Desde la Asociación Vecinal Unión y Esperanza de Las Palmeras, en el Distrito de Poniente Norte de la capital, se ha denunciado, a través de un comunicado, "con los datos en la mano, lo que era un secreto a voces en nuestro barrio, aunque la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía se ha empeñado en negarlo reiteradamente". Y es que ningún niño o niña del CEIP Alfonso de Churruca estudiará el curso próximo, 2024-2025, en el CEIP Pedagogo García Navarro.
Es más, tampoco todas las familias del CEIP Duque de Rivas, que, además, "será cerrado de forma inminente", irán al único centro público que la Delegación ha considerado mantener. Por ello, "consideramos que, con esta decisión la Delegación Provincial de Educación de Córdoba y la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía se han pegado un tiro en el pie".
El motivo, según el comunicado firmado por Luis Maya, presidente de la Asociación Vecinal Unión y Esperanza de Las Palmeras, es que no se ha contado para nada con la opinión ni del vecindario ni de la comunidad educativa, sino que "lo único que hicieron fue trasladarnos una relación de hechos consumados: El cierre de dos colegios públicos del Distrito Poniente Norte, uno de ellos el más arraigado, en el barrio de Las Palmeras, que las familias sentimos como nuestro, el CEIP Duque de Rivas".
Por ese motivo, y porque "no le sale las cuentas a la Administración educativa", a la Asociación Vecinal sólo le queda "darles un suspenso en sumar con llevadas".
Tras haber confirmado con las familias del Churruca y del Duque de Rivas dónde habían solicitado plaza para el curso que viene, se puede ya afirmar que el CEIP Pedagogo García Navarro contará con poco más de 40 alumnos para 2024-2025 desde Infantil de 3 años hasta sexto de Primaria, "muy lejos de lo que en Delegación tenían calculado".
Esto es debido a que la "absoluta totalidad del alumnado del CEIP Alfonso Churruca ha optado por otras vías que las familias han considerado mejores para las expectativas de éxito de sus hijos". Dicho más claro, casi el 70% ha solicitado el CEIP Mirasierra, y en torno al 25% ha optado por el CEIP Miralbaida.
En el caso del CEIP Duque de Rivas, casi un 40% ha realizado la solicitud en un centro escolar distinto al Pedagogo García Navarro, que era el centro al que Delegación pretendía derivar a todo el alumnado de los dos colegios cerrados, "pero esto, como decimos, no ha tenido lugar".
A raíz de todo lo ocurrido, la Asociación vecinal, a través de su presidente, se pregunta "¿quiénes son ahora los responsables de este desmantelamiento de la escuela pública sin precedentes en nuestra ciudad cuando no se han obtenido los resultados esperados? ¿Por qué no contaron con nuestra opinión y nuestras propuestas, a pesar de que desde el minuto uno nos posicionamos en contra de los cierres? ¿Dónde irán los recursos educativos que prometieron para un colegio que iba a tener una línea completa y mayor diversidad de alumnado?".
Al final, "se ha creado el gueto dentro del gueto". Y es en un Distrito como Poniente Norte, "maltratado sistemáticamente" por la Administración educativa desde hace muchos años (con el mantenimiento de los cursos de primero y segundo de ESO como tapón para que no salpicara a otros IES y con unas adscripciones "múltiples sin sentido y casi de juzgado de guardia", que mandaban a los niños a más de dos kilómetros del barrio y sin transporte escolar si querían estudiar), "advertíamos años atrás que los colegios se estaban vaciando y que urgía tomar decisiones al respecto, pues el problema no era la natalidad, sino la búsqueda de las familias de más y mejores oportunidades".
De hecho, se comprobó que sólo uno de cada tres niños del Distrito estudiaban en alguno de los colegios de la zona. El resto iba a Ciudad Jardín o hacia la concertada del Centro, desde la que parten numerosos autocares cada día para recoger en el barrio a decenas de niños y niñas.
"Todas las mañanas somos testigos de una auténtica desbandada hacia colegios (la mayoría concertados) que ponen sus recursos (y los recursos públicos con que los sostenemos) en captar a quienes representan el futuro de nuestro barrio", asegura Maya. Así, consiguen contrarrestar los problemas de natalidad que acontecen en su entorno más inmediato: "Vaciando nuestros colegios públicos y de barrio para seguir engordando las arcas de ese negocio tan redondo que han montado con la cooperación necesaria e impagable de la Junta de Andalucía, que año tras año, potencia a la educación concertada, mientras adelgaza y maltrata a la pública".
Las soluciones que ha planteado la Administración en este barrio y en el Distrito a nivel educativo han llegado "tarde y mal". Pero como Asociación Vecinal, "no vamos a quedarnos en la queja constante: Tenemos propuestas concretas que están recogidas en nuestro Plan Integral y venimos trabajando en red con diversas entidades sociales y educativas e incluso con la UCO y la Universidad Loyola para seguir construyendo alternativas y oportunidades para nuestros niños y jóvenes".
Según eso, Unión y Esperanza quiere poner sobre la mesa que, con los datos de fracaso escolar que existen en su barrio, tanto la Junta como el Ayuntamiento tienen que acelerar las medidas en relación a la puesta en marcha de recursos formativos, como es la Formación Profesional Básica (FPB), con los que "aún no contamos en el Distrito".
En este punto se informado a la vecindad que se está trabajando para transformar el CEIP Alfonso Churruca en un IESO con ese tipo de formación, pero "estaríamos hablando de varios años vista, y de varias promociones de jóvenes perdidas y de ilusiones y sueños rotos".
Por tanto, "no podemos permitirnos seguir esperando, pues nos va la vida en ello". Las vecindad de Las Palmeras se cuestiona ¿por qué esperar a ofertar esa formación en un IES aún por hacer, cuando está muy cerca el IES Casiana Muñoz Tuñón a pleno rendimiento y con la opción de ofertar ese tipo de formación desde el año que viene? "¿Qué pasará si cuando pasen unos años no hay niños para llenar ese prometido IESO? ¿Acabarán cerrando en un tiempo también el colegio Pedagogo García Navarro dejándonos sin ninguno en el barrio con la excusa de que no hay matriculas? ¿Llegará tras las siguientes elecciones otro Gobierno que considere que es mejor dejar en un cajón el proyecto volviendo a dejarnos en la casilla de salida y habiendo perdido un tiempo precioso? ", añaden.
En definitiva, y en opinión de la Asociación vecinal, no motivo para esperar más, porque necesitan recursos de FPB y otros más de carácter formativos del SAE (Casas de Oficios, Escuelas Taller, Talleres de Empleo o FPO) para que la juventud del barrio tenga las oportunidades que se merecen. O, al menos, las mismas que otros jóvenes ("con código postal diferente!) tienen.
