El coordinador provincial del Instituto Andaluz de la Juventud, Alberto Mayoral, ha visitado la Escuela de Arte Mateo Inurria, donde se ha pintado un mural graffiti sobre mundo árabe e intercultural, resultado del taller Código Joven, que ha contado con la colaboración de Casa Árabe y el alumnado de la citada Escuela.
Mayoral ha informado de que el IAJ está realizando en la provincia de Córdoba una serie de talleres formativos para jóvenes, orientados a la adquisición de valores e ideas para fomentar el concepto de colectividad. Esta formación se desarrolla en diferentes municipios de la provincia en el marco del Plan de Sensibilización Código Joven 2017.
“El Plan constituye una apuesta decidida por la educación no formal como vehículo para la adquisición de valores e ideas que contribuyen, indudablemente, a la mejora personal pero sobre todo a fomentar el valor de la colectividad como motor de la mejora social”, ha dicho Mayoral, quien ha añadido que su departamento persigue con Código Joven 2017 concienciar a las personas jóvenes de posibles discriminaciones que se encuentran enraizadas en nuestra sociedad, fomentar el cambio de creencias y actitudes sobre las temáticas a abordar en las distintas líneas, estimular y fomentar la solidaridad, el voluntariado y la cooperación y estimular el pensamiento crítico y la creatividad.
Los Murales graffiti que hoy ha visitado el coordinador del IAJ, sobre mundo árabe e interculturalidad I y II, se han realizado en colaboración con Casa Arabe y la Escuela de Arte Mateo Inurria de Córdoba. De la mano del fotógrafo Alaa Chnana, el alumnado ha logrado adquirir las bases teóricas y prácticas adecuadas para la realización de una obra artística mural, basada en el graffiti; ha relacionado los factores sociales y estéticos que transcienden del hecho cultural alóctono, y ha reflexionado sobre distintas formas de representación artística y concepciones estéticas relacionadas con el mundo árabe.
Alberto Mayoral ha recordado que “como seres humanos todos tenemos los mismos derechos aunque nos diferencien múltiples rasgos o características. Por esta razón, el respeto a las diferencias, a lo diverso, a las distintas culturas, razas, religiones, ideologías, orientaciones sexuales... constituye una parte fundamental de nuestra educación”.
“Las personas en general y fundamentalmente niños, jóvenes y adolescentes, añade Mayoral, deben recibir una educación que favorezca su individualidad y que les permita, en condiciones de igualdad, la oportunidad de desarrollar sus aptitudes, su juicio individual y su sentido de responsabilidad para llegar a ser un miembro útil y participativo de la sociedad”.
“En este sentido, concluye el coordinador del IAJ, la discriminación, que parte de no respetar la diversidad, puede ocurrir en cualquier ámbito. Por ello, es sumamente importante aprender a no discriminar y respetar a los demás, independientemente de sus rasgos identificativos. La diversidad además, aporta riqueza de información y de experiencias, por lo que podemos aprender mucho de estas diferencias dándoles su valor real”.
