Opinión

Artículo Periodístico 4.157º: 'Los castillos y la historia'

Nunca he entendido por qué tan pocos castillos en España han quedado siendo habitados y sí cientos en el Reino Unido.

¿Por qué en el Reino Unido, y en menor medida en Alemania y en Francia, los castillos medievales o renacentistas han continuado siendo habitados por sagas familiares o por compraventas de otras manos con más poder económico en cada momento, y, en España, es una tierra llena de castillos en ruina, salvo alguna excepción?

Cela, siguiendo el axioma latino, hasta en su escudo de su Fundación y de su linaje noble, lo dispone: "En España quien aguanta, gana". ¡Ay! Cela, eso hemos querido creer algunos, como esta modesta pluma, y, sólo llevamos décadas de fracasos culturales, toda la producción, buena o menos buena, que ha surgido de nuestros ojos, toda, no es valorada, y, ahora, el problema no es destacar, no, ya han pasado esos otoños y primaveras; ahora, es pensar y buscar una manera, que pudiese permanecer, para el futuro, para futuros especialistas o expertos o académicos o universitarios..., ¡Ay CJC, Cela!

Todo esto me lo está recordando un artículo del maestro del columnismo FU, Francisco Umbral, titulado De Castillo en Castillo, publicado en El Mundo, el día 13 del 05 de 1996, casi 11 años antes de su fallecimiento, con 64 años de edad, y, con miles de páginas y de artículos escritos en sus ojos.

Sabemos que en España los castillos eran de órdenes militares religiosas y de la nobleza del Antiguo Régimen, ambas realidades con el Nuevo Régimen fueron desarboladas en gran parte, y, suponemos que no tendrían suficiente dinero para soportar los gastos de un castillo, estuviese encima de un monte o estuviese dentro de una ciudad. También sabemos que la nobleza de sangre del Antiguo Régimen, aquí en nuestro terruño, salvo excepciones, no pasaron a formar parte de las empresas del momento, no empezaron a crear empresas de textiles o ferroviarias o fabriles de uno o mil objetos, como sí hicieron ciertas noblezas antiguas de Francia, Alemania, Reino Unido... Además de las nuevas elites que se incorporaron, no nacidas de la sangre, sino de los negocios...

No vamos de fiesta en fiesta, como Umbral nos narra en el artículo que hemos indicado, sino de sillón en sillón, siendo siempre el mismo sillón, intentando descubrir esencialidades y accidentalidades de los hombres y mujeres del momento. Quizá, el articulismo como lo entiendo personalmente, es la novela actual. El modo que cuenta la realidad, trozos de realidad y de realidades. Si juntamos todos los cientos de artículos de cualquier autor o autora de hoy, le quitamos los títulos, ponemos números encima, como si fuesen capítulos, y, se transforma en una enorme novela, con cientos de personajes, tramas, desarrollos, cuentos, relatos, lugares, etc. Es la Búsqueda del Tiempo y Espacio encontrado y perdido del hoy. Da lo mismo que el columnista sea de provincias o sea de la metrópoli, de las varias existentes en cada territorio sociopolítico, todavía nacional.

Ahora dicen que está surgiendo, unos expresan que ya está consolidada, una nueva nobleza internacional, basada en los negocios internacionales, ahora dicen que las quinientas o mil grandes empresas del mundo, controlan más del cincuenta por ciento de toda la riqueza mundial, de toda la propiedad mundial, de toda la producción mundial. Dicen. Otros indican que se está produciendo un cambio tan radical, que el Renacimiento, el Nuevo Régimen no es nada comparables con lo que está surgiendo. Otros indican que diez mil millones de personas dentro de cincuenta años, según la ONU, será difícil de pastorear, o lo que es lo mismo de prever por dónde caminarán todos los destinos del mundo, y del planeta. Otros esperan que se cree por fin una Autoridad Política Mundial, que nos permita acceder al sistema solar, y, habitarlo, y, así la presión demográfica y el temor demográfico no sean tan elevados...

Pero, vayas por donde vayas de nuestro terruño, te encontrarás un castillo en ruinas o las ruinas de un castillo, como hasta ahora, fueses dónde fueses te encontrabas una iglesia o una ermita, y, una sede de un banco. Pero el genial Cela, me temo, que en España muchos los que han aguantado, no diez años, sino cincuenta años, no se ha cumplido el adagio latino, que él, con mucha suerte y mucho talento, retomó y aplicó. Muchos han aguantado y no han ganado, por no ir más lejos, este escribiente de este artículo... ¡Aunque es mucho mejor, y más ético, llenar tu vida de letras que no tu panza y cerebro de alcohol...!