El hombre y la mujer cuyos cadáveres han aparecido esta mañana en su domicilio de la calle San Antonio de Pozoblanco, próximo a la Avenida de Villanueva de Córdoba, junto un arma de fuego larga, eran pareja y "ambos están" en el Sistema de Seguimiento Integral de los Casos de Violencia de Género (VioGén), pero "inactivos desde enero de 2018", es decir hace ya cinco años y medio.
Así lo han confirmado fuentes de la Delegación del Gobierno en Andalucía, mientras que fuentes cercanas a la investigación han precisado que se baraja la hipótesis del crimen machista en el marco de la investigación abierta para esclarecer las circunstancias en las que se ha producido la muerte violenta de dicha pareja, de 39 años de edad él y 32 ella, y con tres hijos en común.
Una de las hijas, de 2 años, estaba en el interior de la casa cuando ocurrieron los hechos.
Entre tanto, la Guardia Civil aún permanece en el domicilio de la pareja en la citada localidad del Norte de Córdoba, ubicado en la comarca de Los Pedroches, recabando pruebas y analizando el escenario del posible crimen machista.
Fue sobre las 08.00 horas de este martes cuando, tras recibir un aviso sobre la muerte de una persona en el interior de una vivienda de Pozoblanco, los agentes de la Benemérita se personaron en el lugar y encontraron los cadáveres de una mujer y un hombre, junto con arma de fuego larga, tipo escopeta o carabina, y también una niña menor de edad, con lo que se ha abierto una investigación para esclarecer los hechos.
Por el momento, los indicios apuntan a asesinato machista.
Según el comunicado oficial de la Guardia Civil al respecto, la Benemérita ha recibido un aviso en la mañana de hoy, de que en el interior de una vivienda de Pozoblanco, pudiera encontrarse alguna persona fallecida. Inmediatamente, la Guardia Civil se ha trasladado al lugar indicado, localizando los cadáveres de dos personas: Un hombre de 39 años y una mujer de 31 y en las inmediaciones un arma, tipo carabina. Los dos fallecidos presentaban heridas compatibles con dicha arma. Ambos eran pareja y tenían tres hijos en común.
Los primeros indicios obtenidos en la vivienda, apuntan a que pudiera tratarse de un presunto caso de violencia de género, descartándose en un principio la intervención de terceras personas. Desde 2018 no se tiene constancia de medidas judiciales de violencia de género en vigor, ni se ha recibido denuncia alguna al respecto en relación con este hecho.
