Con nueve meses de retraso sobre lo que hubiera sido deseable, es decir el 1 de enero pasado, el Pleno municipal han aprobado esta mañana las cuentas de 2023, al que la oposición al completo ha criticado por llegar tarde y por tanto ser "un presupuesto placebo", "irreal" y, por el poco tiempo que queda del año, "inejecutable".
La concejala de Hacienda, Blanca Torrent (PP), ha sido la encargada de presentar el Presupuesto de este año como uno de los logros conseguidos en los compromisos del alcalde, José María Bellido (PP) para sus primeros 100 días. En su opinión, estas cuentas son una apuesta por las inversiones y funcionan como base para el desarrollo económico de la ciudad, "a pesar de estar inmersos en la cuarta bajada consecutiva e impuestos".
Así, son 468 millones de consolidado, es decir 11 millones más que en 2022, con un incremento del 2,49%, y 344,9 millones de euros para las cuentas del Ayuntamiento ciento propiamente dicho, sin contar con empresas y servicios municipales. Es decir, un incremento del 3,41%.
En esas cifras, Torrent ha querido destacar, de manera somera y muy rápida, los 218 millones correspondientes al gasto consolidado, especialmente el personal del Ayuntamiento, lo que supone una subida el 6,22% respecto a 2022, además de los 23 millones e euros en inversiones reales. Entre éstas, la edil ha hecho alusión a la Base Logística del Ejército de Tierra, el Anillo Verde, los bomberos, la Policía Local, el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC), obras en vías públicas, 2,3 millones para Infraestructuras o 6 millones de euros para la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU).
La edil ha agradecido tanto a los técnicos municipales su labor, como a su antecesor, Salvador Fuentes, "que sentaron las bases para que pudiera presentarse" y evitar unas cuentas prorrogadas y ha señalado que las dos alegaciones presentadas a las cuentas han sido desestimadas finalmente.
Por parte de la oposición, Paula Badanelli (Vox), ha criticado los nueve meses de retraso para poner en marcha estas cuentas, que "ni van a servir para el desarrollo económico de Córdoba ni suponen ninguna apuesta en inversiones".
Se trata e unas cuentas que "ni nos identificamos con ellas ni nos representan", ha señalado, para destacar el "abundante gasto político que es perfectamente eliminable" y pedir que de cara al año 2024 "se apruebe a tiempo y que las ordenanzas temabiñen se apliquen en tiempo y forma con una bajada real de los impuestos".
Para Ana Ruiz, portavoz de Hacemos Córdoba, son unas cuentas "inejecutables", porque no hay tiempo material para aplicarlas, por lo que "es irreal hablar de desarrollo económico, porque no lo van a impulsar". Ruiz ha añadido que se trata de un ejemplo más de la "falta de gestión e ineficacia" del pasado gobierno local y ha solicitado que "empecemos a hablar ya de las cuentas de 2024, que ya vamos tarde".
El líder de la oposición, el socialista Antonio Hurtado, es el que ha puesto el calificativo de "placebo" a unas cuentas que "no tienen contenido y van a estar en vigor días", hasta el punto de que "en breve se dará la orden de que se haga la liquidación del Presupuesto".
Según Hurtado, el aconsejó al gobierno local que se aprobaran, de cualquier modo, para no tener que liquidar un presupuesto prorrogado, tenerlo todo en orden y evitar, además, que en lugar de 40 millones de remanente, hubiera que multiplicar esa cifra por 10 para un remanente de unas cuentas prorrogadas. Desde el PSOE se ha conspirado que un gobierno sin presupuesto es como "un coche sin cuadro de mandos", lo que lleva a una gestión "muy deficiente".
Es el caso, por ejemplo, de los casi 200 millones de euros de remanentes de ejercicios anteriores que se han incluido en las cuentas de 2023, los 8 millones de facturas sin pagar que no se han incluido en las cuentas y que hacen que Córdoba tenga un "ayuntamiento moroso" con 52 días de periodo medio de pago, o los 259 millones de euros de remanente de Tesorería que indica "que se ha gestionado con retrasos".
En su segundo turno de intervención, Blanca Torrent se ha defendido asegurando que, si bien no van a incidir directamente en el desarrollo económico, "sí van a sentar las bases para avanzar de cara a 2024". De igual modo, ha expuesto que parte de los retrasos se han debido al proceso de alegaciones presentadas y ha asegurado que "sí hay cuadro de mandos, porque se ha trabajado con el presupuesto prorrogado". Por tanto, en su opinión, "placebo no es la palabra adecuada para definirlos, porque detrás hay un trabajo que se ha realizado", y ha aclarado que los remanentes no son 40 millones de euros, sino 6 millones.
Finalmente ha querido dejar claro que "ya estamos trabajando y terminando de perfilar las líneas para las cuentas de 2024".
Finalmente, ha salido adelante con el voto a favor del PP, la abstención de Vox y el rechazo de PSOE y Hacemos Córdoba.