Rafael Rodríguez es a día de hoy Koki, la mascota del Córdoba CF. Que no es cualquier cosa, porque se ha convertido en un icono y en el sello de identidad del club cordobés. Es digno sucesor del primero que lo encarnó, Fran Carmona, pero le ha sabido aportar al cocodrilo más blanquiverde del mundo su propia personalidad.
Rafa tiene 42 años, es militar, y está casado con su mujer, Cristina Sánchez, con la que han formado un familia la mar de maja con dos hijos: Hugo, de 9 años, y Cristina, de 5 años. Y cuando le ven dar algunos toques al balón, no se extrañen, es que quien se enfunda el disfraz (que, por cierto, va a ser renovado) ha realizado (y sigue) sus pinitos con el balompié. Y asegura que marca bastantes goles.
¿Por qué se ha metido en la piel de Koki?
Mi suegro tiene un restaurante en La Torrecilla, Casa Antonio, y los jugadores del Córdoba CF, cuando ascendieron a Primera División, iban mucho a comer allí, al igual que la Directiva blanquiverde. Me hice amiguete de Sergio, el yerno de Carlos González, que era entonces el presidente. Con esa amistad 'abusé' un poquito y le dije que había visto al anterior Koki y que me gustaría encarnar al menos una vez a la mascota para ver qué se siente. Fue decírselo y llamó a Fran, el chaval que dio vida a Koki por primera vez, y le pidió permiso para que yo saliese en el primer partido, que fue una presentación contra el Sevilla.
Disfruté como un niño chico. A partir de ese momento, Sergio me propuso ser el suplente de Fran y acepté. Cada vez que Fran no podía, porque tuviera algún evento o tenía que estudiar o hacer cualquier cosa de una boda, entonces le sustituía yo.
¿Qué sensación produce ser la mascota del CCF?
Te explico. A mí me gustan mucho los niños. Y sólo el verles las caras cuando me acerco es una sensación de alegría y de felicidad. Te sientes querido por tanto niño y eso me llena.
Bueno, no sólo por los niños. A Koki se le quiere y se le admira desde todas las edades.
Ya, ya. Tanto niños como padres, madres y abuelos. Todo el mundo. Pero sobre todo tú ves las caras de esos niños, de que para ellos eres un ídolo, un icono. Te hacen disfrutar de lo que haces sólo con ese momento. Me llena de orgullo.
"Koki ha calado en la afición porque es simpático, baila, hace locuras y la máscara permite desinhibirte un poquito"
¿Por qué cree que Koki ha calado tan bien en la afición?
Sobre todo por simpatía. Los bailes que se marca. Hace reír. Hace locuras. Se desinhibe con la máscara. Aunque mucha gente sí sabe quién, la mayor parte de la grada no me conoce, y sabes que te puedes volver un poquito más loco de la cuenta (se ríe).
Su antecesor, Fran Carmona, que además participó en la creación e la mascota, dejó el listón francamente alto. Baste recordar que ha sido la primera y única mascota de un equipo que ha sido sancionado por un árbitro. ¿Eso le impuso respeto? ¿Le marcó de alguna manera para interpretar a su propio Koki o ha tenido libertad para ser usted mismo?
A Fran lo respeto mucho. Y el trabajo que hacía era increíble. Pero yo actúo a mi manera. Él hacía cosas que antiguamente la Liga permitía y ahora, no. Ahora yo salto al campo a celebrar un gol y para qué quiero más. Eso ya es impensable. Lo de quitarle el agua y la toalla al portero rival era marca de Fran. Yo he tenido la libertad de ser yo mismo dentro del disfraz. Mis volteretas son un sello propio. Cuando ve hacer eso la mascota ya sabe que soy yo. Y cuando me pongo a tocar el balón mucha gente sabe quién soy.
¿Y eso?
Yo he jugado al fútbol y aún juego mucho. Y, claro, el antiguo Koki no tocaba el balón igual (se ríe).
¿Ha jugado al fútbol, entonces?
Sí. He jugado en muchos pueblos de Córdoba en Primera Andaluza. En Montalbán (CD Montalbeño), en La Rambla (Cerámica La Rambla), en Baena (Baenense Atlético CF), en Cabra (CD Egabrense)... en muchos equipos.
"He estado en muchos equipos de la provincia jugando en Primera Andaluza: En Montalbán, en La Rambla, en Baena, en Cabra..."
¿Hasta hace poco?
No. hora tengo 42 años y me retiré del fútbol federado en Alcolea, porque me rompí el ligamento del tobillo y ya no era lo mismo. He jugado también en el Señor de la Ribera, que lo presidía mi padre. Pero empecé en el Atlético Guadalquivir cuando tenía seis añitos y de ahí me fui al mítico San Álvaro. He jugado en la UD Sur y de juvenil me fui al Deportivo Córdoba, donde jugué mis dos últimos años de juvenil en Liga Nacional.
¿De qué posición jugaba?
He jugado de delanteros y de mediapunta. Aunque cuando empecé de sénior mi entrenador, Luis Alonso, me utilizaba mucho en banda derecha, porque era joven, era rápido y jugaba bien ahí. Pero mis posición natural, de delantero centro o mediapunta.
¿Goleador?
Bastante (se ríe). Aunque esté feo decirlo, pero marcaba unos cuantos muchos. Y el que me conoce, lo sabe. Ahora sigo jugando mi Interfútbol y mis compañeros están deseando que pueda empezar, porque, como sabes, llevo seis meses sin poder jugar por trabajo y ahora empiezo este domingo (hoy, día 29), debuto, y mis compañeros con muchas ganas de que vuelva a jugar.
Ya ha comentado que le encantan los más pequeños. Lo que nos lleva a pensar que le tuvo que haber sentado como un tiro no haber estado en la Cabalgata de Reyes interpretando a Koki, que creo era la primera vez que salía, ¿no?
No es la primera vez que sale Koki en la Cabalgata. Es la segunda.
¿Y la otra vez pudo estar usted enfundado en el traje?
No. es que hubo un problema con los conductores de carrozas y Alfonso Morales, el presidente de la Federación de Peñas Cordobesas, como yo tengo todos los carnés de conducir, me pidió el favor de llevar una de ellas, y encantado de la vida de ayudar a Alfonso, que es una persona genial. Aún así, tampoco iba a ser yo el Koki de esa Cabalgata, porque es verdad que cuando tienen eventos en los que ellos creen que me pueden molestar optan por que un trabajador del club o alguien que ellos le pidan el favor se meten dentro de la piel de Koki.
"Sé que los niños literalmente fliparon cuando vieron este año a Koki montado en lo alto del coche en la Cabalgata de Reyes"
¿Pero no le hubiera gustado haber hecho 'kokadas' en la Cabalgata de este año?
Hombre claro. Con todos los niños ilusionados. Y, además, sé de buena tinta que los niños filmaron literalmente cuando vieron Koki montado en lo alto del coche, y disfrutaron mucho.
Por cierto, tengo que preguntarle esto, porque alguien me lo comentó al verlo en la Cabalgata: El traje de Koki está ya un pelín ajado.
Sí. Es que cuando se dan volteretas en tantos partidos se acaba deteriorando. Yo me lo he traído varias veces para que mi mujer lo cosa, pero es que ahora está como rajado. Javier (González Calvo, vicepresidente y consejero delegado del CCF) estuvo hablando con nosotros y la intención es comprar dos trajes, porque en los siguientes partidos que se espera un lleno vamos a intentar sacar a Koki y a Kokita, que es la novia de Koki y antiguamente sólo se sacaba en motivos especiales y en días señalados, como el Día de los Enamorados, el Día de Reyes y cosas así.
Este domingo es uno de esos días, entonces, porque se está buscando llenar el campo.
No. Además, va a estar de Koki Rafa Castro, el chaval que me ha estado supliendo mí, porque tengo una comida familiar.
¿Lo compra el club; no será de su bolsillo, verdad?
No, no. Por favor. Era lo que me faltaba ya.
¿Quién elabora el disfraz, a todo esto?
La verdad es que no tengo ni idea.
¿Y sabe cómo van las ventas de muñecos Koki?
Te puedo decir que cada vez que salgo al campo y le doy la vuelta entera para hacerme fotos con los niños, muchísimos de ellos tienen la miniatura de Koki, y eso es buena señal. Por muchos coches en Córdoba se ven los Kokis colgados y, evidentemente, tiene que ser otra buena señal de que se está vendiendo.
Es que ya es una seña de identidad del club. Lo que ha dicho usted antes: Es un icono.
Es el sello del cordobesismo. Koki y José Antonio Reyes son ya señas de identidad del cordobesismo.
"No me hace falta ponerme la máscara ni beber para 'dar la nota'; dentro y fuera del disfraz soy la misma persona"
Es, además, la única mascota que no tiene la obligación de llevar camiseta del club, porque ya tiene incorporado los colores.
Cuando el Córdoba asciende a Primera División la normativa decía que la mascota debía de tener un tamaño de una persona normal, aunque se podía pasar un poquito, y que tuviese los colores de la primera equitación del equipo a la que representara esa mascota. Evidentemente, nosotros cumplimos ya esos requisitos.
Ya lo ha comentado antes de pasada: Cuando se coloca la cabeza de Koki, que es como para los superhéroes ponerse la máscara, y ya no se le ve la cara, ¿cambia usted por completo? ¿Es cuando comienza a hacer locuras de verdad?
Vamos a ver. Mis amigos y mi familia, que me conocen bien, saben perfectamente que yo, dentro del disfraz y fuera del disfraz, soy la misma persona. Fíjate que yo apenas bebo, sólo en ocasiones señaladas y puntuales, y salgo por ahí con los amigos y me gusta ser el centro de atención; no necesito ni beber ni una máscara para 'dar la nota'. Evidentemente, cuando me pongo a bailar como Koki no siento vergüenza porque no se me ve la cara, pero me voy a un bar con los amigos y hay música, y me pongo a bailar igualmente. No tengo vergüenza (se ríe).
¿Qué opina del público que está yendo a los partidos?
(Cambia de registro y se pone algo más serio). Creo que es sabido que en Córdoba somos una afición un poquito (duda) impaciente, por llamarlo de alguna manera. Cuando las cosas van bien todo el mundo es muy cordobesista, y personalmente me alegro de la gente que se sube al carro. Ocurrió al ascender a Primera y por mí, perfecto, porque cuantos más seamos, mejor. Pero es verdad que cuando las cosas empeoran, y ahora se está demostrando con cinco partidos con una rachita regular, empiezan las críticas al entrenador, a los jugadores, empiezan a preguntarse por que se va tal o cual jugador... Ahí es donde yo muchas veces envidio a otras aficiones que no voy a nombrar, pero que todo el mundo sabe cuáles son. Y envidio a esas acciones que siempre van a muerte con su equipo.
En esos momentos, en los malos, es cuando hay que sacar al verdadero cordobesista y no tanto Madrid, Barça, para acá o para allá. No. El Córdoba ante todo; y en los momentos malos, más aún si cabe. Eso es lo que nos falta a la afición del Córdoba CF.
Pero siempre está ahí ese núcleo de entre 8.000 y 9.000 que no fallan.
Porque, gracias a Dios, son los 7.000, 8.000 o 9.000 que pueden criticar o no, pero van a estar ahí siempre. Es verdad que esa gente es auténtica y no falla. También se cree la gente que por el mero hecho de pagar el abono tiene derecho a criticar. Y tampoco es eso. Hay que ir al Arcángel a animar. Y si luego en tu casa, en la intimidad de la familia o con los amigos, quieres criticar, hazlo. Pero es que en el campo te escuchan. Y los propios jugadores dicen: "Si mi público me critica, apaga y vámonos; es que esto no va bien".
¿Y usted se siente uno más de la plantilla?
Por momentos, sí. Además, muchos jugadores me hacen verlo así. Me hacen bromas y me hacen sentirme uno más de ellos.
Hablando de socios. Usted tendrá carnet, supongo...
Tenía.
¡Qué me dice!
Es que al hacer de Koki mi carné no se utilizaba e intenté hacerme simpatizante para no perder la antigüedad, pero al final se me pasó y la perdí. Ahora mismo no tengo carné.
Bueno, pero tendrá la intención de sacárselo, ¿no?
¡Claro! (Se ríe). Es verdad que al estar seis meses fuera por motivos laborales, no he podido en esta ocasión hacerme socio.
"Reyes es el jugador con más calidad y talento que ha pasado por El Arcángel; se ganó el cariño de la afición y no sólo como jugador"
¿A quién echa más de menos de los jugadores que se han marchado como persona?
Como persona lo he nombrado antes y todo el cordobesismo va a estar de acuerdo conmigo. Para mí, personalmente, el jugador con más calidad y talento que ha pasado por El Arcángel es José Antonio Reyes. Se le echa de menos por otros motivos, porque, aunque estuvo poco tiempo aquí, se ganó el cariño de la afición y no sólo como jugador. En la calle era un genio, te daba confianza de la buena. Tengo fotos con él increíbles. No negaba nunca más una foto con ningún niño. He visto a niños que se subían a su Ferrari amarillo para hacerse fotos.
Luego tengo trato con muchos de los antiguos.
Eso mismo le iba a preguntar. ¿Sigue manteniendo relación con ellos, verdad?
Sí, claro. Por Facebook con muchos de los antiguos: Abel Moreno, Florin Andone, con Fernández por WhatsApp incluso, con Fuentes. Con Mikel Saizar, que es un grande, hablo bastante. Con muchos jugadores tengo trato por Facebook, sobre todo.
¿Y los ha vuelto a ver personalmente?
A algunos, sí. A Florin Andone, cada vez que viene por Córdoba no falla y viene a comer alguna vez al bar de mi suegro. A Fernández lo veo de cuando en cuando. A Fuentes lo veo bastante también en su escuela de fútbol. Con Mikel Saizar he hablado bastante, aunque no le he visto porque está en el Norte, pero sí muchas veces por Facebook. También Abel Moreno, cada vez que viene por Córdoba para por allí y me siento a comer con él.
¿Pero vienen mucho por Córdoba?
Florin tampoco mucho porque está fuera (Unión Deportiva Las Palmas), pero cada vez que pasa por Córdoba, y la última vez fue cuando tuvo la lesión y lo operaron, estuvo aquí con su mujer, se pasó por el bar y estuvo comiendo con nosotros. Y Abel Moreno, como juega en el Coria y se enfrenta en su categoría a varios equipos cordobeses (el filial nuestro o el Ciudad de Lucena, el Pozoblanco y el Puente Genil), alguna vez me ha llamado y se ha pasado por aquí.
¿Los jugadores que nos vienen de fuera qué le comentan a usted de Córdoba? ¿Qué sensaciones tienen de nuestra ciudad?
Por ejemplo, te puedo decir que Mikel Saizar, siendo vasco y más del Norte que nadie, estaba encantado con la forma de vida de Córdoba. Todos los jugadores vienen a Córdoba porque saben que aquí el clima es buenísimo y, además, todos hablan muy bien de la afición.
Eso del clima, depende. Cuando empieza a apretar el calor, jugar al fútbol junto al Guadalquivir debe ser horroroso.
Hombre, gracias a Dios, en julio y agosto no hay competición.
"En la misión de Letonia teníamos montado nuestro 'Rincón Cordobesista', con 20 o 30 personas que nos dejábamos la garganta animando desde lejos"
Cierto, pero se nos ha adelantado más de una vez el verano y en mayo hemos llegado a temperaturas extremas. Usted mismo lo ha tenido que pasar fatal dentro del disfraz.
Hombre, pues te puedo decir que ha habido partidos en los que ha apretado mucho el calor, porque se haya adelantado el verano, y he llegado a perder tres kilos.
De pura deshidratación.
Claro. Perdiendo agua. Era quitarme el traje y estar completamente empapado de sudor como si hubiera salido de la piscina.
¿Debajo del traje qué lleva?
Un pantalón corto, unos calcetines y una camiseta de manga corta. Y acaba empapada.
¿Va a haber mascota para el equipo femenino, que cada vez despunta más?
De momento no la hay. Pero si quieres saber mi opinión, debería haberla. Están haciendo muy buen trabajo y se merecen tener el ánimo de la mascota. Ya sea Koki, Kokita o como quieran llamarla. Están haciendo buenos fichajes y con un muy buen trabajo y ellas tienen el punto de mira arriba. A ver si pronto las tenemos en los más alto y, ya te digo, la mascota sería un muy buen aliciente para ellas.
"El Córdoba Femenino, que está trabajando muy bien y tiene las miras puestas en lo alto, se merece tener el ánimo de la mascota"
¿Usted como Koki no ha ido a ningún partido del Córdoba Femenino?
No. Del femenino no he ido a ningún partido. No te voy a engañar. No he tenido la suerte. También es verdad que entre el fútbol mío, mi dos niños, que juego al pádel (donde soy un paquete, pero me defiendo algo), les ayudo en los estudios, mi trabajo, mi propio estudio, el irte fuera... Es que no hay tiempo para todo. Y, por supuesto, tengo una mujer a la que también tengo que prestarle un poquito de atención, evidentemente.
¿Cuando estuvo de misión por Letonia pudo hacer algo de 'scouting' en el fútbol local?
Allí fútbol no se vio mucho. El fútbol que veíamos era por la tele. Sobre todo el Córdoba, que teníamos allí nuestro rincón cordobesista. Hicimos allí una buena pepita entre 30 o 40 chavales que estábamos allí cordobesistas, socios y abonados, y pudimos hacer nuestro 'Rincón Cordobesista'. de hecho, en Twitter se publicaron fotos de partidos que estuvimos viendo y animando desde la distancia.
¿Hay una pequeña peñita en Cerro Muriano?
No, no. La formamos en Letonia. Salió de forma natural, porque nos juntamos allí mismo y como estaba también una persona que está metido en el periodismo deportivo cordobés, haciendo las críticas del fútbol, y el fútbol-sala, él se encargaba de poner los partidos y era cuando nos juntábamos todos por el CCF. Nos dejábamos la garganta.
