El secretario general de UGT Córdoba, Vicente Palomares, junto al secretario de Memoria Democrática y Políticas Sociales de UGT Andalucía, Ramón Sánchez, miembros de su ejecutiva y diversos cargos del sindicato en Córdoba, han visitado este jueves los trabajos que se vienen realizando en la fosa común situada en el cuadro de la Virgen de los Dolores del Cementerio de la Salud de Córdoba, donde se estima que están los restos de entre 500 y 800 víctimas de la represión franquista, asesinadas en los primeros meses del golpe de Estado militar de 1936.
Sin embargo, según ha informado UGT en una nota, esta cifra sólo es orientativa, ya que en la misma fosa fueron sepultadas otras personas, hasta alcanzar una cifra total que se calcula en cerca de 1.200. Estos restos "pertenecerían a ciudadanos que podrían ser víctimas también de las circunstancias de aquel momento, especialmente niños y ancianos, que no pudieron soportar las penurias y la desolación que afectó a nuestra provincia, según señalan los expertos".
Los mismos especialistas han dicho "que los cuerpos enterrados en este cementerio podrían superar, en su conjunto, la cifra de 4.000, pero que sería una cifra muy inferior a la que se podría alcanzar en las inhumaciones en el Cementerio de San Rafael, esto teniendo en cuenta que los registros no recogen a todas las personas que fueron inhumadas en estos cementerios".
En este contexto, Vicente Palomares ha pedido al alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP), "que cumpla el compromiso que adquirió con el movimiento memorialista de Córdoba de poner en marcha la Oficina de Víctimas, en paralelo a los trabajos de exhumación de represaliados del franquismo en los cementerios de la Salud y San Rafael de Córdoba".
Ello, además, según ha resaltado el líder sindical, "responde al cumplimiento de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, en la que se especifica que las víctimas y sus familiares necesitan de un lugar físico y virtual para encontrar y aportar la información relativa a su caso". Palomares ha señalado que "esta Oficina debería tener fondos propios y no ser usada la partida que se ha reservado para las excavaciones con este fin".
Palomares ha insistido en la necesidad de "disponer de un centro de referencia que sirva para que se recopilen sistemáticamente todos los datos, así como el ADN de cada resto encontrado, para así facilitar la localización de las personas desaparecidas, ya que, de otro modo, los trabajos y la finalidad de estas actuaciones quedarían incompletas y no se podrían identificar muchos de los cuerpos".
El secretario general de UGT Córdoba ha añadido que "todo parece indicar que las previsiones iniciales podrían superarse considerablemente, y hablar de varias decenas de miles de ejecutados por el franquismo en Córdoba y sepultados de esta manera, sin el conocimiento de sus familiares y el necesario tributo".
Ello "nos debería llevar a una profunda reflexión sobre un pasado que no debemos olvidar, para así nunca repetirlo, y que explique cómo, por qué y de qué manera ocurrieron estos hechos", lo que le ha llevado a defender la idea de "hacer un memorial para ello en nuestra ciudad".
Por otra parte, Vicente Palomares ha elogiado "la profesionalidad y el buen hacer de los trabajadores en las excavaciones", que "llevan a cabo esta labor con el máximo cuidado y cariño", el que se precisa para "movilizar los restos de personas inocentes asesinadas simplemente por pensar diferente".
El dirigente de UGT ha aprovechado la ocasión para reiterar al alcalde de Córdoba el interés del sindicato "en recuperar los restos de un compañero de UGT, Manuel Landrove Possé, que se encontraron en la sepultura número 10 del cuadro San Ramón del Cementerio de la Salud, un compañero que fue fusilado en 1936 y cuyos restos fueron exhumados en la intervención arqueológica llevada a cabo en esa sepultura en el año 2019" por el colectivo memorialista Aremehisa, encontrándose ahora dichos restos en el Cementerio de la Fuensanta de Córdoba, "custodiados legalmente por el Ayuntamiento, por lo que solicitamos una respuesta sobre el procedimiento a seguir para recuperar sus restos".
Por su parte, Ramón Sánchez ha dicho que "la búsqueda de los restos de las personas asesinadas por la represión fascista no es ningún intento de venganza, ni de remover conflictos pasados, sino un derecho de las familias, que necesitan enterrar a sus muertos con la dignidad que merecen, y no es el momento de retrocesos en las conquistas alcanzadas, sino de seguir avanzando en la consecución plena de los derechos de las víctimas del franquismo y, gracias a ello, el compromiso y la lucha por la memoria están más vivos que nunca".
