JOSÉ 'BEETHOVEN' SANTIAGO, MÚSICO

"Mi madre me decía «pero que vas a ser cuando seas mayor»; y yo le contestaba: «músico»

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Si hace décadas existieran ya sistemas de localización por satélite y los maps de Google, se podrían tener los recorridos de José 'Beethoven' Santiago. Y nos encontraríamos con un trazado aparentemente infinito de líneas superpuestas hacia todos los lugares de España en un vaivén constante de idas y vueltas e idas y vueltas e idas y vueltas. Casi ningún cordobés puede decir que se dedica a la música rock y pop desde la adolescencia hasta su jubilación (y más allá por gusto). Ese ha sido su único trabajo desde jovencísimo ya en los años 60, una verdadera excepción en esta ciudad (brevemente pasó antes por la platería). Para ello optó por tomarse la música como un trabajo, viendo que tocar grandes canciones a la guitarra y hacerlo con seriedad puede ser un oficio tan válido pero bastante más divertido que ir a la oficina. De viaje en viaje, de grupo en grupo, de sala de fiestas a hotel y feria, puso su "despacho" en el escenario de cualquier lugar del país. Cuenta además con un libro todavía sin editar, 'Los conjuntos de Córdoba', en el que recopila a los grupos de la ciudad y la provincia desde los años 60 a los 80. 

¿De dónde viene ese Beethoven?

Estábamos estudiando en el conservatorio, y éramos siete u ocho alumnos nada más..

¿En clase?

Sí, entonces nada más. Y jugando nos sorteamos los nombres. Uno era Chopin, otro Paganini, otro Mozart...y a mí me tocó Bethooven.

¿Y cuál fue el instrumento con el que empezó?

Primero empecé con la bandurria.

¿Con una bandurria?

Era el instrumentos más asequible. Y un piano no cabía en casa. Y ya de pequeño me puse a estudiar solfeo en el conservatorio y elegí violín, tuve de profesor a Enrique Báez. Los instrumentos de viento eran muy duros para un niño. Pero ya en el 63, cuando veía a lo Beatles o Elvis...eso vi que era lo que me gustaba. Así que suspendí violín, tenía que repetir...y me hice con una guitarra eléctrica. Aprendí solo a tocarla e hicimos mi primer grupo con mi hermano y otro amigo: 'Los pilotos'. [Nota de la redacción: Manuel Martínez, cantante de Medina Azahara, nos contaba en esta noticia hace unas semanas que el gusanillo por la música le entró al escuchar casualmente a 'Los pilotos']

¿Dónde ensayaban?

En el salón de mi casa. Muy bajito [ríe].

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¿Cuánto duró su primer grupo?

Un año, y luego hicimos 'Los difíciles'

Por cierto, que le decía tu familia entonces de aquella afición.

A mi padre le gustaba la música. Pero aparte empecé a trabajar a los 14 años en la platería y estuve varios años, como tantos jóvenes de Córdoba. Mis hermanos, que éramos cuatro, todos plateros.

¿Qué repertorio tenías con esos grupos?

Elvis, los Beatles...

¿Temas propios?

No. Entonces ni se planteaba. Ibas aprendiendo, cogiendo tablas con algunas actuaciones.

¿Cómo se conseguía actuar en directo entonces?

En los guateques. Una panda de amigos a lo mejor alquilaba el salón de un bar un domingo por la tarde. El alquiler podía ser a cambio de las bebidas que ibas a consumir. Cuarenta Coca-colas por ejemplo. Se llevaban su picú o tocadiscos. Y los grupos, como queríamos tocar, pues venga, íbamos a ese sitio. Actuabas, te invitaban a una Coca-cola allí y te ibas tan contento.

Es curioso lo de que no se planteaban siquiera temas propios cuando más tarde la autoría fue tan importante.

No tuve temas propios hasta la Banda Sureña. Sí que tuvimos temas propios en otro grupo posterior, 'Las Manos'...pero no eran nuestros. Nos fuimos a Madrid a la aventura y en seguida estábamos tocando en discotecas o la Universidad. Conocimos al productor Ángel René, que tenía unas canciones que ya habían tocado un grupo famoso, 'Henry and the seven'. Así que ambos grupos por ejemplo tenemos la misma canción, que se llama 'Ven'. Pero 'Henry and the seven' en inglés, 'Come'. [nota de la redacción: aquí tienen las dos versiones, la de 'Las manos' y la de 'Henry and the seven'].

Una canción muy buena. La conocía gracias a una grabación en cinta que me dejó Bartolo, responsable de la tienda de discos de la calle de la Feria.

Muy buena, sí.

Entonces era frecuente que un grupo de productores o compositores colocase sus canciones en varios grupos, o incluso que se comprasen, recuerdo el caso de 'Los bravos' con canciones previamente tocadas por los australianos 'Easy beats'. Pero retomamos, estaba en 'Los Califas'. ¿Cuánto tiempo?

Estuve tres años. Tocábamos  en las verbenas, ferias...íbamos a tocar en un taxi los cinco.

Como en un taxi.

Teníamos tan pocos instrumentos y equipo que cabíamos en un taxi. Lo cogíamos en Córdoba si por ejemplo tocábamos en una feria de un pueblo. Salía de aquí, se volvía y luego venía otra vez a por nosotros. Cabía todo en el maletero del seat 1.500. Pero ya en una feria vi que había mucha desgana, y me pasé a 'Los Claker'. En ese grupo, tocando en Fernán Núñez, me echaron a la fuente. Era tradición lanzar a un músico a la fuente. A veces si hacía falta tiraban hasta a los policías municipales.

Porque usted veía a la música como profesional.

Desde el principio.

Nada de romanticismo.

Es que dejé la platería porque ganaba más con la música. Y en la platería es que estabas  puteado, te quedabas ciego ocho o nueve horas ahí [el entrevistado hace un gesto como de acercarse a un trabajo joyero en la mesa]...y con la música tocabas dos días  a la semana y ganabas lo mismo que toda la semana en la platería.

Lo vio claro.

Mi madre me decía pero que vas a ser cuando seas mayor; y yo le contestaba: músico. Después de 'Los Clacker' me llamaron 'Las Manos', que venían de Mallorca, donde ya habían estado dos veranos.

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Era un grupo, tengo entendido, más considerado. 

Era más profesional y tocaban mucho más. Llegamos a estar tres años en Bilbao tocando todos los días.

¿Todos los días en Bilbao? ¿Como fue eso?

Estando en Madrid un manager nos mandó a Bilbao a tocar un fin de año. Nos vio un representante de allí, le gustó el grupo y nos dijo "tengo trabajo para vosotros todos los días". 

¿Pero dónde tocaban en aquellos años para tenen cada día concierto?

En salas de fiestas. Cada día una distinta en Bilbao y pueblos de alrededor. 

Impresionante.

Se ganaba una pasta [ríe]. Estuve en Bilbao hasta el 73.

¿Y cómo era esa vida?

Tengo por ahí fotos con un sombrero cordobés porque llegamos a hacer versiones de canciones de 'Los marismeños'. La gente alucinaba. Pero parte de ese tiempo en Bilbao estuvo interrumpida por la mili. Durante la mili aproveché para poner en marcha el grupo 'Flor y nata' y luego me volví con ellos. También durante la mili, como se tocaba la gaita en la tropa, me apunté.  Y me tuve que pelar. Eso fue horrible. Eso es lo peor que llevé. Con decirte que tengo una foto justo al terminar la mili con 'Flor y nata' donde me puse peluca. Por cierto que varios componentes de 'Las manos' se casaron con bilbaínas. Yo no, con una cordobesa.

¿Qué hacía el resto del tiempo cuando no tocaba?

Allí en Bilbao tocabas todos los días dos o tres horas. El resto del tiempo ensayar, dar vueltas, leer, escuchar música...

Una vidorra en realidad.

Sí. [ríe]. Íbamos al supermercado a comprar...[ríe]. Vivir. Ensayábamos en la sala donde tocábamos. 

Nada de horas de ensayo.

No, no. Abrían la sala una hora antes y ensayábamos. Hemos sido siempre de escuchar mucho las canciones. Llegar y tocarlas. Pero no aprendértelas mientras tocas. Te la aprendes antes. Con cuatro veces que la toques la canción sale.

Entonces está tres años en Bilbao, con mili de por medio, entre 'Las manos' y la vuelta con 'Flor y nata'.

Ya en el 73 nos volvimos, estábamos un poco quemados. Entonces un grupo, los 'Pica pica' me dijeron "¿Te vienes a Marbella a tocar al hotel Don Pepe? Y me fui para allá porque además mi novia, luego mi mujer, trabajaba en Málaga, ya que en Córdoba no había trabajo. Eran de Granada. Estuvimos un año entre Marbella y Torremolinos. Pero yo quería volverme a Córdoba, comprarme un piso y casarme. Pero ella no, le había cogido el gusto a Málaga, a ir a la playa todos los días [ríe], así que cuando me volvieron a llamar de 'Flor y nata' aproveché y me volví. Yo ya vivía de la música desde hacía años.

Tocando supongo de pueblo en pueblo.

Tenía en la mente el calendario de todas las ferias. Tal mes, Adamuz. Otro, Posadas. Esas eran las primeras ferias de la provincia. Y tocabas en todas cuatro o cinco días. Villaviciosa tenía muchas fiestas. Es el pueblo más bailón del mundo [ríe]. Igual que Espejo.

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¿Qué tal lo de tocar en las ferias?

Hombre, gracias a ellas he criado a cuatro hijos y me he comprado tres pisos [ríe]. Dicho sea de paso. No te vas a gastar el dinero en drogas y pegoletes...

¿Y tras 'Flor y nata'?

Hicimos un trío llamado 'Trinidad'. Yo era muy nervioso, tenía que tocar y buscarme la vida para mantener a mi familia. Y tocando en Algeciras aparecieron allí de nuevo los 'Pica pica', que venían de tocar en San Pedro de Alcántara y me preguntan "¿te vienes con nosotros a Canarias"?. Y les dije "ya estoy en Las Palmas" [ríe]. Así que me fui con la que ya era mi mujer. Yo a los seis meses terminé mi contrato y me vine, pero ese grupo se quedó tocando en Canarias 14 años.  En aquella época podías estar años seguidos en un lugar como ese tocando en hoteles y en la playa. Decidí irme porque tocamos una Nochebuena de la que tengo fotos, porque me puse un narizón de pega, y vimos que estábamos lejos de la familia...y decidí quedarme en Córdoba. Mi Córdoba. Y seguí con Trinidad hasta el 80, que hicimos 'La banda sureña'. 

¿Cuánto tiempo estuvo?

Desde los inicios, 1980, hasta el 97. A una furgoneta le hice 190.000 kilómetros. Íbamos por toda España. Y cosas como tocar un 30 de diciembre en un pueblo de Zamora y el 31 tocábamos aquí en el Círculo de la Amistad. Y se pinchó la furgoneta a cuatro bajo cero.

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¿Algún percance con tanta feria?

Poca cosa. Alguna vez nos robaron, el público que se mete con las cantantes femeninas, que si uno te tira del cable. En Hinojosa del Duque se nos quemaron los instrumentos en un incendio. Salió en todos los periódicos. Fuimos a hablar con el alcalde y ni nos recibió.

Con respecto a aquello de los temas propios, 'La banda sureña' sí que tiene.

Sí, grabamos un disco en el 82. Una de las canciones 'Crisis', parece que es totalmente de esta época. Por el tema y por los arreglos electrónicos que tiene.

¿Cómo se tomaba la familia toda esta vida errante?

Bien. Conocí a mi mujer muy joven, y un poco tuvo que aguantar. Cuando dejé la 'Banda sureña' monté la 'Banda Beethoven' y la metí de cantante. Y a mi hijo el mayor de batería.

En plan "la familia que canta y toca unida permanece unida". Ha escrito también un libro recopilatorio, sin editar, 'Los conjuntos de Córdoba', sobre grupos de los 60 a los 80. ¿Cómo surge la idea?

Pues hace ya 22 ó 23 años, charlando de copas con algún músico que me encuentro. "¿Te acuerdas de aquel?, ¿te acuerdas del otro?". Y sí. Vi que muchos datos se me habían quedado. Y empecé a escribirlo. A máquina. El ordenador no lo toco. Me he negado. [ríe]. Y empecé a recopilar más datos, viajando también por pueblos para quedar con los antiguos componentes de los grupos. Que si fui a ver a 'Los veloces' a los 'Imperio'... a los 'Nibelungos' de Rute...

Hizo una labor de periodista.

Aprovechaba también que iba a tocar a las ferias. Algunos pasaban de mí, se creerían que me iba a forrar con aquello. Y yo iba apuntando.La Diputación de Córdoba llegó a interesarse por su edición, y luego también unos amigos quisieron editarlo pagando cada uno de ellos una parte.

Por curiosidad, ya que empezó en los sesenta. ¿Qué grupos destacaría españoles que no tuvieran que envidiarle a los de cualquier país?

'Los canarios'. Eso fue una revolución. Y también están ahí 'Los bravos' y 'Los brincos'.

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