Migue (sin ele) Pérez nació en un pueblecito de Jaén, Campillo de Arenas, donde nunca llegó a vivir. pero a cambio ha tenido la suerte de residir en muchos sitios, y eso acaba aportando carácter. Pero donde más tiempo ha estado, donde ha desarrollado sus inquietudes y se ha formado como persona ha sido en Granada. Más de 20 años se pasó por allí, cuando inicialmente sólo iba a estudiar.
De la ciudad nazarí guarda unos recuerdos excelentes, como le ha ocurrido a la mayoría de la gente que ha aterrizado en ella, y el ejemplo más conocido podría ser el de Joe Strummer, que huyó a esa localidad andaluza a la búsqueda de Lorca en plena crisis personal y acabó redescubriéndose. Considera que la movida/escena de allí es única e irrepetible, siempre cambiante, pero se ha enamorado de una Córdoba con pequeños diamantes ocultos y todavía por descubrir.
De hecho, llegó de nuevo a la ciudad califal ya para quedarse hace siete años. Y como adora (literalmente) la música, "no es que viva de la música, es que vivo en ella", dice sabiendo que en su sótano hay unos 6.000 vinilos almacenados, ha montado un grupo "muy chulo", Volpina (correcto, como la película de Pere Koniec), y junto a Sisco Psico (Francisco Martínez) ha puesto en marcha El Colectivo, "que es la movida principal que nos mueve". Un algo curioso y llamativo que se va a tratar de aplicar a lo largo y ancho de esta entrevista.
Un algo que bien merecería la pena que tuvieran en todas las ciudades. ¿Por qué? Lean, lean...
¿Qué es exactamente El Colectivo?
Trata sobre gente loca por la música y que quiere dar un poco de imagen a lo que es el colectivo musical, a lo que es la escena musical cordobesa, que es algo que yo eché en falta cuando vine aquí: Eso que se llama la escena y resulta ser la unión de los grupos, bares, tiendas y demás. Cuando vienes de una ciudad como Granada, donde te acostumbras a eso, lo echas mucho de menos en Córdoba, y luego te das cuenta de que hay un montón de cosas ocultas, y El Colectivo nació con la idea de arrojar luz sobre todo eso oculto que hay, que es brutal.
¿Desde cuándo funciona?
Al poco de llegar hace siete años conocí a Sisco, un ser maravilloso, un loco de la música, como yo, y eso nos unió mucho y empezamos haciendo cositas. Al principio organizamos conciertos en rincones muy pequeñitos, en sótanos de bares, y luego ya la cosa fue creciendo. Creamos la Asociación, luego llegó el sello discográfico y empezamos a publicar discos y a sacar grupos y a juntar a gente. La verdad es que llevamos entre cinco o seis años y ahora estamos en pleno apogeo.
¿Económicamente hablando, merece la pena?
Eso, por suerte, es algo que ni nos hemos planteado. Es algo que como nació como una afición, y sigue siéndolo, se ha ido retroalimentando por completo. Por ejemplo, el tema de la edición de los discos, cuando hicimos el primer recopilatorio de grupos cordobeses en vinilo, Explosión Colectiva volumen 1, económicamente es ruinoso, pero al final podemos decir que hemos conseguido pagarlo, realizando actividades, especialmente conciertos, explicándoles a los grupos de qué va la movida y la gente se involucra mucho. Todo lo que hacemos sirve para retroalimentarnos y hacer algo más.
Hicimos el primer recopilatorio, ahora estamos con el segundo cuando lo paguemos, con lo que saquemos haremos el tercero. Ésa es la idea. No es algo comercial.
Es verdad eso de que aquí no hay escena, aunque en tiempos la hubo, murió y no ha resucitado. Ahora ustedes aseguran que han ido encontrando resquicios de aquello. ¿Qué son? ¿cuáles son? ¿Dónde están?
Yo es que no creo que no haya escena. Creo que Córdoba es una ciudad muy peculiar y cuando llegas de fuera te das cuenta. Y a lo mejor hay gente que se sorprende de lo que estamos haciendo y hayamos juntado a grupos. Me parece que es porque Sisco y yo somos gente de fuera y queremos reavivarlo todo desde fuera. Que no haya escena cordobesa no es real, porque estamos haciendo ya el segundo recopilatorio, son 21 grupos ya los que hemos editado en disco y tenemos para hacer otro más. Hay un montón de grupos y con una calidad extraordinaria.
Lo que sí es cierto es que no encuentras en Córdoba esa movida de grupos, bares, locales de ensayo, lugares de encuentro, templos de la música. No está clara, pero me parece que existe. Por la idiosincrasia de esta ciudad ha estado un poco oculta y siempre lo ha estado, pero yo creo que sí que la hay y ahora mismo la satisfacción es que hay grupos que por primera vez que editan en vinilo en 40 años, conocen a tres grupos que están juntándose y están saliendo a tocar aunque sea a la provincia. Son cosas que antes no pasaban en Córdoba. El listón musical cordobés siempre ha sido brutal y ahora mismo es extraordinario.
¿Y por qué no casa eso que dice con el público?
(Se ríe).
Es que es un problemón.
Es un problemón. Creo que hay que entender al público al que tú te enfrentas. Evidentemente, Córdoba no es una ciudad en la que haya 2.000 personas que estemos en estas cuestiones, pero a lo mejor sí hay 500. Hay que tener claro que esas 500 personas son tu público y son a las que tú te tienes dedicar y hacerte ver. Lo que hay que hacer es juntarnos los que estamos, en la cantidad que sea.
Ya te he dicho que Córdoba es una ciudad peculiar, pero (chista) es maravillosa. De hecho llevo 11 años aquí y estoy totalmente enamorado de la ciudad en todos los aspectos. Incluido en el musical underground, por muy oculto que parezca que esté. Yo he visto cosas, yo he visto gente, yo he visto grupos, yo he visto músicos y situaciones extraordinarias, y es una pena de verdad que no tengan visibilidad fuera. Córdoba es de las ciudades que menos visibilidad musical tiene fuera en cuanto al Rock, el Pop, la música underground o lo que sea.
Intentemos arrojar un poco de luz de cara a los propios cordobeses y cordobesas. ¿Qué locales tenemos por aquí que ofrezcan algo de eso que está comentando y aporten música diferente al típico chunda-chunda?
Por ejemplo, aquí hay un sitio de referencia absoluto, que es El Ambigú de La Axerquía. Hay varios sitios muy interesantes, pero ése en concreto es un oasis y un lugar que lleva muchísimos años apostando por un circuito underground musical y trae cosas super interesantes. Yo desde que llegué hace seis años hasta la fecha he notado el cambio. Hace seis años iban 30 personas a los conciertos y en los últimos años vienen entre 150 y 200. Y eso es por algo. A lo mejor lo hemos visibilizado entre todos. Pero es un sitio a tener en cuenta y sobre todo hay que admirar lo que han hecho. Ha sido una absoluta travesía en el desierto de años y, por tanto, es el punto principal de esta ciudad.
Luego, todos los espacios que ofrecen música en directo en la ciudad, que por desgracia son muy pocos, El Hangar, la Sala Impala y demás. Son muy pocos realmente, pero la idea es que cada vez haya un poco más. Luego en cuanto a bares rockeros musicales es verdad que tampoco hay muchos, pero algo hay. Es cuestión de mirar un poco.
Nombre algunos, por favor. Quizá haya gente que lea la entrevista y necesite saber dónde puede ir que sea diferente a lo típico.
Por ejemplo, está El Automático, que es un sitio referente en materia de Indie.
Pero está cerrado, ¿no?
Está cerrado, pero es de manera temporal. El Automático volverá. Evidentemente están Amapola, Limbo. Hay también bares para gente joven como Comuna, El Hangar, por supuesto... No hay muchos, pero es para el público que hay. Es lo que he dicho antes, quizá no hay 2.000 personas y estamos 500, pero hay locales acordes a esa cantidad. Hay sitios maravillosos. De hecho, la gente que viene de fuera se sorprende con Córdoba. Los grupos que vienen de ciudades más grandes y con más movida, como Sevilla o Granada, vienen a tocar a El Ambigú y flipan.
Pero es que El Ambigú es atípico.
Es flipante, y quizá no se valora los suficiente. Y ahora no vamos a pedir ni apoyo ni visibilidad de los estamentos, porque creo que estamos en otro nivel. Es como El Colectivo, que estamos fuera de todos los estamentos y de todo tipo de subvenciones y movidas similares, porque realmente creemos en otra manera de entender esto.
El Colectivo son dos personas, en realidad, ¿no?
El Colectivo somos dos como promotores y cabezas pensantes, pero hay un montón de gente. Al final nosotros consideramos dentro a todos los grupos que han venido a hacer cosas con nosotros y toda la gente que colabora. Hay mucha gente que nos ayuda creando diseños, en promoción, en marketing, en echarnos una mano... Hay un montón de gente. Cada vez somos más y es lo fantástico de esto. Pero realmente son los músicos, los que viven en torno a la música que son muchos.
¿A cuántos grupos han aunado ustedes?
Empezamos haciendo conciertos pequeñitos en sótanos y bares, buscándonos la vida, trayendo a gente de fuera y ya llevamos entre 60 y 70 conciertos organizados desde formato pequeño en acústico hasta los mini festivales que organizamos como Festival Colectivo, hasta los recopilatorios como éste último del volumen dos. Les hemos dado la oportunidad de tocar con nosotros a 30 o 40 grupos locales perfectamente.
Eso quiere decir que en Córdoba tenemos una movidilla interesante, ¿no?
Y encima tenemos una lista de espera cada vez mayor. Que es lo que más nos duele. El segundo volumen del disco ha sido complicado a la vez que muy bueno. Con el primero pensamos en sacar 10 bandas locales y cualquiera que se ponga no sabría decirme el nombre de alguna de ellas. Ya vamos por 20 y hemos dejado fuera un montón más y por eso estamos deseosos del tercer volumen, porque nuestra idea es que quede registrado en vinilo y grabado todo lo que es la época en la que estamos viviendo, que para nosotros es maravillosa.
¿Son todos grupos de la capital o también hay alguno de la provincia?
En este segundo volumen nos hemos abierto a la provincia. En el segundo volumen hay seis grupos de la capital y cinco del resto de la provincia. Pozoblanco, Montilla, Puente Genil, La Rambla... Grupos hay, y lo bueno es que cada vez la gente, viendo lo que estamos haciendo, nos llama más y nos contacta. La verdad es que me encantaría organizar todos los meses o cada dos meses algo, pero la pena es que no hay salas. La sala con la que trabajamos más, El Ambigú, es la única que nos da en este momento esa posibilidad de ofrecernos una fecha cada dos meses para traer con libertad a un par de bandas sin pretensiones de ningún tipo: Da igual que vengan 40 o que vengan 200.
¿Qué estilos prefieren tocar?
Es muy variado. Pero nos basamos sobre todo en el Rock y en el Pop. Por ejemplo, este segundo volumen de Explosión Colectiva incluye una banda de Blues muy buena, un cantautor que nos mola mucho. Lo que tenemos para el siguiente que nos gustaría hacer es contar con material un poco más urbano y más actual. Es verdad que nos cuesta un poco más, porque se nos sale un poco de lo que son nuestros gustos, que por desgracia tenemos ya una edad (se ríe) y nos hemos criado con otros estilos, pero es verdad que estamos muy pendientes de las cosas nuevas y nos gustaría en el tercer volumen irnos un poco más a sónicos más nuevos y urbanos y descubrir esas cosas que vemos que son super interesantes.
¿Se refiere al Rap o al Hip-Hop y todo eso?
Sí.
Pero eso ya tiene su propia movida.
Claro. Pero yo creo que no sería un error mirar a esos estilos. Estamos en lo mismo. Nuestra idea es que estamos todos en el mismo barco; en la misma escena, la musical. Si nosotros en vez de tener 45 años tuviésemos 22 estaríamos haciendo otra cosa.
O no.
O no, es cierto. Hay gente con 22 años que está haciendo Rock'n'Roll. Es verdad. Pero hay que diferenciar muy bien lo que es gente que hace cosas más afines a su época, pero auténticas. Es difícil verlo cuando tú lo ves desde un punto de vista distinto. Pero creo que no nos tenemos que equivocar y debemos aprender de la gente joven e intentar adaptarte a lo que la gente gente te pueda enseñar, que es mogollón. Yo aprendo un montón de los músicos jóvenes, cada día más.
Por cierto, ¿qué me puede contar de su grupo, Volpina?
Siempre he tenido grupo. En Granada estaban Los Esclavos y aquí en Córdoba cuando llegué estuve un montón de tiempo sin hacer nada y Volpina es un proyecto que creé con gente que fui conociendo en eso que llamamos escena. Conocí a David, conocí a Mario, gente afín a mí musicalmente hablando, y yo tenía un montón de canciones a las que se han dado forma con este grupo. Hemos grabado unas canciones que son al final lo que a ti te gusta: Pop, Power-Pop, Rock, no sabría definírtelas muy bien, pero hemos hecho algo muy chulo, con canciones bonitas. Estamos contentos, porque estamos tocando, saliendo fuera y hemos hecho algo que considero digno.
Pero no se puede considerar la continuación de Los Esclavos, ¿verdad?
No es la continuación, pero en Volpina estamos dos componentes de ese grupo: Ismael y yo y en realidad somos la base del grupo actual. Algo de continuidad tiene en cuanto a sonido, canciones y estilo. Entonces algo sí que tiene que ver. Pero personalmente lo veo un proyecto diferente, porque ha pasado ya cierto tiempo y estamos en ciudades distintas. Pero es evidente que hay cosas similares y probablemente quien lo mire desde fuera lo verá más que yo.
¿Cómo era, o cómo es, la escena granadina?
(Se ríe). Es diferente a todas las escenas. Yo he vivido muchos años en Granada y aparte de ser músico y tener banda, tenía un bar que era muy emblemático de la escena granadina, que es diferente a todo.
¡Hombre! Dígame el nombre de ese bar, ¡qué menos!
Se llamaba La Percha. Era muy famoso en aquellos años, finales de los 90 y principios del Siglo XXI. Creo que la escena granadina es diferente por cómo es Granada, que es una ciudad de paso, de gente con inquietudes y en continuo movimiento. Ésa es la diferencia con Córdoba, porque aquí la gente es de aquí, pero en Granada la gente va y viene, la gente va a estudiar, entra y sale, pasa y hay un continuo movimiento que hace que cambie de forma constante y sea diferente. Ese movimiento constante es el que yo creo que hace que Granada tenga ese punto musical. Para bien o para mal, Granada es una ciudad única.
¿Cree que la Universidad de allí tiene su parte de culpa en ese fenómeno que me ha mencionado?
¡Hombre claro!
Lo digo porque aquí en Córdoba tenemos Universidad y no ha causado el mismo efecto.
Sí, pero no es lo mismo, porque la Universidad de Granada es anterior. En los años 80, que fue cuando comenzó todo este movimiento, la gente se iba a estudiar a Granada. Yo por entonces vivía en Córdoba, de los 15 a los 18 años, y me fui a estudiar a Granada. Llegué allí y vi un mundo en los años 90, en 1991 o 1992, que para mí era otro mundo. Córdoba es una ciudad increíble, pero es verdad. Aunque ya haya en todos sitios universidad, el poso de Granada sigue siendo distinto. Y la gente añora Granada y quiere ir a Granada y es como un sitio especial en tu vida. La gente que ha estado unos años viviendo allí no para de hablar de Granada. Yo me fui a estudiar y me pasé 25 años allí. No sé cómo conseguí salir de allí, porque te engancha, pero lo hice (se ríe).
Algo interesante que ha comentado antes es que los grupos y los músicos ya están contactando con ustedes, pero sería importante que nos comentara de qué modo pueden hacerlo. ¿Qué canal sería el habitual?
Lo primero de todo es estar pendientes de las redes sociales. Si nos buscan ahí es elcolectivocordoba.com, en Facebook, en Instagram o en [email protected]. Ahí nos verán y todo lo que hacemos. Pero si algo le digo a todos los grupos que nos contactan es que se pasen por la siguiente movida que montemos y hablemos. Nosotros todos los meses o cada mes y medio, como mucho, organizamos algo: Una pequeña fiesta, una pinchada, un concierto y siempre les digo que se pasen por allí, porque ésa es la manera de conocer gente y hacer un montón de amigos. Al menos eso es lo que nos ha pasado a nosotros. Así hemos puesto en común a un montón de grupos.
Porque realmente la idea es eso: Que las cosas que se hagan interesantes y afines y las que a nosotros nos gusta, que al final es el Rock'n'Roll y la música, llegue al mayor número de personas posible, sobre todo la que está en nuestro rollo, que vayan allí y nos pongamos de acuerdo. Para nosotros ésa es la máxima satisfacción. Hemos logrado poner en contacto a un buen número de músicos y grupos para puedan hacer algo como el concierto del volumen dos de Explosión Colectiva, con 11 grupos, que por lo general es inviable, en una sala con un buen rollo que lo flipas, con versiones de grupos cordobeses antiguos. Porque al final todo es como reivindicar un poco dónde estamos, que es Córdoba.
¿Usted animaría a alguien a que montara en esta ciudad un templo del Rock?
(Tarda un poco en contestar). Por supuesto que sí. A eso hay que animar siempre, pero es complicado, ya lo sabemos. Ya te digo que admiro un montón el trabajo que hacen las pequeñas sala, como Ambigú y El Hangar, y veo que es complicadísimo, porque nosotros vemos la parte buena. A lo mejor mañana vamos a una fiesta y vemos a 200 personas y creemos que siempre es así, pero no es verdad. Tú has estado conmigo en conciertos flipantes de hace poco y había 25 personas. Eso es Córdoba. No nos tenemos que engañar al respecto. Por eso tenemos que buscar un equilibrio, saber dónde estamos y organizar eventos acordes al lugar en el que vivimos.
