"Estos felinos suelen ser muy solitarios, viven apartados", "la especie todavía sigue en declive por culpa de los atropellos en las vías públicas, la destrucción de su hábitat y la escasez creciente de su base alimenticia, el conejo europeo", "una de las mayores amenazas que acechan al lince ibérico es la reducción del hábitat", "el lince ibérico es un animal muy territorial y solitario. Establecen dominios individuales que pueden alcanzar áreas de entre 10 y 20 kilómetros cuadrados. Una vez el macho ha adquirido su territorio, buscará a una hembra para reproducirse", "necesita buenas densidades de conejo, zonas con vegetación cerrada para descansar y reproducirse, y un grado mínimo de molestias humanas".
Éstas son algunas de las definiciones de Internet sobre el lince ibérico (cuya cabeza bien podría haber inspirado la imagen del superhéroe Logan -Lobezno- de la Casa Marvel) que el ejemplar que se pasea tan tranquilo y sin estrés por las calles de la aldea de Azuel (Cardeña) parece desafiar.
Es un hermoso ejemplar, que bien podría bautizarse como 'Don Gato', y que ya había sido visto por algunos y algunas habitantes desde hace tiempo, pero últimamente la captura de imágenes, bien en fotografías o en videos, empiezan a proliferar de forma considerable en esa zonas del Valle de Los Pedroches.
La última de las fotos es del pasado miércoles, día 20, y se le ve paseando sin prisas por la que los de allí denominan la carretera vieja, una Nacional que se ha reutilizado como paseo en la aldea. El último video es de ayer, viernes, y en él se le puede ver retozar sin temor sobre un contenedor de basura, casi posando para la cámara.
Todas ellas aparecen plasmadas en una cuenta de WhatsApp llamada 'Salud y Cultura de Tod@s', con 189 participantes, donde se plasman mensajes de admiración hacia este ejemplar y donde hay en concreto una frase que resume a la perfección la relación entre el animal y la aldea: "¡Madre mía, ése es ya uno más del pueblo!".
Un raro ejemplo de convivencia donde el felino se siente seguro y los seres humanos no lo consideran una amenaza ni una pieza de caza y prácticamente lo han adoptado con orgullo.
