Gastronomía en los locales de la capital

El Olmo, un guiño a los productos de la tierra aliñado con un servicio bien ejecutado

El profesor de la UCO Ricardo Hernández Rojas elabora su propia opinión: "Uno de esos sitios en los que cuando entras y terminas el café, sinceramente, no te quieres ir"

Interior del restaurante El Olmo
photo_camera Interior del restaurante El Olmo

La gastronomía no deja de ser dinámica, cambiante y, al fin al cabo, varía, porque es un reflejo y adaptación a los gustos de la sociedad. Si bien una base tradicional en cocina y sala junto al máximo respeto al cliente, se convierte en un punto de atracción para todo el que visita un establecimiento.

Restaurante-Bar El Olmo se sitúa en el centro de Córdoba, en la calle Historiador Díaz del Moral. Presente en Córdoba desde hace siete años, se sitúa en paralelo a la calle que en su día hizo nombre a uno de los alcaldes de Córdoba, José Cruz Conde, y que ha sido rebautizada como Foro Romano.

En El Olmo se respira producto gastronómico de calidad. Presenta una vitrina nada más entrar al local. El propio nombre del establecimiento y que ya delata el origen de su gestor, Miguel González, amplio conocedor de los productos del Norte de la provincia de Córdoba, y que son base en la oferta gastronómica del local.

El jefe de cocina actual es Ignacio Medina, cocinero que se desarrolló en el ya cerrado Círculo Taurino y que gracias a sus años de experiencia aporta todo su conocimiento en cuanto a guiso de caldereta o el rabo de toro más tradicional. Si El Olmo cuenta con un jefe de cocina de renombre en materia gastronómica tradicional, no hay que olvidar el otro punto de referencia: La sala. En el caso de este servicio, lo dirige hábilmente Manuel Gavilán, conocido por ser el gestor del establecimiento denominado El Patio, ya cerrado también. Las anchoas que elaboran son dignas de lo que se denomina memoria gustativa y referencia. Complicado encontrarlas iguales.

Vinos de Montilla-Moriles

Los vinos presentan de Denominación de Origen Montilla-Moriles, ofreciendo el fino de la tierra con una amabilidad exquisita, y en cuanto a tintos presenta las gamas seguras donde como buenos conocedores del cliente de Córdoba, saben que aciertan.

Con respecto al pan siempre lo ponen, recién horneado, siendo éste una delicia y un punto muy positivo para empezar a comer desde las carnes del Valle de Los Pedroches o platos que se están perdiendo dentro de la casquería, destacando los riñones de cordero; En cuanto a la mesa está vestida con mantel, este hecho, es algo que tras la crisis de años anteriores se había perdido, y este restaurante lo recupera por fin siendo de agradecer.

El aceite de oliva en mesa, presente durante la comida. Están los más premiados, donde no falta del municipio de Priego de Córdoba, haciendo de nuevo el mejor guiño a nuestros productos. El café muy bien realizado; se agradece en estos tiempos donde 'la cápsula' ha usurpado la profesionalidad al hostelero.

La experiencia gastronómica en El Olmo trae al recuerdo de la cocina bien realizada, el servicio bien ejecutado y un ambiente magnífico. Uno de esos sitios en los que cuando entras y terminas el café, sinceramente, no te quieres ir.

FIRMADO: Ricardo Hernández Rojas; profesor del área de Economía Financiera y Contabilidad e investigador  de turismo gastronómico de la UCO