JUNTA DE ANDALUCÍA

La Junta abonó el pasado año 2,94 millones en ayudas a más de 2.000 agricultores y ganaderos para la contratación de seguros

El delegado de Agricultura destaca que la provincia ha sido la que más ha aprovechado estos incentivos de toda Andalucía

 

Vacuno de leche

La Junta de Andalucía abonó el pasado año 2,94 millones en ayudas a 2.282 agricultores y ganaderos que firmaron una póliza de seguro para sus explotaciones agrícolas, ganaderas y forestales, según ha informado el delegado de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan Ramón Pérez, quien ha explicado que “uno de cada cuatro euros de esta línea de ayudas llegan a Córdoba, que es líder en la comunidad y la que mejor aprovecha estos incentivos”.

El delegado ha destacado la “apuesta de la Consejería por la implantación del seguro agrario” y ha avanzado que “este apoyo a agricultores y ganaderos va a continuar en el año 2022 con un presupuesto de más de 12 millones de euros para Andalucía”.

Como ha explicado Juan Ramón Pérez, los seguros agrarios “son actualmente un elemento indispensable en una explotación agraria y los agricultores y ganaderos, como empresarios, son cada día más conscientes de la necesidad de asegurar sus producciones ante cualquier eventualidad de tipo meteorológico o biológico”. Estas subvenciones suponen un apoyo de la Junta de Andalucía para los agricultores y ganaderos que se suman a los incentivos que concede la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa) para la contratación del seguro agrario combinado. 

El delegado ha resaltado la evolución de los pagos a seguros agrarios en la provincia. En 2019 se concedieron ayudas por 2,07 millones de euros a 1.972 beneficiarios, mientras que en 2020 se abonaron 2,35 millones a un total de 2.109 agricultores y ganaderos. “Las cifras de 2021 consolidan la tendencia, de modo que los beneficiarios se han incrementado en un 16% en solo dos años y las ayudas han aumentado un 42%”, concluye Juan Ramón Pérez.

Por último, ha señalado que de esta manera, “se cumple con el compromiso con los productores respaldándoles en la contratación de los seguros agrarios para proteger sus producciones ante situaciones complejas como, por ejemplo, las catástrofes climáticas ya que los seguros son la mejor herramienta para garantizar la rentabilidad de sus explotaciones”.