Opinión

Artículo Periodístico 4.129º: 'Semana Santa y procesiones y lluvia'

Dicen que el pueblo español una de las diez grandes preocupaciones que tiene cada año es si esta próxima Semana Santa van a poder salir la procesión de su corazón en su ciudad.

Desde hace décadas y siglos es una realidad que se ha producido, una preocupación, y se han regido ciertas reglas y normas, se dice, no sé si con toda autoridad histórica, que si una procesión estaba en marcha, y empezaba a diluviar para que no se estropease el paso y la Virgen y el Nazareno, pues se refugiaba en la iglesia y capilla más cercana, y, allí, se quedaba al menos un año. Es derivada de una costumbre medieval, que en determinadas situaciones se dejaba a los animales que portasen el cuerpo de un posible santo o de una imagen, y, donde se detuviese allí se enterraba o allí se hacia una capilla. Existen casos históricos que la tradición histórica así cuentan  las leyendas.

Por tanto, muestra y demuestra el caso anterior, que ha sido una ocupación y preocupación del pueblo español, no sé si en América del Sur, sucederá lo mismo. Por tanto en cada época se han buscado soluciones posibles y reales y potenciales. Por tanto, ofrecemos las presentes posibles y por tanto, abran un comunicado de sugerencias, quién sabe si existen otras soluciones reales...

Y, cómo cuando hablo del pueblo español, estoy hablando del pueblo español, en casi toda su mayoría, incluso al ateo o agnóstico, incluso de un color o de otro. Como estamos hablando de una mayoría, que año tras año espera la Semana Santa del año siguiente, porque esta Fiesta religiosa y popular y secular y sagrada tiene muchas variables y dimensiones, que aquí, no nos vamos a detener a precisar, sólo nos fijaremos el problema de la lluvia y tormenta y huracán.

Debemos contar, que ahora y hoy, disponemos de pronósticos metereológicos que son muy precisos, y, disponemos de sistemas de móviles que ha cambiado toda la dinámica de las procesiones en precisión, y también para la información de miles de personas en unos momentos. Contado con estos dos medios y artilugios esenciales a este problema, busquemos soluciones:

La primera, que se ha ensayado en algunos lugares y momentos, es disponer de un toldo que tapa todo el paso, de plástico, que permite ser visto desde fuera, y, que por tanto, con toda la prudencia del mundo, para que no haya caídas de los penitentes, no haya peligro para la población que está en las aceras... Podría como en todo problema, formarse comités que estudien dicha posibilidad y la apliquen en algunos casos, y, ver los resultados. Contra los rayos no encuentro la solución, ustedes tendrían que valorar si existe mucho peligro, y, entonces, evidentemente no deben salir por el peligro de muertes en los penitentes, en el paso, en el público de las aceras...

Segundo, una variedad de la anterior, sería que los pasos, en situaciones de lluvia, al menos hasta una cantidad, pues se pusiesen esos toldos, y, también todos los penitentes llevasen por encima un vestido o anorak de plástico transparente o del mismo color que el traje –sería entre otras cosas, un nuevo nicho de mercado del textil posible-, o, incluso un paraguas, todos del mismo color, suponemos de la misma capa, y formaría una imagen bastante estética –reitero siempre que el peligro de rayos o tormentas no exista-. De tal modo, que así pudiesen los peregrinos de la penitencia que van detrás y delante de los pasos, recordando sus dolores y haciendo dolor de sus pecados y faltas salir ese año y, así podrían ir todos caminando y recaminando y recordando. Los feligreses que están en las aceras, estos ya tienen abrigos y paraguas.

También se podría y debería formar una comisión que estudiase esta posibilidad, que se empezase por varios experimentos en varias ciudades, y, ver y percibir si produce un resultado suficientemente positivo o aceptable –y, dejar que el tiempo vaya perfeccionando la técnica-. Creo que para el pueblo y la ciudad y los ciudadanos sería una solución aceptable.

También se podría con los datos que se disponen hoy, atrasar unas horas, porque en un tiempo de lluvia, también existen momentos con más o menos.

Tercera solución. Tomando las anteriores y aplicando las anteriores. Pues sabiendo en ese día o en esa tarde, cuándo llueve menos, a qué horas, que se puede conocer, realizar un 'recorrido reducido'. Con lo cual, todo el mundo ya sabría de antemano, que existe un recorrido largo o el tradicional de décadas, y, otro el 'recorrido corto', que estaría ya fijado y anunciado, y, que todo el mundo conocería. Por móvil se avisaría a la hora de la salida y el recorrido. Con lo cual y por lo cual, tapados los pasos y los 'santos' como se suele indicar, y, tapados también los nazarenos y penitentes, pues ya sabrían todos a qué atenerse.

Cuarta solución, si las anteriores no son posibles, si no pueden trasladarse con 'recorrido corto esa misma mañana o esa misma tarde, incluso dejarse para esa misma noche'. Si no puede aplicarse el recorrido corto, que hemos definido, ni esa mañana, ni esa misma tarde, ni esa misma noche... pues se optaría por estudiar y dejarla para el día siguiente...

En esta situación, podría suceder, que ya estarían las calles, con las procesiones fijadas de dicho día, que tendrían el recorrido fijado y respetado. Y, se crearía 'una procesión del día alternativo'. Y, por lo cual, la procesión que debía de salir el viernes por la tarde, como no ha sido posible, en ninguna de esas posibilidades se deja para el día siguiente, sábado, fijando una hora, ya está fijado el día y el 'recorrido alternativo', el día siguiente, y ya se conocería 'el recorrido alternativo', y, así el pueblo también lo conocería... Como siempre, un comité que estudie esta posibilidad. Como siempre indico en todo, se hagan algunos experimentos y pruebas, no se tiene que fijar una norma universalmente, se pueden pasar varios años probando el sistema. Y, ver el resultado... ¡De todas formas estamos condenados que cada año las lágrimas de las nubes son más escasas en esta Celtiberia nuestra...!

Creo y estimo, que alguien que está esperando que salga su Cristo o su Virgen, no le importa mojarse un poco o tener un paraguas, si el paso no se estropea, si no existe peligro para los penitentes, y, al menos verla por unos minutos por sus calles.

Hoy, que el corazón humano, está tan atrapado por temores y dolores, personales, familiares, sociales, hoy, que tanto necesitamos de esperanza, creo que el que puedan continuar andando los Cristos y las Vírgenes por las calles, siempre con la prudencia y la moderación, es casi una necesidad nacional, es casi una cuestión de emergencia nacional.

Aquí dejo estas palomas de sugerencias, ahora estúdienlos ustedes, y perfecciónenlo, aquí se termina mi modesto papel de columnista de opinión. Paz y bien.