5 transformaciones digitales que se esperan para la agenda 2030

Agenda 2030

Con la vista puesta en el futuro y con pie y medio en el progreso. Así nos vamos asomando poco a poco a la revolución tecnológica que marca la Agenda 2030. La idea de este plan de acción firmado por 193 países pertenecientes a las Naciones Unidas no es otra que la de establecer una hoja de ruta encaminada a resolver los desafíos más urgentes del planeta, siempre desde un marco sostenible y apuntando a las esferas sociales, económicas y medioambientales. A continuación, las cinco transformaciones de tipo digital que formarán parte de este ambicioso reto a largo plazo.

El internet de las cosas

Para dar cauce a la gestión sostenible de recursos, que es uno de los objetivos fundamentales en todo este asunto, la Agenda 2030 incluye en sus dinámicas la explotación del internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Se trata de una tecnología que centra sus esfuerzos en conectar objetos cotidianos a la red para extraer de estos información relevante. A través de sensores y sistemas de computación en tiempo real, el IoT es capaz de obtener y procesar datos de forma autónoma de cualquier elemento, permitiendo así una toma de decisiones mucho más acertada y unos resultados más eficaces. No faltan los ejemplos: entre otros, los sensores pueden determinar la calidad del suelo en sectores como la agricultura, transmitir el estado del transporte público, monitorizar pacientes para diagnosticar enfermedades a tiempo o medir las constantes de las energías renovables.

Blockchain y transparencia

En la lucha contra la corrupción y el fraude fiscal, la Agenda 2030 también cuenta con recursos tan avanzados como la tecnología blockchain. Gracias a este ya célebre sistema descentralizado, conocido también como cadena de bloques, las transacciones económicas se ajustan a un marco de registro y verificación que sirve para conocer con exactitud cuál es la procedencia, eliminando así toda posibilidad de manipulación. Se trata de una herramienta que está pensada para que la integridad de los datos no dependa de una autoridad central, como pueden ser los bancos o los organismos gubernamentales. 

El blockchain garantiza de esta manera una transparencia financiera de la que hasta hace pocos años no era posible disfrutar. No resulta extraño que sus bondades se hayan vuelto indispensables en entornos en los que se realizan miles de transacciones monetarias al cabo del día, como pueden ser los neobancos o las plataformas online de juegos de azar. Sin ir más lejos, el mejor casino móvil de España puede presumir de integrar en su estructura web un sistema de seguridad basado en esta tecnología.

La inteligencia artificial

Tampoco se queda fuera el aprovechamiento de la Inteligencia Artificial, que con su destreza para emular y mejorar las capacidades del ser humano en funciones cognitivas está revolucionando el panorama en términos de creatividad, análisis, resolución de problemas, etcétera. La IA encierra todo un sistema de potentes algoritmos que, en relación con la Agenda 2030, están diseñados para que las máquinas aprendan de manera automática a mejorar la vida de las personas en áreas como la salud, la educación o el medio ambiente. No en vano, esta mecánica permite a los gobiernos comprender mucho mejor cuáles son las necesidades de los ciudadanos, consiguiendo de este modo fabricar estrategias políticas más eficientes y procesos automatizados que ahorran tiempo y amplifican beneficios. En estos momentos se calcula que este tipo de tecnología aumente el Producto Interior Bruto europeo en más de dos billones de euros durante los próximos siete años.

Energías renovables

Otra de las problemáticas que preocupa seriamente a los países de la Agenda es la relativa al cambio climático y la transición hacia un escenario de energías renovables y tecnologías verdes. Desde las Naciones Unidas entienden que, para alcanzar un entorno más limpio y reducir el impacto de las severas variaciones que vive el clima, resulta clave establecer una unión sólida entre las fuentes de energía naturales y la tecnología digital. La idea pasa por asumir una gestión inteligente, un modelo en el que la monitorización y el uso de sensores y datos optimice la eficiencia medioambiental. Destacan al respecto la implantación de nuevos sistemas de funcionamiento en paneles solares y turbinas eólicas para explotar mejor la electricidad a partir de recursos de la propia naturaleza. La preservación del planeta de cara a futuras generaciones continúa siendo una asignatura pendiente.

Educación Digital

Por último, cabe reseñar el papel protagónico que desempeña el ámbito educativo en todos estos propósitos. La concienciación medioambiental en edades tempranas constituye una poderosa fórmula para el desarrollo sostenible. Bajo esta línea, es importante poner de relieve cómo la apuesta por los formatos online está consiguiendo, por ejemplo, trasladar el conocimiento a lugares remotos y desfavorecidos, superando así los obstáculos geográficos y socioeconómicos. Las plataformas digitales de tinte educativo suelen incorporar asimismo opciones basadas en la realidad virtual que hacen que el aprendizaje sea mucho más práctico e inmersivo. La Agenda 2030 coloca de esta forma la educación digital en un lugar determinante para crecer hacia un planeta con menos desigualdades.