Ante un Gran Teatro a rebosar y en presencia de la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, y la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, el egabrense José Juan Jiménez Güeto pregonó la inminente llegada de la Semana de Pasión en un periodo de Cuaresma que ya agoniza. Y lo hizo orgulloso de su cuna, sin querer ocultarla, antes bien la exhibió en forma de bandera representativa de Cabra bien visible en el escenario.
Previamente, y ante un público expectante, la Banda de María Santísima de la Esperanza interpretó cuatro marchas procesionales, entre ellas alguna dedicada a la Virgen de la Sierra, Patrona de Cabra, que dieron paso al canónigo y párroco de la Trinidad. No obvió el pregonero en su sentida y aplaudida alocución, con la que realizó un recorrido por la pasión, muerte y resurrección de Cristo a través de los misterios que procesionan en la Semana Santa, la situación actual que vive la ciudad al proferir un ¡viva la Catedral! que fue vitoreado y aplaudido por el resto del respetable, en completa representación del mundo cofrade local. Una Catedral en una Córdoba "siempre cristiana, le pese a quien le pese", contando con la figura de la Madre siempre presente en la imagen de la Virgen María.
Jiménez Güeto (Cabra, 1968) recibió el sacramento del orden sacerdotal en Sevilla de manos del Beato Juan Pablo II el 12 de junio de 1993 y realizó los estudios de Experto en Dirección de Centros Educativos en la madrileña Universidad Complutense. Ha sido párroco de San Juan y Todos los Santos, así como vicepresidente de la Obra Pía Santísima Trinidad.
