El 30 de diciembre se debe inscribir como un día maldito en el Zumbacón, barrio que durante muchas décadas del siglo XX fue un lugar enormemente deprimido, hasta el punto de que en los años 40, siendo un lugar de chozas y chabolas, y según recoge el psiquiatra Carlos Castilla del Pino en sus memorias, hubo brotes, entre otras enfermedades, de beriberi, realmente un conjunto de enfermedades caracterizadas por la falta de vitamina B1. Esta enfermedad tiene diversas causas, una de ellas es una dieta deficiente, algo que enlaza con las desafortunadas efemérides que vamos a tratar.
Y es que en este día, pero de 1953, en ese Zumbacón paupérrimo de aquella época, se produjo la muerte de 9 personas de la misma familia por comer carne de cerdo que tenía triquinosis, una infección parasitaria que produce diarreas, dolor abdominal, visión borrosa y fatiga, más tarde fiebre e hinchazón de los párpados, entre otros síntomas. En principio son raras las complicaciones que esta enfermedad origina en el ser humano para ser mortal, pero hay que tener en cuenta los factores comentados relacionados con unas condiciones de vida infrahumanas. Entre los fallecidos hubo niños, la prensa de la época recoge nombrándola a la joven de 15 años Isabel Almenara López. Tras las ingestión de la carne en mal estado, los familiares fueron muriendo poco a poco, durante días, siendo reseñado en los periódicos. Los diarios decían textualmente antes de que falleciese el último paciente en el hospital provincial en aquel triste 30 de diciembre: "aunque se hayan sometidos a un tratamiento moderno y costoso, consistente en drogas norteamericanas, se teme que también fallezcan". De los diez miembros infestados por el parásito sobrevivió uno solamente.
La situación en el barrio era tal que justo al siguiente, 1954, el Ayuntamiento decidió trasladar a los habitantes del Zumbacón a Cañero para mejorar sus vidas y poner en marcha en el primero una zona verde. A pesar de eso el chabolismo persistió varios años más.
Pero no es la única desgracia para el Zumbacón acontecida en 30 de diciembre. Ese año se desbordó el conocido como Arroyo de las Piedras. Ramírez de Arellano, en su célebre 'Paseos por Córdoba' describió este arroyo, cuyo origen y recorrido queda reflejado en este post de 'Notas cordobesas'.
Las desgracias del Zumbacón continuaron más tiempo, pues en 1963 las fortísimas lluvias y la riada del Guadalquivir hicieron que se derribase una de sus chabolas. Hubo un muerto y dos heridos.