Vecinos, vecinas, representantes del Consejo de Distrito Sur, del Consejo del Movimiento Ciudadano y otros colectivos se han concentrado a las puertas del centro de Servicios Sociales de la calle Motril para pedir que "no se cierre, que haya presencia permanente policial y que se atienda o en La Normal si fuera posible o en el centro cívico Arrabal del Sur, de modo que haya dos edificios para para tanta población como tenemos aquí".
La presidenta del Consejo de Distrito Sur, Mariló Damián, ha explicado que desde el pasado 21 de febrero las puertas del centro de Servicios Sociales se cerraron, con "un cartel colgado en la puerta, que ahora han quitado ya, y que decía dónde se tenían que dirigir las personas usuarias", es decir al edificio de La Normal y al centro cívico Arrabal del Sur, como ha decidido el Área municipal de Servicios Sociales.
En este punto, Damián ha lamentado que para toma esta decisión se haya hecho a espaldas del movimiento ciudadano y sin respetar el reglamento de participación. "Es cierto que no esta cerrado a cal y canto, porque se abren para los talleres de Fundación Adsam y para las atenciones de la ETF, pero sí para los usuarios y usuarias", ya que se han llevado a todo el personal a La Normal y en días puntuales van al centro cívico Arrabal del Sur", ha añadido.
Por lo pronto, la decisión del Ayuntamiento ha generado bastante malestar entre la ciudadanía porque "los ordenanzas de Participación Ciudadana no tiene mucha información para ayudar a los usuarios de Servicios Sociales y el señor de seguridad que hay en la puerta tampoco tiene por qué coger el teléfono y recoger las citas para trasladarlas a las trabajadoras sociales".
Ese primer cartel explicaba que se cerraba el centro porque no había personal para atenderlo, pero se han dado casos de que personas que no saben leer o bien no tienen el idioma español como materno not se enteraban de lo que tenían que hacer, aparte de que hay usuarios con dificultades de movilidad que ahora se tienen que desplazar más de un kilómetro "por calles poco transitables, porque el abandono del Ayuntamiento hacia este Distrito llega hasta ese punto", ha señalado Damián.
La presidente del Consejo de Distrito Sur ha explicado que la responsable de Servicios Sociales, Eva Contador (PP), contactó con ella para decirle que se trasladaba al personal, "pero en ningún momento dijo que se iba a cerrar el edificio o que en este centro de Servicios Sociales no se iba a quedar nadie para atender". En esa misma conversación se justificó el traslado en que las trabajadoras sociales están recibiendo amenazas.
"Yo entiendo que tienen que cuidar a su personal, pero este edificio lleva abierto más de 40 años, y aparte de las amenazas y peleas de los 80 y los 90, apenas pasa nada, porque este distrito ni es un gueto ni estamos en el Bronx ni somos asesinos en serie y estamos hartos de su afán de estigmatizarlo". Como ejemplo de ello, ha señalado que hay 135 expedientes en ese centro para una población de 37.000 personas.
Además, Damián ha indicado que si son las mismas personas a las que se atiende tanto en la calle Motril como en La Normal o en Arrabal del Sur, "si de verdad hay amenazas, aunque nadie dice nada al respecto, ¿qué cambia para que en los otros sitios que han elegido no se vayan a producir?".
Damián ha recordado que en medio siglo se han producido dos agresiones físicas y que, a pesar de todo, en lugar de cerrarlo "tendrían que haberse sentado con el Consejo de Distrito y haber establecido una patrulla de la Policía Local presente de forma continua, porque ya ha existido, y, de hecho, hay un despacho de la Policía Local con una agente, Paqui, que permaneció allí hasta que se jubiló, y no ha habido problemas". Al respecto, la presidenta del Consejo de Distrito ha recordado que en otros puntos de la ciudad existe esa presencia policial, como es el caso de Villarrubia.
Por otro lado, la presidenta ha recordado que el plan de uso de La Normal señala que no se pueden trasladar los Servicios Sociales allí. "En 2020 cuando pedimos que se extendiera los Servicios Sociales tanto allí como aquí, nos dijeron que no y ahora sí se lo llevan a un edificio que ni siquiera está terminado todavía".
