio y no tienes que pagar un piso alquilado en Córdoba ni en Sevilla, y eso es dinero que se deja de gastar para usarlo en otras necesidades básicas.
"Creemos tremendamente que es bueno para el padre poder disfrutar de su bebé y para el bebé poder disfrutar de ambos progenitores y no sólo de su madre"
Hice otro con un becario en la Facultad de Derecho, porque gracias a esa ayuda él podía estar estudiando una carrera siendo hijo de clase humilde y obrera. Terminé ayer con un chico que acaba de ser padre, con los permisos de paternidad. Me gustó mucho ese TikTok, porque cuando pusimos en marcha el permiso de paternidad junto al de maternidad al principio los padres no solían cogerlo y eso ha cambiado en ese ánimo que tenemos de seguir con la igualdad real entre hombres y mujeres. Creemos tremendamente que es bueno para el padre poder disfrutar de su bebé y para el bebé poder disfrutar de ambos progenitores y no sólo de su madre.
Pues todo eso es que las 214 leyes aprobadas por el Gobierno tienen un rostro humano. Todas ellas. Y eso es la política, por mucho que la derecha nos quiera llevar a algo oscuro y feo. Pero me he alargado y quiero resumir...
Pues eso, dígame cómo ha visto que somos los cordobeses y cordobesas.
Pues muy buena gente. Muy trabajadora, gente normal, gente que vive el día a día intentando sacar adelante sus cosas. Gente noble y buena, en definitiva.
¿Y qué ha aprendido usted de ellos y ellas?
Aprendí mucho. Siempre. Pero principalmente me miro en la sencillez y la cercanía con la que se vive. Cuando llegué a Córdoba la primera vez me decía ¡madre mía, una ciudad!', porque yo era de una aldea de un pueblo, concretamente del departamento de Monte Alto, en La Carlota. Es que yo recordaba venir a la capital sólo al Reina Sofía o al Sector Sur, porque estaban ahí las consultas de especialistas. Cogía el autobús de línea para ir y venir a la ciudad. Y había mucha gente que me decía '¡pero si Córdoba es un pueblo grande!', y al final la gente aquí vive como en un pueblo de mayor tamaño. Y sí, creo que lo es, y me siento muy bien en Córdoba y puede que sea por eso, porque tiene muchas similitudes con el pueblo. Y yo soy muy de pueblo.
Una vez finalizados los actos de campaña y cuando se quedan a charlar, ¿qué le dice la gente? ¿De qué hablan? Y me refiero no sólo a los de su partido, sino a los rivales, que con alguno habrá hablado también porque se le habrán acercado.
Los que son del PSOE, pues lo de siempre: Dándote mucho ánimo, 'aguanta', 'esto lo vamos a hacer bien', 'ya verás cómo sale todo bien', 'ya queda menos', 'hace mucho calor'... Lo normal. Quien es de tu línea política y te quiere, pues te apoya y te anima a seguir hasta el final y con ilusión. Y quien no lo es, que, afortunadamente, tengo muy buena relación con muchos, estamos todos un poco a verlas venir.
Explíquese, por favor.
Es que creo que estas elecciones van a estar muy disputadas. Creo que todos somos conscientes de que esto ha sido como una montaña rusa. Unos empezaron muy alto, se vinieron abajo porque otros subimos, luego estábamos arriba y nos vinimos abajo; subieron ellos... En fin, una auténtica montaña rusa. Y esa sensación creo que la tenemos todos. La tiene la izquierda y la tiene la derecha. Y estamos un poco a la expectativa de a ver qué pasa. Y eso no deja de ser lo emocionante de estas cosas y de una democracia.
"Ha sido un poco como una montaña rusa: Unos empezaron muy alto, se vinieron abajo porque otros subimos, luego estábamos arriba y nos vinimos abajo; subieron ellos... Y eso es lo emocionante"
Así tiene que ser una campaña electoral. Lo que no se puede es dar por hecho, como hizo el señor Feijóo y la derecha, de que iban a ganar las elecciones desde el principio. No, mire usted, porque las elecciones las ganan los ciudadanos y las ciudadanas en las urnas, y cuando se manifiesten ya veremos quién gana. Pero eso de, a priori, ya decir que va a ser el presidente del Gobierno, pues no, un poquito de humildad. Que esto es muy largo y estamos a la expectativa. Es algo bueno, porque anima a los ciudadanos y las ciudadanas a seguir una campaña de cerca, escucharnos, vernos y hablarnos, y éstos son elementos que les puede ayudar a tomar su decisión libre y reflexionada de aquí al domingo.
Dígame una anécdota que le haya dejado buen sabor de boca y otra que no tanto en esta campaña.
Tengo devoción por la gente mayor. Me dejan siempre muy buen sabor de boca. Ayer, sin ir más lejos, me pasó en Benamejí. Cuando veo la forma de emocionarse de la gente mayor me emociono también. La forma en la que las lágrimas le asoman a los ojos te dice que detrás hay mucha historia, hay mucho que demuestra que llegar hasta donde estamos ahora no ha sido fácil. Y como pueden echar la mirada atrás y recuerdan muchas cosas, se emocionan. Ayer uno de ellos me dio un abrazo que casi me rompe, y eso es, sin duda, lo mejor.
"La gente joven no merece ver una campaña sucia, con pintadas en la parada del autobús donde mis niños se suben para ir al cole, a base de insultos a Pedro Sánchez, a mi persona y a la democracia"
Lo peor de esta campaña ha sido algo que denuncié en mis redes sociales, que fueron las pintadas, el insulto. No merecemos eso como ciudadanos y ciudadanas que somos. La gente joven no merece ver una campaña sucia. Hay que respetar a las instituciones y a la democracia. En las campañas los pueblos se empapelan con las distintas opciones políticas que hay y te permite reflexionar y mirar con respeto. Luego cada uno vota libremente lo que quiere. Pero de ahí a romper carteles, a hacer pintadas en la parada del autobús donde mis niños se suben para ir al cole, con los insultos a Pedro, el presidente del Gobierno, y a mi persona y a la democracia. Eso es lo peor con diferencia. Y eso es peligroso y yo llamo mucho la atención sobre esas cuestiones.
El obispo de córdoba, Demetrio Fernández, ha solicitado que se vote a los partidos que defiendan la vida y la familia, mientras que ayer el presidente de la AJE, Félix Almagro, demonizó la Reforma Laboral y el incremento del SMI, ¿qué piensa al respecto?
Yo estoy muy defraudada con mi obispo. Porque también es mi obispo. Es que Don Demetrio es el obispo de todos y de todas, y se lo dice una persona que es creyente, que está bautizada, que hizo la comunión, casada por la iglesia, que mis hijos se bautizaron y han hecho la comunión y estoy muy defraudada. Porque es el obispo de toda Córdoba. Y es, además, el obispo de muchos ciudadanos y ciudadanas que votan y van a votar a opciones de izquierda. Porque él no puede tener una percepción cerrada de lo que deben ser las libertades y los derechos y, además, utilizar su puesto de obispo para incidir y tratar de influir. No. Estoy muy defraudada. Y lo digo desde el máximo respeto. A Don Demetrio lo respeto mucho, y él lo sabe; y él me respeta a mí, porque donde nos vemos se nota, pero es que estoy muy defraudada, porque no puede perder nunca de vista que es el obispo de todos y de todas y no debe entrar en política. La iglesia no debe entrar en política.
¿Y de la AJE?
Eso es deteriorar, al final, las organizaciones. Porque hablamos de que es el presidente de todos los empresarios jóvenes. Entre los empresarios jóvenes digo yo que habrá quien vote al PP, quien vote al PSOE, quien vote a Sumar, siempre libremente. Yo no estoy de acuerdo con la idea de que todos los empresarios son de derechas. Eso es totalmente falso. Es más, yo soy la mujer de un autónomo y sé que mi marido no vota a la derecha. Y he sido alcaldesa en un municipio, La Carlota, que es tremendamente emprendedor. Yo diría que La Carlota, junto con Fuente Palmera, es el municipio donde más autónomos y emprendimiento hay por metro cuadrado. Yo he sido alcaldesa allí y sé lo que hay. Eso que ha dicho el presidente de la AJE me parece un abuso de poder.
No sé por qué alguna gente cree que puede decir lo que quiera por voz de un colectivo. Ayer mismo, sin ir más lejos, denunciamos a la alcaldesa de Palma del Río, porque cometió un abuso de poder y eso no hay que permitirlo. Es que no es ni bueno ni sano. Yo me siento muy defraudada. Especialmente con Don Demetrio.
¿Se atreve a vaticinar un resultado?
Pues sí. Yo creo que vamos a ganar las elecciones. No las vamos a ganar como a mí me gustaría, con una mayoría holgada, pero la izquierda, el bloque de izquierda, va a ganar las elecciones.
