Marisa Gutiérrez junto a su hermana Olga han tomado el relevo generacional de la firma de moda cordobesa Matilde Cano. Una empresa familiar que nace en un pequeño taller en 1978 y crece hasta vender sus diseños en todos los países del mundo.
La semana pasada presentaron su Summer Collection 2019 en la Barcelona Bridal Fashion Week adonde se desplazó parte del centenar de empleados para que todo estuviese perfecto en ese universo regio de la Edad Media en el que se ha inspirado la colección.
Sin embargo, aunque contaban con personal del taller, Marisa y Olga llevaban su almohadilla de alfileres en su brazo para ultimar cualquier detalle.
"Cómo no nos íbamos a dedicar a la moda, si el taller ha sido un segundo útero, he dormido cientos de veces en las estanterías de telas" ha contado Marisa a este periódico en una edición de la pasarela donde Matilde Cano, su madre y artífice de la empresa que lleva casi medio siglo vistiendo a novias, madrinas, invitadas, el visionario empresarial, Antonio Gutiérrez han visto como el futuro de la marca cordobesa está más que garantizado. Sus hijas, directoras creativas, y sus nietas, jóvenes pero también pendientes de cada detalle, han mimado cada prenda, a cada cliente, a cada modelo como si se tratase de las mismísimas princesas medievales de la colección.
Matilde Cano tiene cuatro tiendas propias pero más de 600 puntos de venta en todo el mundo con clientes multimarca a los que se suman las clientas que compran directamente de la web o incluso a través de redes sociales atendemos pedidos. En Italia e Irlanda tiene distribuidor propio pero en el resto, por medio de la red internacional logística, hacen llegar en pocos días los diseños para esas ocasiones especiales.
Una firma cordobesa, con sede neurálgica en la capital, donde tienen el taller, pero que mantiene abierto mercado en países como Francia, Italia, Portugal, Irlanda, Arabia Saudí o diferentes países de Europa del Este. ¿Sigue siendo Córdoba la inspiración?
Vamos a ver, nosotras nos nutrimos de ideas, colores, tejidos, diseños de todos los países por los que viajamos, pero es cierto que nuestra casa está en Córdoba, somos cordobesas, nos hemos criado oliendo en primavera ese maravilloso azahar en hemos repartido en nuestro desfile a los espectadores y eso está en nuestro ADN. Vestimos a novias de todo el mundo pero en nuestras creaciones siempre hay un detalle, una flor, una pedrería que evoca a Córdoba.
¿Cómo es la mujer cordobesa actual?
Vivimos en una sociedad global y ahora tenemos acceso a todo tipo de prendas retail por un precio asequible a cada bolsillo. En Córdoba se viste muy bien, somos elegantes, nos adaptamos a las circunstancias y solemos elegir siempre aquella prenda que nos sienta bien, que se adapta. Además la mujer cordobesa en general tiene irradia esa belleza mediterránea ya sea en un cóctel o simplemente en una cena con amigos.
En Córdoba se viste muy bien, somos elegantes, nos adaptamos a las circunstancias y solemos elegir siempre aquella prenda que nos sienta bien, que se adapta
Sin embargo, Matilde Cano no ha entrado en la industria retail.
Porque queremos seguir mantenido unas prendas únicas, especiales, que acompañen a la mujer en momentos importantes de su vida; ya sea en la comunión o bautizo de sus hijos, en su propia boda o llevando a sus hijos al altar. Queremos que el traje de Matilde Cano cuando se vea colgado en el armario evoque un sentimiento especial ligado a un momento único. Hacemos trajes con sentimientos.
Principalmente porque Matilde Cano es un equipo humano, donde las modistas de vuestro taller se encargan de que cada pieza de cada vestido esté ensamblada a la perfección.
Cada parte de nuestros vestidos pasan por las manos de nuestras modistas y artesanas, eso es clave y se nota en el diseño. Cuando te pones uno de nuestros trajes, llevas el esfuerzo de medio centenar de mujeres modistas, muchas de las cuales llevan años en la empresa. También hay parte de Olga y de mi, desde los primeros bocetos hasta el diseño final.
Cuando te pones uno de nuestros trajes, llevas el esfuerzo de medio centenar de mujeres modistas, muchas de las cuales llevan años en la empresa
Y además, en la tienda de la calle Gondomar estáis vosotras e incluso Matilde Cano.
¡Por supuesto! Es lo que más nos gusta; el contacto con nuestras clientas, con sus familias, probarlas, adaptarle los vestidos a un cuerpo real. Tenemos tallaje hasta la 52 y siempre se puede adaptar al cuerpo de la mujer. Mi madre, mi hermana y yo después del taller nos vamos a las tiendas a probar a novias, madrinas o invitadas. No concebimos la parte final de otra manera.
Pero no podéis hacer eso con una novia de Dubai, de Sidney o de Nueva York.
Bueno, te sorprendería adónde nos hemos llegado a desplazar por probar a una novia. Pero también la tecnología de la comunicación nos permite estar con nuestras clientas sin estar físicamente. Vendemos online a todo el mundo y no sólo un vestido, sino un servicio y nos comprometemos a ello.
Hemos visto sobre la pasarela tejidos muy delicados, hombros descubiertos, colores empolvados pero también verde brillante y fuerte. ¿Una Edad Media pero actualizada?
Sí, hemos intentado que la colección para el verano del año que viene tenga una imagen diferente. Nos hemos inspirado en una Edad Media y le hemos dado protagonismo a los complementos, los tejidos se convierten en una pieza de joya. Que cada prenda, por el complemento que lleva, por el tocado o por la propia prenda en sí sea una prenda única o el diseño.
