La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, de Córdoba, considera “muy grave” que el Ayuntamiento no cuente con fondos para la adquisición de los nuevos chalecos antibalas para la Policía Local cuya compra se adjudicó hace ya más de tres meses. El sindicato lamenta que con este nuevo retraso “se esté jugando con la seguridad de los agentes” al no dotarles de los medios necesarios para garantizar su protección.
El presidente del Sector de Administración Local de CSIF en Córdoba, Rafael García, informa de que el Consistorio inició en febrero del pasado año el proceso de licitación de más de 200 de estos dispositivos, un contrato que quedó paralizado por Intervención al observar algunos errores administrativos en su tramitación. Tras subsanar estas deficiencias, la Junta de Gobierno Local aprobó el 24 de octubre el expediente de adquisición de los chalecos por un montante cercano a los 120.000 euros.
El máximo responsable del Sector de Administración Local de CSIF en Córdoba asegura que en la plantilla de la Policía Local “existe un gran malestar” al enterarse hoy a través del diario digital ‘Cordópolis’ de que el Ayuntamiento no puede utilizar la partida presupuestaria destinada a la compra de los chalecos. García señala que, “si se confirman estos problemas administrativos, alguien en el Gobierno municipal debería asumir responsabilidades por esta demora que ataca directamente a la seguridad de los agentes”. La central sindical recuerda que ha reclamado la compra de estos equipos de protección desde hace casi dos años.
CSIF reclama al Ayuntamiento que agilice en la medida de lo posible el proceso administrativo y disponga del dinero necesario para que los agentes puedan contar con estos equipos de protección tan necesarios siempre, pero más todavía en estos últimos meses en los que el riesgo por alerta terrorista se ha intensificado hasta situarse en el nivel 4, el segundo más alto de la escala, al mismo tiempo que Córdoba está declarada como “objetivo terrorista”. Desde CSIF se pide al Ayuntamiento que elabore un protocolo de actuación o, en su defecto, haga llegar a los agentes instrucciones “claras y acordes a los momentos que estamos viviendo”.
