Nieves Expósito Gómez es la leche. Así de sencillo. Desprende una energía inusual y ha hecho suyo un barrio y un club, el Azahara Guadalquivir de fútbol, por el que pelea hasta la saciedad. "Me vine desde Madrid a Málaga a vivir hace seis años y allí conocí a Nacho, mi pareja, entablamos una relación, me quedé embarazada y, como yo teletrabajo, decidí venirme aquí a Córdoba a vivir".
Su pareja no es que sea malagueño, sino que es cordobés, de los que como otros muchos miles van a Fuengirola al veranear. Allí lo conoció. Una circunstancia fundamental para el club deportivo, porque Nacho Galazo es un amante y un apasionado del fútbol, y estuvo entrenando en el Ribera del Guadalquivir, el anterior equipo que usaba esas instalaciones del IDM.
Su cabeza no para de tener ideas. Y ya se está buscando las vueltas para aprovechar la ingente cantidad de terreno sin aprovechar del IDM Guadalquivir, además de darle un toque realmente actual, con la iniciativa e que las paredes externas las llenen de grafitis artistas de la calle, y otros iniciativas que, conociéndola un poco, seguro que acaba consiguiéndolas.
¿Cómo se le ocurrió y a quién recuperar las instalaciones del IDM Guadalquivir?
El quién te respondo que fue Nacho y Rafael Muñoz 'Falote', que es el presidente. Ambos eran entrenadores del antiguo club de fútbol que había allí, el Ribera del Guadalquivir, donde la situación era un poco caótica, con deudas, el campo estaba sucio, desgastado, caídas las redes, las gradas daban pena. Estaba bastante deteriorado. Bastante. La situación hizo que estos dos entrenadores quisieran unirse para sacar adelante el antiguo club y las instalaciones.
Rafa Muñoz vivienda por la zona y Nacho, en su momento, antes de divorciarse, también vivía por aquella zona. Por tanto, conocen el barrio de cerca, lo viven con intensidad, lo sufren y tenían niños con tres añitos que habían empezado a entrenar con ellos y hace tres temporadas se encontraron con que sus pupilos se quedaban un poco a la deriva y decidieron rescatarlo.
Pero a usted se la considera fundadora del club, ¿no?
Claro. ¿Cómo fue la historia? El problema es que como ese club tenía deudas y un jaleo montado de abandono, y otro de los clubes que había, el Atlético Guadalquivir, porque eran dos, teniendo en cuenta que esas instalaciones estaban regentadas por Imdeco y ellos se hacen cargo de todo, la situación era muy caótica y nosotros tomamos cartas en el asunto, y ahí ya me incluyo yo. Hablamos con Antonio Muñoz, coordinador de Programas del Imdeco, para preguntar cómo podíamos salvar el campo y el club.
Decidimos que había que limpiarlo todo y la mejor manera era crear un club, y ahí entré yo. Porque la cuestión burocrática se me daba mejor a mí que a ellos. Nos reunimos y optamos por crear un club nuevo, diferente a lo que había y a lo que hay en el fútbol base de Córdoba.
Ahora mismo montar un club de fútbol es considerarte empresario deportivo y así apareces en Hacienda, entonces la mayoría van por ganancias, cobran cuotas, que es lo normal, equipaciones y demás y de ahí se van un poco retroalimentando tanto para ellos como para todas las personas que tengan a su cargo. Éste no podía ser nuestro caso, porque en el barrio eso es insostenible. Había ciertas deudas que había que enjuagar, las sacamos como buenamente pudimos con todo lo que íbamos recolectando de pequeñas cuotas, porque nosotros cobramos 10 o 15 euros a los niños. Conseguimos llegar a acuerdos para sacar ropa y equipaciones para los chavales, buscamos muchos patrocinadores, entre los que destacan Vemasur Hidráulica, que es una empresa de Puente Genil, que nos ha ayudado muchísimo, y otras muchas que nos han facilitado 100 o 200 eurillos, que son suficientes para pagar las equipaciones. También la consultora financiera OVB que ha pagado una equipación completa a los cadetes, o Gestores Deportivos también nos ha pagado una equipación, y así pudimos ir rescatando el asunto y decidimos conformar un equipo.
"Barajamos muchos nombres, pero Azahara Guadalquivir era el idóneo por el monumento y por el barrio en el que está enclavado"
Eso fue en plena pandemia.
(Se ríe). Se nos ocurrió en pandemia. Dijimos ¡ostras! La situación de este club se va al garete, la situación general no era muy buena, estamos encerrados, ¡pues venga! ¡Vamos a salir y vamos a hacer un club! Nos reunimos y decidimos montar uno barajando muchos nombres. Yo dije: "Creo que Azahara del Guadalquivir puede ser el más idóneo". Azahara por Medina Azahara, y de hecho el escudo esta inspirado en lo que hay allí, y Guadalquivir para que siguiera manteniendo la esencia del barrio en el que esta ubicado.
Precisamente, dígame, por favor, ¿qué peso puede llegar a tener un club como ése en un barrio con tanto problemas de todo tipo?
Nosotros cuando enfocamos este proyecto no solo era pensando en el fútbol y crear un club más que jugara en Cuarta, en Tercera o en Segunda División el fútbol base de la Federación Cordobesa. Era pensando sobre todo en qué hacer con todos esos chavales que no podían pagar y que ningún club le iba a abrir las puertas si no pagaba. Eso, lo primero. En segundo lugar, muchas veces Antonio Muñoz nos llamaba para decirnos: "Chico, tenemos a estos chavales aquí de integración social, de Servicios Sociales municipales o son de Cruz Roja y van a estar vetados, ¿vosotros los acogeríais?". Nosotros siempre hemos dicho que sí, por supuesto, sin ningún tipo de problema.
Tenemos a muchos niños de Cruz Roja, muchos niños de integración, que, de hecho, nos llaman a menudo para informes de cómo van, si acuden a clase, si los recogen o no los padres y tantear un poco la situación. Nunca hemos puesto pega alguna a eso. Al contrario.
¿Qué efecto tiene sobre los niños pertenecer al Club Azahara Guadalquivir?
Date cuenta que el futbol los niños lo disfrutan muchísimo. Es el deporte rey. Poder jugar al fútbol, pertenecer a un colectivo, a un equipo y a un club donde nos sñólo es el fútbol, sino que además hacemos peroles, como le decís aquí, y mucha convivencia entre ellos para que se conozcan. En el Azahara Guadalquivir el fútbol es mucho más que un deporte. Aquí al final intentamos ser familia, porque nos encontramos con muchos niños que no cuentan con el apoyo de sus padres en las gradas, por la razón que sea: Porque son familias desestructuradas o quizá haya algún progenitor en la cárcel... Pero, ¡ojo! También tenemos familias perfectamente estructuradas, majísimas, que han visto lo que estamos haciendo, les ha gustado nuestro club y vienen desde la otra punta de Córdoba a entrenar aquí. Vienen incluso desde Alcolea y hasta de La Carlota.
Pero eso es mérito de ustedes. Han sacado de la nada un club que en dos años ha empezado a tener renombre con presencia de ojeadores de equipos de Primera para ver si pueden echar la caña.
Sí. Hemos tenido ojeadores a ver niños de diferentes equipos y del Infantil de Nacho. Incluso del equipo de 'Falote', de cadetes. Es que son niños que despuntan. Cogen un balón y hacen un juego que te dejan anonadado. Tienen una magia en los pies que te preguntas cómo es posible que jueguen así al fútbol, cuando nosotros al final lo que podemos ofrecerles es dos o tres horas semanales de formación.
Aquí, realmente, hasta el año pasado, cuando pudimos tirar de más gente para ayudarnos, como entrenadores específicos de porteros o deportivos, teníamos un entrenador para absolutamente todo. Los demás clubes tenían esas especialidades y hasta gente que lleva el agua o mantiene la equipación y para nosotros eso era inviable por incapacidad para pagar. Es asnillo. Entonces, ¿cómo lo hacíamos? Trabajar con los niños esas dos o tres horitas de entrenamiento y ya con eso desatacaban y eso nos indicaba que la materia prima es buena. Lo llevan dentro.
"Han venido ojeadores, porque nuestros niños tienen madera, pero no lo tienen fácil porque los clubes valoran mucho el tema de los estudios y del apoyo familiar"
¿Cree que hay alguno con futuro en el fútbol?
Lo que pasa con el fútbol es que se ha vuelto un poco exquisito y se ha puesto un poco peculiar. Hay niños que despuntan y que efectivamente los tienen muy en cuenta, pero también valoran mucho el tema de los estudios y de lo que tienen detrás. Es decir, no es lo mismo una familia estructurada, que sabe que los padres van a estar detrás y tiene apoyo, que coger a un niño que quizá con 14 años no te va a ir a entrenar, porque prefiere estar en la calle, porque es lo que ha mamado.
No es fácil.
No es lo mismo, a lo mejor, unos hijos que tenemos nosotros educados y a quien le dices que el domingo, a las ocho de la mañana tiene que estar en tal sitio para entrenar y va, y estos niños no están acostumbrados a eso. A estos niños los recogen los entrenadores. Nacho va con su furgoneta picando las puertas: "Chicos, que entrenamos". Y más de una vez tiene que ir a otra parte a buscarlos detrás de ellos hasta encontramos y llevárselos al campo. Así se pasan los entrenadores en más de una ocasión horas y horas hasta recogerlos a todos y los traen a entrenar. No lo hace con todos los niños, pero sí con cuatro o cinco. El resto, al final, ya te empiezan a venir por ellos mismos.
Son niños que, a lo mejor, les programas un partido de fútbol un domingo a las 10 de la mañana y los entrenadores ya saben que ese partido lo tienen perdido. ¿Por qué? Porque se acuestan a los siete de la mañana cuando a la Play, fumando las pipas ésas que se han puesto tan de moda entre los chavales y demás. estoy hablando del Infantil. A lo mejor los benjamines no lo hacen.
Pero es la realidad que tenemos aquí.
Me gustaría que nos contara un poco cómo han conseguido que el club funcione con todas esas circunstancias que tiene.
Creo que el exito está en que hay mucho trabajo detrás. Rafael y Nacho han hecho muchísimo trabajo detrás. Yo me incluyo a la hora de decir que hay que hablar mucho con los padres, educar a esos padres teniendo en cuenta que en nuestro curriculum ya va incluido que somos el barrio de 'Los Vikingos'. Por eso, hay que educar a los padres para que no haya problemas y seamos ejemplo.
¿Lo están logrando?
A día de hoy, te puedo decir que habrá habido uno o dos problemas, en los que si analizamos la situación no hemos sido nosotros. Lo que pasa es que al final a éstos les saltan chispas y saltan. Te puedo nombrar otros clubes que tela marinera. He tenido que expulsar a madres de fuera por empezar a decir perlas como "pero pégale una patada, si es un gitano". Cosas de ésas. Eso lo he vivido yo en madres que vienen del Córdoba, gente de pasta y de bien, que yo literalmente flipaba con lo que estaba viendo. Y luego nos llaman a nosotros 'Vikingos'...
Como nosotros eso lo hemos vivido, y ¡ojo! que tampoco salvo a toda mi afición, pero con el corazón en la mano tengo que decir 'chapeau'. Me quito el sombrero por mi afición, porque a día de hoy pocos problemas, muy, muy pocos, nos dan. En lo de pagar sí tienen más problemas los padres, aunque a más de uno no les suponga tanto esfuerzo la cuota, pero en materia de grada son de diez. Gritos siempre hay, porque es fútbol, pero se centran en el juego y de ahí no suele salir.
Es que animar y gritar no está prohibido.
Son gradas, las nuestras, que nos nos dan problemas. No nos han tenido que desalojar nunca. Cosa que en otros campos sí ha ocurrido, y lo digo porque ahí hemos tenido historias que habría que ver quién es en verdad el 'vikingo'.
Te digo todo esto para que se entienda un poco la limpieza que hay que hacer detrás y que incluye hablar con los padres, sentar a los niños una vez por semana y educarlos en la idea de que si se pierde no pasa nada, respeto a los árbitros, si un niño te insulta y te escupe se habla con el árbitro y no se reacciona de otro modo. Porque, claro, estos niños eran de los que por soplarles les saltaban las chispas, porque es algo que tienen mamado de la calle. Hemos tenido que reeducar a estos chavales y también a entrenadores, porque muchos de ellos eran también pompas. Pero hemos aprendido mucho sobre educación deportiva. Y a día de hoy tenemos entrenadores como José Carlos García, que venía del Apademar, y que han estado en otros clubes y están encantados aquí con la labor que hacemos y cómo trabajamos a los niños, cómo trabajamos a los padres, con reuniones y circulares para pedirles comportamiento exquisito en los partidos con la amenaza de que quien no se comporte va a ser expulsado, cosa que en otros clubes no hacen... En fin, que cuidamos mucho esas cuestiones.
Se dice que las instalaciones del IDM Guadalquivir son de envidia.
Las instalaciones deportivas Guadalquivir son las más grandes de toda Córdoba. Son las únicas que tiene fútbol 7 y fútbol 11 a día de hoy. Las regenta, pertenecen y las controla el Imdeco, y, por cierto, seguiré tirándole de las orejas eternamente a todos en plan "ponerme la luz", "cambiadnos el césped", "arregladnos las cosas", pero tengo que decir que Antonio Muñoz está al pie del cañón con nosotros para todo lo que necesitemos y el pobre mueve lo que puede conseguir de lo que tiene a su alcance. las cosas como son.
¿Y qué quieren hacer con tantísimo espacio a su disposición?
Mira. Nos gustaría, además de arreglar todo esto, con el tiempo plantear, quizá, con las zonas que están abandonadas o llenas de jaramagos -que estamos allí todo el día quitando bichajos y hierbajos-, hacer algún tipo de proyecto para que se pueda instalar algo más. Sería ideal algo de pádel, que no hay nada de raqueta, y hay mucha gente a la que les gusta.
Bueno, también tenemos cedido espacio al Córdoba Rugby Club, que viene a entrenar también aquí... Es que estas instalaciones son muy, muy potentes. Están cerca de la autovía, con facilidad para aparcar...
Y otro de los proyectos que queremos es intentar pintar las paredes externas.
"En nuestras instalaciones, que son muy, muy potentes, viene a entrenar el equipo del Córdoba Rugby Club"
¿Qué problema hay para eso?
Es que no me refiero a pintarlas con un color para que queden renovadas. Queremos que se pinten por gente de la calle, por grafiteros. Me encantaría. Lo que pasa es que ya he solicitado algún que otro presupuesto a pintores y piden un pastizal, por lo que es insostenible. Así que mi siguiente proyecto va a ser: Muy bien, pues me voy a buscar grafiteros, gente de la calle y que me lo haga gratis, y que pinten en torno a su barrio.
El otro proyecto que tengo en mente y queremos que sea de cara al próximo mes de septiembre, aunque le tenemos que dar un par de vueltas más, porque si nos cuesta pasta es insostenible, es que hay una empresa que va a empezar aquí en Córdoba a funcionar sobre deporte y educación. Eso significa aprovechar las instalaciones que tenemos, donde hay muchas salas, para que se puedan dar clases particulares formativas a niños. Así, el mismo niño que va a una academia a estudiar inglés o matemáticas que tenga aquí sus horas, pagándolas sus padres, pero siempre adecuado a la situación de la familia, y luego cuando salga sigue jugando al fútbol o bien entrena y después de eso tendría la formación correspondiente.
De ese modo, todos esos chavales que no pueden hacerlo, bajarle el precio y tener aquí profesores o formadores. Este proyecto lo queremos presentar para septiembre del año que viene.
¿A quién?
Se lo voy a presentar al Imdeco y a quien sea necesario. Para eso me muevo como haga falta.
"Voy a contactar con grafiteros de la calle para que pinten las paredes externas del club con motivos en torno a su barrio, el Guadalquivir"
A nivel práctico. Recuérdeme cuántos equipos tienen y cuántos chavales hay en cada equipo.
A ver, tenemos escuela de niños con 20 chavales; un equipo de prebenjamín, con 14; otro de benjamín, con 15; dos equipos de alevín, con 30 niños; dos equipos más de infantil, con 40; dos equipos de cadetes, con 40 niños más; un equipo de juvenil, con 24, y un equipo inter fútbol senior, con 30 chicos. En total, contando con la escuela, 11 equipos y 213 jóvenes con nosotros.
Y hasta el año pasado tuvimos un equipo femenino.
¡Justo! Me acaba de contestar antes de hacerle la pregunta.
Pero el femenino, y me duele decirlo porque soy mujer, era jodidamente exigente. Necesitaban vestuario propio y cuotas gratis por ser subvencionadas. Se lo expliqué a ellas: No recibimos aún subvenciones hasta que no llevemos dos años. Si no tenemos subvención, no les podemos pagar equipación ni nada de lo demás. Les pedí comprensión, no lo entendieron y se marcharon a otro club.
O sea, que ya no tienen equipo femenino, con el auge que está teniendo eso.
Sí.
¿Y tienen intención de recuperarlo?
Pues no, porque nos parecen inviables. Los equipos de mujeres ya granadas son peculiares, ¿sabes?
Bueno, ¿y qué le viene a usted a la cabeza si le nombro el Atlético de Fuengirola?
Es verdad que estuve jugando en él, pero era otra época. Te puedo decir que las mujeres de aquél entonces eran diferentes. Los equipos femeninos actuales saben que están subvencionados y allí donde vayan las tienes que tener en palmitas. Y me parece estupendo, pero con nosotros tenían que haber tenido algo de paciencia, porque no podíamos solventar y pagar todo lo que ellas querían.
"En mi época, las jugadoras de fútbol nos pagábamos todo y a día de hoy, como los equipos están subvencionados, son jodidamente exigentes"
Nosotros, en su momento, rescatamos al femenino que entrenaba aquí. Les dijimos a las claras que se quedaran con nosotros, pero que necesitábamos que pagaran al mes 15 o 20 euros para sacar esto adelante entre todos, con muchas deudas que pagar y muchas redes que arreglar, y si entre todos arrimábamos el hombro a todo le podíamos hacer frente. Pero ellas no quisieron y pidieron que les diéramos incluso la equipación, que costaba 70 euros con un chándal y dos equipaciones completas.
En mi época yo me pagaba las cosas y ahora con tantas subvenciones, se agarran a eso. Se fueron, al final.
La buena noticia es que tenemos niñas que juegan en los equipos. En el benjamín hay una, en los prebenjamines y en la propia escuela hay más, así que hay futuro.
