Cofradías
FOTOGALERÍA: Viernes Santo de dolorosa expiración como sacrificio para redimir al mundo
El viernes 3 de abril del año 33 después de Cristo aseguran los científicos que se produjo un terremoto de gran magnitud que afectó a Jerusalem. Según el Nuevo Testamento, cuando Cristo expiró el velo del templo se partió en dos de arriba abajo y la tierra tembló y las rocas se partieron. Es duro decirlo y difícil concebirlo, pero Dios murió ese día sumiendo en la desesperación y la oscuridad a los suyos, demasiado acostumbrados a la presencia de su Señor.
Esto es lo que se representa el Viernes Santo a través de las procesiones que han salido (todas de nuevo): La Buena Muerte, la Soledad (en la que la Madre ya no está con el Hijo, y sólo está la cruz vacía), la Expiración, el Descendimiento, la Conversión (que se estrena este año en la calle), Dolores y Sepulcro.