Hoy han preferido abrir a medio gas para evitar problemas de saturación el primer día de funcionamiento, y derecho todavía había técnicos trabajando en algún asunto (un ascensor que tenía un funcionamiento algo extraño) o los técnicos de informática del Servicio Andaluz de Salud (SAS) pendiente del funcionamiento de los ordenadores, pero mañana, martes, el nuevo centro de salud Huerta de la Reina va a funcionar a tope.
De hecho, esta mañana apenas sí había movimiento en el interior del nuevo edificio, y eso que en el antiguo, ubicado en la vecina calle de Beatriz Enríquez, que ahora revierte de nuevo en el Ayuntamiento por ser de titularidad municipal, durante toda la mañana ha permanecido una persona para informar a los más despistados, además de los numerosos carteles que se han colocado allí para informar del cambio.
Pero por si todavía hay algún despistado, el SAS remitirá un whatsapp a cada uno de los usuarios de Huerta de la Reina diciéndoles que ya tienen a su disposición un moderno edificio flamante, que ha costado 2.275.000 euros, para dar cobertura a más de 11.500 personas en la esquina de la Avenida del Gran Capitán con la calle Abderramán III.
Para controlar este primer día de funcionamiento estuvo allí la delegada en funciones de Salud, María de los Ángeles Luna, acompañada de responsables técnicos, que han recorrido de arriba a abajo todo el edifico, también para tener un conocimiento mayor del edificio. Algo que, por ejemplo, no tendrá la oportunidad de hacer en el espacio que se está modernizando en la Avenida de América, junto al Palacio de La Merced, y que corresponderá inaugurar a su nuevo sustituto.
Varios de esos usuarios ya estaban esta mañana tempranito acudiendo a sus respectivas citas médicas. La mayor parte de ellos saludaban la novedad, por ser nuevo y más cómodo que el anterior, pero también con el sabor de muchos recuerdos acumulados después de muchos años, porque allí tuvieron lugar situaciones de las que se quedan grabadas como es el caso de una mujer a la que le practicaron un legrado o de otra usuaria que dio a luz allí a dos de sus tres hijos, hace de esto casi 50 años.
Pero el cambio es sólo de lugar, porque los médicos siguen siendo los mismos, y los problemas que había en el anterior se repiten en éste. "Por mucho nuevo edificio que nos hagan, aquí seguimos con los retrasos de siempre; llevamos ya más de una hora esperando a que nos reciban sobre la hora de nuestra cita", ha indicado un hombre que acompañaba a su anciano padre a la consulta. Su caso ha sido coreado por otros visitantes cercanos quienes han sugerido que en las horas en que los facultativos se van a almorzar "no deberían de conceder cita o por lo menos que tierna un médico sustituto, y así no nos tendrían aquí esperando tanto tiempo", ha sugerido otro.
Un joven que trabaja en el extranjero y que coincidió su cita médica con el primer día de funcionamiento del centro ha mediado en la conversación. "Al margen de los retrasos que siempre hay, no sabemos el lujo que tenemos con este sistema de salud público, que funciona muy bien; ya les gustaría en países muy avanzados como Estados Unidos tener esto, porque allí la sanidad les cuesta un ojo de la cara o se ven obligados a adquirir un seguro médico privado", ha indicado arrancando gestos de asentimiento de otros tantos usuarios.
El nuevo centro de salud, más accesible y cómodo para la población, tiene un espacio de más de 2.660 metros cuadrados distribuidos en un sótano, planta baja y cuatro alturas más, donde están las consultas. Un área general muestra el vestíbulo, la recepción, la gestoría de usuarios, salud pública y área de trabajo social,mientras que el espacio para la atención sanitaria tiene 16 consultas de medicina y enfermería de familia, una consulta polivalente, una sala de extracciones, otra de odontología y boxes de diagnóstico.
Además, hay un área de cirugía menor compuesta por una consulta y sala de espera y un área materno infantil en el que se ubican las consultas de enfermería, pediatría con sala de lactancia, vacuna y matronas, con seis consultas. Igualmente, el nuevo centro de salud cuenta con un área de educación sanitaria, compuesta por una sala de educación, almacén y vestuarios; otra zona destinada al personal del centro, donde se ubicarán los despachos, biblioteca y aseos; y, por último, una zona de servicios de apoyo.
En cuanto al personal, ha aumentado, ya que un médico de familia, un enfermero, un odontólogo, un auxiliar de enfermería y un auxiliar administrativo más, que se suman a los seis médicos de familia, seis enfermeras, dos pediatras, una enfermera gestora de casos, un trabajador social, una matrona, tres auxiliares administrativos y dos celadores conductores que ya prestaban servicios en el centro.
