El Ayuntamiento de Córdoba, de la mano de la vecindad del barrio del Zumbacón-Gavilán, va a poner en marcha una experiencia piloto de aparcamiento vecinal, que funcionará de forma similar a una zona ACIRE, aunque de modo mucho más flexible, con libre circulación, y con una capacidad para unas 257 plazas.
Según ha expuesto el concejal de Inclusión, Accesibilidad y Movilidad, Bernardo Jordano (PP), la iniciativa ha sido diseñada por los vecinos y vecinas de un barrio, que muestra unas características ideales para ello: "Es prácticamente todo residencial, salvo el Centro de Discapacidad de la Cruz Blanca o un taller de coches; no hay ni comercio ni hostelería, son edificios residenciales de una altura y carecen de aparcamiento subterráneo ni cocheras propias donde dejar el vehículo". Un espacio, por tanto, que "hace que tenga unas necesidades permanentes de parking que hay que atender y resolver".
La propia fisonomía del espacio donde se va a poner en marcha, muy probablemente en los primeros días de diciembre próximo, ayuda a esta idea, puesto que el "perímetro de control que se requiere, ya está hecho prácticamente" y a eso se implementará un sistema de control con seis cámaras de vigilancia, tres de entrada y tres de salida. De este modo, cuando entra un vehículo, el sistema le lee la matrícula, le concede el tiempo de cortesía para permanecer allí, "y si no lo detecta otra cámara de salida avisa a un coche de control de la Policía Local para que vea si tiene que denunciarlo o no".
Ese espacio de tiempo de cortesía, según Jordano, se establecerá entre los 15, 20 o 30 minutos.
Y si bien se puede circular libremente por ese espacio, no se puede estacionar por más tiempo del establecido. Una fórmula que viene bien, por ejemplo, para quienes tengan que ir y venir a recoger a los alumnos del CEIP Pedro Barbudo y tengan que esperar un rato.
Por tanto, se va a aplicar un procedimiento que se comunicará a los vecinos debidamente, muy similar al control de autorizado que se establece en las ACIRE, y durante los primeros días se verá el funcionamiento y las mejoras necesarias que haya que aplicar. Entre ellas, por ejemplo, cómo comunicar las matrículas de los vecinos o de los que no son vecinos pero vienen a visitar a familiares o amigos, o quienes tengan negocios en el barrio, y también zonas que quizá haya que modificar en parte las plazas de aparcamiento.
"Este procedimiento, que será para todo el año, nos sirve de prueba piloto que ya veremos si se puede llevar a otras zonas de la ciudad", ha indicado Jordano.
Las medidas a implementar las tiene que poner en marcha EYSA, la adjudicataria del control de la zona azul, por lo que habría que aplicar previamente una ampliación del contrato con la empresa.
El alcalde, José María Bellido (PP), por su parte, ha explicado que todas estas cuestiones han sido explicadas a la vecindades en una reunión previa, tanto a nivel individual como de asociación, y su objetivo es "mejorar la calidad de vida de los vecinos de Córdoba", y ya ha avanzado que, a sugerencia vecinal, podría reunirse el número de plazas, "porque quieren dejar libre la calle de acceso, y me parece razonable".
Esta medida es igualmente sostenible, porque evita que haya coches circulando en busca de un sitio donde aparcar, y se realiza a través de nuevas tecnologías, como son las cámaras de control o los procedimientos telemáticos. "Vamos a evitar que este barrio, y otros en el futuro de similares características, se convierta en un receptáculo de vehículos de otros barrios, porque no podemos consentir que haya zonas de la ciudad que se conviertan en grandes aparcamientos para otros".
