Antonio Manuel Rodríguez, pregonero de la Velá de la Fuensanta

"La Fuensanta, la Mezquita o San Rafael son símbolos populares que unen al pueblo sin importar a quién recen o voten"

CORDOBA. 06/09/2017. ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PREGONERO DE LA VELA DE LA FUENSANTA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.
photo_camera Antonio Manuel Rodríguez posa para Córdoba Hoy. FOTOS: ROLDÁN SERRANO

Activista, músico, escritor y profesor. Así se define en su web Antonio Manuel Rodríguez (Almodóvar del Río, 1968), el pregonero de este año de la Velá de la Fuensanta, a quien el legado de su abuelo anarquista y jornalero quizá influyó en su compromiso con causas de justicia universal ya sea en el ámbito del PGOU de su pueblo, asunto por el batalló hasta vencer a un 'Goliat' del urbanismo; como en el de los derechos constitucionales mediante la creación desde la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba (UCO) del Laboratorio Jurídico sobre Desahucios Comprometido. Andalucista convencido y comprometido con la patria de Blas Infante hasta ser un referente en la fundación del padre de nuestra comunidad autónoma. Colaborador en medios de comunicación con artículos de referencia al librepensamiento contemporáneo, Antonio Manuel podría ser la versión 3.0 del 'hombre del Renacimiento'.

Sin embargo, a pesar de que como profesor de Derecho Civil no le haría falta meterse en fregado alguno para llevar una vida acomodada, se enfrenta no pocas veces a los sectores más conservadores de la ciudad, algo que a él parece importarle poco. Más que nada, porque personas tan cultas como él son de gran ayuda a la ciudadanía a juzgar por la cantidad de concejales salidos de Capitulares que se acercan durante la entrevista a consultarle bien un asunto legal, su opinión al respecto de otro tema cultural o, simplemente, lo saludan con muchísimo cariño exalumnos, periodistas y conocidos.

CORDOBA. 06/09/2017. ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PREGONERO DE LA VELA DE LA FUENSANTA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

Puede resultar paradójico para los católicos su mención como pregonero en una festividad, a priori, en honor a una virgen, dadas sus críticas sobre la gestión del templo cristiano -actualmente- por excelencia de la ciudad.

Considero que mucho de lo que tiene que ver con la religiosidad popular que hay en Andalucía no lleva implícito ningún componente de devoción, sino que tiene que ver más con un hecho cultural, en realidad las cosas no han cambiado con el tiempo. La gente se ha mantenido en el mismo lugar lo único que han hecho es cambiar de marca, pero para mantenerse; el sustrato de Andalucía, en general, y de Córdoba, en particular, es una civilización que se iba enriqueciendo con las diferentes culturas: Fenicia, cartaginesa, romana, visigoda, árabe, cristiana... Así, entiendo yo que se explica la religiosidad popular.

Vamos a concretar directamente con las críticas, antes de conocer siquiera el cartel de la fiestal, del PP municipal que parece quería polemizar al respecto.

Yo no veo ninguna polémica, sinceramente, creo que la Fuensanta, al igual que otros símbolos populares como San Rafael o la propia Mezquita, son símbolos que unen al pueblo en general, no importa su creencia o ideología. Córdoba, al igual que ocurre en Andalucía, necesita lugares y tiempo de alegría y gratitud; tanto la Fuensanta como San Rafael o la propia Mezquita son símbolos  populares por elección popular que unen a la ciudadanía cordobesa y no importa a que dios rece ni a qué partido votan.

CORDOBA. 06/09/2017. ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PREGONERO DE LA VELA DE LA FUENSANTA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

En este sentido, su pregón versó por ese valor de ciudadanía, de convivencia, de vecindad y finalmente tanto la procesión del jueves como la misa quedó integrada en el programa oficial de actividades que hoy concluyen en el popular barrio de La Fuensanta.

La festividad de la Fuensanta, desde que la organiza el movimiento del Consejo de la Juventud creo que representa una apuesta bastante decidida por la ciudad, se hace un programa estudiado, donde se incluye la solidaridad y la participación de muchos movimientos que en otros actos no participan. En este caso es muy inclusiva. Personalmente, es que además, aunque nací en Almodóvar del Río yo viví en el barrio con mi esposa y fue un regalo en mi vida. Por eso, todos los años traigo a mis hijos para que conozcan el barrio donde sus padres se amaron y fueron felices.

Córdoba debe mirarse como la ven desde fuera: Un lugar de encuentro y concordia, sin distinción por razón de clase, confesión o ideología 

Precisamente, eso se ha reflejado en el mensaje de su pregón.

Mi pregón ha tenido que ver con lo que significan estos valores que, en definitiva, no es más que el propio significado de Córdoba, que alude a la concordia y a la paz. Mundialmente, Córdoba es reconocida como un faro. Déjame que te explique esto con la metáfora de algunas estrellas que siguen brillando a pesar de que hace mucho tiempo que murieron, pues algo similar veo en la ciudad; un lugar que brilla en todo el mundo pero que de puertas para dentro, los propios cordobeses parece que quieren apagarla. Yo creo que Córdoba debe mirarse como la ven desde fuera, como un lugar de encuentro, concordia, en el que no hay distinción ni de clases, ni de confesión, ni de  ideología. Siempre que se rompe el equilibrio es cuando viene el verdadero problema; quien provoca la fractura es quien coloca a alguien enfrente,  pero no el que reivindica. No puede ser un problema el que esté reivindicando. La diversidad, la integración, Córdoba no es una ciudad que excluya, sino que incluye; no es integrista, es integradora; no niega, elige.

¿Y cuál es el papel de la Fuensanta?

La Fuensanta es un símbolo de todo eso. Quienes hemos vivido, disfrutado y sentido la Velá, en ningún momento hemos percibido diferencia de ningún trato, todo lo contrario y más en un espacio como en la Fuensanta, que es un barrio muy popular de gente muy luchadora y reivindicativa que se ha construido a sí misma.

CORDOBA. 06/09/2017. ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PREGONERO DE LA VELA DE LA FUENSANTA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

Habla de reivindicaciones y de activismo. ¿Cuándo empieza esa vocación que roza la filantropía por el activismo y por la defensa de causas tan complejas como la justicia en cualquiera de los foros e iniciativas de las que forma parte?

Desde muy pequeño aprendí que para que triunfe el mal basta con que los hombres y mujeres de bien no hagan nada. El silencio o la pasividad muchas veces son los cómplices para que al final se impongan discursos hegemónicos que llegan a vulnerar la línea más elemental de la convivencia. Cuando una persona como yo o como cualquier otra lo que hace es reivindicar derechos humanos no está atacando a nadie; lo que está haciendo es simplemente defender. Yo no concibo un humano sin luchar por los derechos humanos. Eso es permanente en mi vida, no importa la trinchera que ocupe; da igual. También es verdad que todo eso lo he mamado, especialmente de mi abuelo Antonio, el carbonero, el libertario, y del que básicamente aprendí que eso es una actitud ante la vida: El no estar callado frente a la injusticia. También soy consciente de que en la vida no puedes estar permanentemente en todas las trincheras y causas, pero sí es verdad que hay algunas líneas rojas que no debes permitir traspasar, pero cuando lo haces, no lo haces contra nada, sino en defensa de. Ésa es la clave.

El hecho de que yo crea en la diversidad de género, política o ecológica no me hace colocarme frente a nadie

¿Por qué se ve en contra, por parte de los sectores más conservadores de la sociedad, determinados partidos políticos, asociaciones, influencia ideológica? ¿Por qué se le considera como un ataque?

Porque lo que intentan es conseguir la hegemonía, desde el discurso, desde la política, desde cualquier tribuna. Todas las batallas no han sido más que una pugna cultural para imponer un determinado discurso, siempre ha sido así. Yo percibo que la realidad del ser humano es una especie de sístole y diástole entre los que piden homogeneidad, es decir, los que rechazan al otro, y los que defendemos la diversidad, los que no negamos a otro porque todos somos iguales. Y una cosa es que yo crea en la diversidad cultural, como creo en la diversidad de género, política o ecológica, pero eso no me hace colocarme frente a nadie. Para que dos se peleen basta con que uno quiera, entonces cuando alguien quiere imponer un discurso hegemónico y ve que alguien no lo comparte lo señala como enemigo, pero no es así.

¿La solución es la neutralidad?

Vamos a ver. Yo no soy católico, no soy musulmán, no soy judío, pero tampoco soy ateo. Y, por supuesto, no soy alguien por encima de otro; ni 'anticatólico', ni 'antijudío', ni 'antimusulmán', ni 'anti' nada; procuro que mi discurso sea siempre de respeto al otro. Ahora bien, si alguien se cree en  posesión de la verdad absoluta, no es que me coloque en su contra, sino que pido el mismo respeto con el que yo lo trato. En este sentido, habrá que ver quién es el que incluye y quién el que excluye. Cuando se le da la vuelta al calcetín y se construye un discurso en el que tú eres contrario, simplemente porque no compartes su opinión y, sin embargo, lo que estás haciendo es respetando su confesión, su creencia e ideología, nos tenemos que plantear quién es el que divide y quién el que rechaza.

CORDOBA. 06/09/2017. ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PREGONERO DE LA VELA DE LA FUENSANTA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

Mójese. ¿Quién divide en Córdoba?

Yo creo que es una ciudad muy particular. Desde mi punto de vista, considero que lo que le ocurre a Córdoba desde hace muchísimos siglos es que vive alojada en la nostalgia, en la melancolía de lo que fue y no es. Pero no puede ser que una ciudad que fue capital de la Bética, de la España bizantina, de Al-Ándalus se haya reducido simplemente a una ciudad de provincia que tiene como escudo el de Castilla y León, como si jamás hubiera existido su pasado. El pasado no se puede borrar, ni de las palabras, ni de los monumentos, no se puede borrar del alma cuando precisamente en ese pasado anhelado no había división. ¿Problemas? ¡Por supuesto! Siempre han existido problemas. Pero Córdoba ha aceptado la callada por respuesta, ha sido una forma de supervivencia, ha aceptado pero no ha olvidado, ésa es mi teoría. ¿Dónde habita ese olvido? En la memoria popular, otra cosa es que no sepamos las razones, el por qué, pero no obedece a la casualidad que la religiosidad popular tenga como símbolos a San Rafael y La Fuensanta y no San Acisclo y Santa Victoria; esto obedece a que el pueblo mismo eligió seguir siendo lo que era, refugiándose en símbolo seguro en el que todos podíamos estar de acuerdo. Ésa es la verdadera esencia de Córdoba, esencia que se mantiene. Entonces, todo aquel que intenta atacar esa memoria es el que divide y por eso el pueblo reacciona cuando ocurre. En mi opinión, la mayoría de Córdoba forma parte de esta forma de ser.

Córdoba es una ciudad resiliente, que se ha defendido resistiendo, de forma callada, para no olvidar la grandeza de su pasado

A veces se actúa aquí como si hubiera dos almas en constante lucha.

Córdoba es así, no creo que sea una ciudad bipolar, ni cainita, hay ciudades que están mucho más marcadas en distancia; son más clasistas o religiosas o ideológicas. No creo que sea así, Córdoba es una ciudad que fue capaz de votar en el Ayuntamiento a Izquierda Unida, en las autonómicas al PSOE y en las generales al PP y cuando una ciudad se comporta así se podría entender que es una ciudad sumisa, pero yo entiendo que es una ciudad resiliente; que se ha defendido resistiendo, de forma callada, para no olvidar lo que siempre ha sido, fundamentalmente la grandeza de su pasado.

CORDOBA. 06/09/2017. ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PREGONERO DE LA VELA DE LA FUENSANTA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

Córdoba fue pionera con en la puesta en marcha de uno de los precursores de la participación ciudadana que tanto impregna el discurso político actual con los presupuestos participativos. Un intento proyectado para que los vecinos decidieran en qué invertir sus impuestos. Luego la política contaminó esas voces de los barrios y acabó desvirtuando la iniciativa pionera en toda Europa.  

Sinceramente, estoy convencido de que las batallas políticas y las peleas entre partidos no interesan a la ciudadanía, incluso es un error de inercia periodística estar enfocado en estas discusiones cuando en realidad la gente está en otro sitio. Con lo que yo me quedo es con que Córdoba es pionera en muchas cosas, es mucho más activa de lo que nos parece. Insisto en que desde fuera nos ven como ejemplo de lo que se tiene que defender en el siglo XXI. Yo creo, como comentaba antes con la metáfora de la estrellas, es que no se trata tanto de un problema de puertas hacia fuera como que nosotros mismos no nos reconocemos frente al espejo, porque en el fondo vivimos con el trauma de lo que fue nuestro pasado, que es algo que ya deberíamos superar. En el momento en el que Córdoba sea capaz de decir: No es casualidad que Córdoba haya sido capital de la Bética, de la España Bizantina, capital de Al-Ándalus. Tampoco es casualidad que la asamblea de 1919 -donde se estableció la realidad identitaria andaluza, base del andalucismo que logró la autonomía actual- se hiciera en Córdoba y ni que la asamblea proestatuto de autonomía durante la Segunda República también se hiciera aquí.

CORDOBA. 06/09/2017. ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PREGONERO DE LA VELA DE LA FUENSANTA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

¿Y qué ha pasado con todo ese bagaje?

Pasa que a alguien le interesó que nuestro pasado no fuera conocido ni por nosotros mismos. Por eso, se convierte en revolucionario quien rescata el pasado de la memoria. Porque si nuestra identidad es el olvido, quien rescata la memoria se convierte en peligroso; si nuestra identidad es la sumisión, quien reivindica la libertad se convierte en alguien peligroso y, sin embargo, yo entiendo que la memoria y la libertad son la esencia de Córdoba. Otra cosa es que no lo hagamos de forma masiva u orquestada, pero es reseñable que seguimos siendo pioneros en reivindicaciones ciudadanas de primera magnitud y eso ha ocurrido siempre. Aquí se me viene a la mente cuando a Blas Infante se le acusa de levantamiento en Tablada y responde que eso es un disparate: "Si yo tuviera que levantarme no lo haría en Sevilla, lo haría en Cádiz o en Córdoba".

CORDOBA. 06/09/2017. ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PREGONERO DE LA VELA DE LA FUENSANTA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

Parece que la descripción que acaba de hacer de 'revolucionario' sí que se le puede atribuir a Córdoba, pero en presente; Laboratorio de Desahucios en la UCO -que él mismo impulsó entre sus alumnos de Derecho-;  la plataforma para que la Mezquita vuelva a ser de titularidad pública, que también encabeza el movimiento que persigue anular los bienes inmatriculados por la Iglesia. Y se pone el foco mediático porque un fanático religioso amenaza a la ciudad en Youtube.

Los barrios de Córdoba están repletos de héroes anónimos que son los que verdaderamente tenemos que reivindicar. De personas que trabajan a diario por la defensa de los derechos humanos en cualquiera de sus formas, que son capaces de extender su compromiso a más personas que se comprometen por lograr una sociedad mejor. Lo que pasa que aquí, a diferencia de otras ciudades, cada vez que se ha intentado tocar un frente o una trinchera, al final el poder hegemónico consigue que se mire para otro lado, quizá por ese trauma de un pasado glorioso y perdido. Pero, hay que tener en cuenta que pasar de ser el faro del mundo a creer que no somos nada es un trauma, algo que está en el ADN de las generaciones actuales, pero es que Córdoba pasa del cero al infinito; cada vez que se le da la mínima oportunidad para creérselo despega directamente a las estrellas como nuestra hermana póstuma que es Granada, de la que Carlos Cano dijo que vive tan prisionera que sólo tiene salida para las estrellas. Las dos ciudades tienen un comportamiento similar porque las dos fueron la luz y de repente fueron condenadas a ser sombra. Ahora, ¿eso implica que la gente va a dejar de ser quien fue? No. Los vecinos siguen siendo quienes eran y la gente sigue luchando de forma anónima en su barrio. Lo que no quieren es el enfrentamiento, huyen del trauma, porque saben que le duele, porque saben que señalarse es peligroso y porque son conscientes de que la reacción es infinitamente mayor que la acción.

CORDOBA. 06/09/2017. ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PREGONERO DE LA VELA DE LA FUENSANTA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

Nuestros gestores tampoco han sabido dar eso a conocer, ¿no? Por ejemplo, una ciudad como Sevilla se vende en todo el mundo. ¿Quizá en Córdoba hemos pecado de prudentes?

Si Maimónides o Averroes hubieran  nacido en cualquier ciudad de Europa serían el símbolo de esa ciudad y, sin embargo, en Córdoba no se estudian ni para los exámenes de Selectividad. Ni siquiera están en los libros de Primaria. La mayoría de los cordobeses no sabrían decir ni una sola obra de Averroes ni de Maimónides. Cuando se comienza a estudiar Literatura en España, la gente no sabe quién es Ibn Hazm. ¿Por qué? Porque hemos tenido que olvidar para sobrevivir. Es responsabilidad de nuestros gestores públicos el no utilizar y reivindicar esos valores como un activo de primer nivel, que lo más importante de Córdoba no son solamente sus piedras. Lo que no se valora es su actitud inmaterial que no sólo son sus Patios, sino su Historia, porque la historia de Córdoba no tiene parangón con ninguna de las ciudades del planeta. Córdoba  es de las pocas ciudades que se ha ganado por derecho propio pertenecer a los libros de Historia y permanecer en ello, porque fue capital del mundo. En Filosofía, en Arte, en Música, en todo y, además, por su enclave estratégico es la última frontera de la mediterraneidad, el cordón umbilical del pensamiento clásico con el pensamiento moderno. Los valores intangibles de Córdoba son excepcionales y reconocidos a nivel planetario y sólo la Córdoba casposa y rancia es la que lo niega.

Los valores intangibles de Córdoba son excepcionales y reconocidos a nivel planetario y sólo la Córdoba casposa y rancia es la que lo niega

Pues, precisamente, parece que no se han sabido gestionar todos esos títulos que van aparejados a Córdoba como ciudad y como Historia.

Claro. Es verdad que otro asunto es el relativo a la gestión de todo ese potencial, donde quizá no se haya puesto la luz sobre la mesa, en parte también porque quienes hayan promovido los valores de la ciudad han sido perseguidos por peligrosos, pisoteados, anulados. Pero estoy convencido de que llegará un momento en el que Córdoba se mirará en el espejo y se reconocerá como todo el mundo la reconoce, y dejará de ser esta ciudad cateta de provincia y será lo que verdaderamente es: Ciudad faro del mundo que ha sabido sobrevivir y resistir al paso del tiempo sin perder un átomo de su grandeza.

CORDOBA. 06/09/2017. ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PREGONERO DE LA VELA DE LA FUENSANTA. FOTO: ROLDAN SERRANO. CORDOBA HOY.

Más en Gente