CARMEN OGAYAR. PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN 'LOS PATIOS DEL ALCÁZAR VIEJO'

"Hay que cuidar más a los cuidadores porque sin ellos no habría patios"

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photo_camera Carmen Ogayar, presidenta de la Asociación 'Patios del Alcázar Viejo'

Aunque no es cordobesa, la presidenta de la Asociación de Balcones, Rejas y Patios del Alcázar Viejo, Carmen Ogayar, se crió en una casa de Úbeda con un gran patio que le despertó desde bien temprano su amor por las plantas. Estas siempre han tenido hueco especial en los diferentes lugares donde ha vivido más allá de que su arquitectura contara con este elemento tan emblemático de las casas cordobesas.

A pesar de que la suya, en pleno corazón de San Basilio, ya cuenta con uno, no lo abre al público por su particular disposición al final de la casa, aunque sus rejas sí participan desde hace cinco años en el concurso que arranca en un par de días y que tiene en este barrio uno de sus epicentros. Su implicación en la asociación de vecinos del barrio, de la que fue tres años presidenta, ha desembocado en la presidencia de esta otra asociación que vela por recuperar la cultura del patio y por que estos puedan visitarse más allá del mes de mayo. 

¿Cómo surge la Asociación de Balcones, Rejas y Patios del Alcázar Viejo?

Por lo general, los turistas vienen fundamentalmente a Córdoba para ver la Mezquita, el Alcázar, la Sinagoga y los patios. Da igual la época del año que sea, pero siempre te preguntan dónde están los patios, porque además este barrio, al tenerlos tan concentrados, es el barrio de los patios por excelencia. Entonces nos planteamos. ¿se podría conseguir que los patios estuvieran abiertos durante la mayor parte del año? Empezamos a darle vueltas y nos dimos cuenta de que podría ser una buena idea y por eso se hizo la asociación.

¿Cómo funcionáis, por cuántos socios está formada?

No somos muchos socios. Por una parte están los que tenemos rejas o patios y por otra vecinos que simplemente quieren ayudar. La cuota que pagamos, 10 euros al año, es prácticamente simbólica. En este sentido, una cosa que queríamos hacer, y que todavía no estamos haciendo del todo bien, porque como quien dice estamos empezando, es llenar de actividades los patios, que además de visitarlos haya talleres para niños plantar flores; obras de teatro itinerantes; cuentacuentos, actividades que ayuden a que se conozcan los patios.

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Y mantener viva su cultura...

Efectivamente. En días destacados, como el de la poesía, intentamos hacer algo, este año se celebró leyendo poemas por los distintos patios y repartiendo poesías. El día del libro este año lo hubiéramos querido hacer por todo lo alto celebrando el 400 aniversario de la muerte de Cervantes: llenar el barrio de molinos y alguien disfrazado de Quijote y Sancho Panza que lo recorriera, pero se nos ha ido al traste con la muerte de Luis (vecino muy querido en el barrio, que ha fallecido recientemente y estaba muy involucrado en el tema de los patios). Todo eso lo llevábamos entre los dos y la verdad es que nos quedamos un poco caídos. Después de eso, se hizo, pero a nivel menor. Lo que intentamos es seguir con la tradición y que se vuelva a recuperar el espíritu de los patios, que indudablemente no va a ser como antes, cuando la vida se hacía en estos lugares, aunque creo que este barrio, que es como un pequeño pueblo, puede llegar a recuperarse. 

Intentamos seguir con la tradición y que se vuelva a recuperar el espíritu de los patios

La ruta que habéis diseñado por el Alcázar Viejo, ¿en qué fechas puede visitarse fuera del concurso?

Normalmente abrimos para el puente de Andalucía, el 28 de febrero, y se cierra a finales de junio, porque julio y agosto son meses imposibles por el calor. Dependiendo del tiempo se abre a mediados o finales de septiembre y hasta navidad. Enero y febrero también permanecen cerrados. 

¿Cuál es la tarifa para la visita?

Sí, hay una tarifa, pero eso lo lleva la empresa que va aparte de la asociación, aunque se constituyó, precisamente, a raíz de ella. Nosotros, al no tener ánimo de lucro no podíamos hacer nada que tuviera un valor ecónomico. El abrir lo patios requería un persona, como mínimo, que esté en la sede en el horario de visitas y a esa persona hay que retribuirla de algún modo. De todos modos trabajamos codo con codo y si alguna vez alguno de los propietarios y cuidadores no puede estar en el patio en la hora de la visita, normalmente voy yo, es una especie de favor especial, aunque yo no forme parte de la empresa, sí quiero que las cosas funcionen bien.

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¿Qué cree que hay más sacrificio o solidaridad por parte de quienes abren sus patios a los visitantes?

Creo que se abre porque a todos nos gusta que se reconozcan las cosas bien hechas y las cosas bonitas. Es verdad que no se ve el sacrificio que hay detrás, pero hay gente a la que no le importa levantarse a las 5 de la mañana para tener el patio a punto. Yo no lo pongo en concurso, pero lo tengo siempre así de cuidado, cuando te gustan las plantas, aunque no lo pongas en concurso, lo tienes así. Da mucha satisfacción, incluso cuando no es mío el patio y llegan y lo alaban tanto, la verdad es que es un orgullo y te sientes muy bien. Todo el mundo te dice, Hay que ver que trabajazo tiene, y tú dices, pues es verdad. Yo soy maestra y lo comparo con esto. Cuando yo daba clase me decían !Hay que ver que esto no se paga con nada!, y yo les decía es que esto no está pagado, o te gusta lo que haces o dedícate a otra cosa. Es un poco comparable con eso.

Hay gente a la que no le importa levantarse a las 5 de la mañana para tener su patio a punto 

 

La declaración de los patios como patrimonio inmaterial en 2012 ¿le acabó de dar el empujón que ha hecho que en los últimos años la fiesta sea un lleno absoluto?

Ya estaba impulsada de antes, porque yo recuerdo los años que yo fui presidenta de la Asociación, que aún no estaba la declaración y los fines de semana eran horroroso.

¿Cuál es el mejor cuidado que se le puede dar a una planta, cómo se consigue que luzcan así de bien?

Es complicado, pero tienes que poner a cada planta donde tiene que estar, las hay de sol, de sombra, intermedias. También hay veces en las que a las plantas les gusta un sitio y si las cambias de ahí parece que se entristecen. Hay que ir probando hasta dar con lo que necesitan.

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¿Y es verdad que no falla lo de darle cariño, el hablarles?

Eso sí, efectivamente, decirle lo guapas que están (risas) y todo eso, quitarle las hojas secas, ponerles su abono, regarlas... fundamentalmente por la noche o a primera hora de la mañana

La supervivencia de la cultura de los patios, ¿es una cuestión generacional?

Creo que no, por ejemplo tengo el ejemplo de Luis, un chaval joven que estaba enamorado de su patio, del mayo, y su hermano Nacho, que es joven también, vive en una casa patio. Mantener un patio es mucho trabajo, lo que es pasa es que es un trabajo bonito y no pesa tanto como si lo llevaras a disgusto. 

El trabajo de cuidar el patio es bonito y por lo tanto no pesa tanto como si lo llevaras a disgusto

¿Se porta bien la gente que visita los patios?

Depende, hay de todo. El otro día, te lo cuento porque lo tengo muy reciente, por ejemplo llegaron dos grupos de unas treinta personas, digamos de la tercera edad, que parecía que había pasado un elefante en una cacharrería. Horrible, no sabía para donde mirar, todo el mundo queriendo el mejor rincón, haciéndose fotos. Una de las peleas que solemos tener con los visitantes es que tengan cuidado con el bolso, la mochila, etc porque pueden destrozar las plantas con ellos.  Por eso ahora, en el concurso de patios hay un límite para que entren un determinado número de personas que se pueda controlar sin que hagan demasiado daño. De todas maneras se suele hacer daño, no digo queriendo, pero sí hay un desgaste después del concurso.

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¿Se sienten respaldados a nivel institucional?

No mucho, dejemoslo ahí. Esto como que se ha ido un poco de las manos, no sé si has visto las colas que se forman... y ante eso ¿qué haces? Los pases que se dieron se demostró que fue un error, este año no hay pases y se vuelve a lo tradicional. Lo que sí hemos intentado, aunque no lo hemos conseguido para este año, es que los patios estén abiertos hasta más tarde, al menos los fines de semana. Quienes vienen de fuera si visitan los patios por la mañana o a primera hora de la tarde, pero a un cordobés no se le ocurre salir a las 6.00 para ver los patios, además es distinto ver un patio de día a hacerlo de noche. 

Hostecor, los bares y hoteles de la zona deberían colaborar porque realmente son los que se lucran con esto, pero no aportan ni un euro

¿Cómo resumiría el mayo festivo?

El mayo es como esa imagen que ha ido pasando estos días, en el que se leía enero, febrero, marzo, abril, Córdoba, junio (risas), Es así, mayo es el mes cordobés por excelencia, y creo que todo el mundo lo reconoce. Pero lo que caracteriza a Córdoba no es la feria, que hay en todos lados, ni las cruces, que también las hay y siendo sinceros las mejores son las de Granada, al igual que los carnavales son los de Cádiz, las cosas que son son. Lo que caracteriza a Córdoba son los patios y se tendrían que preocupar más por cuidarlos y por cuidar a sus cuidadores, porque sin cuidadores no hay patios. Aparte de las instituciones, que está muy bien su colaboración con los premios y subvenciones, también deberían colaborar Hostecor, los bares, restaurantes y hoteles de la zona que son los que se lucran con esto, porque quien realmente gana dinero con esto son los hoteles, que suben los precios, para mi opinión demasiado y los restaurantes, bares y cafeterías que estos días están llenos. Esos sí deberían colaborar, pero no aportan ni un euro. 

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