Para ancianos y movilidad reducida

Los locales-vivienda, una tendencia que viene para quedarse en la capital

El pasado 2019 se demandaron 58 licencias para convertir esos locales en viviendas o trasteros en zonas donde los comercios ya no tienen interés por ubicarse
Un local-vivienda en la calle El Laurel, de Córdoba
photo_camera Un local-vivienda en la calle El Laurel, de Córdoba

A lo largo del pasado 2019, desde que comenzó el nuevo mandato, en la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Córdoba se han recibido un total de 58 solicitudes de licencias para reconvertir locales comerciales bien en viviendas o bien en trasteros, aunque en mayor cantidad para uso residencial. Y es una tendencia que no es pasajera, sino que ha venido para quedarse, en opinión de Construcor.

De hecho, en la comisión de licencias de mañana, miércoles, en Gerencia, en el orden del día hay ocho solicitudes similares, cuatro para vivienda en Doctor Altolaguirre, Avenida de Libia, Carlos II y Plaza de La Corredera, y otras cuatro solicitudes para trasteros (un total de 48) en Escritor Narbona, La Viñuela, Plaza de La Oca y en Platero Pedro de Bares.

En cuanto a las solicitudes de de 2019, la inmensa totalidad son para viviendas, muchas de ellas en Agustín de la Oliva, Santa María de Trassierra o en Ronda de La Manca, mientras que sólo una fue para 13 trasteros en Lope de Sosa y una más para cinco apartamentos turísticos en la calle Previsión.

Todos ellos, si uno se da cuenta, en zonas residenciales antiguas y ninguna en lugares de expansión, donde el porcentaje requerido para locales de un edificio sí se suele cubrir con algún tipo de establecimiento comercial, por lo que su paso a vivienda o trastero no es necesario... Todavía.

Según fuentes de Construcor, la inmensa mayoría tienen un claro interés social, como viviendas para personas con algún tipo de discapacidad física o de excesiva edad, que ya no pueden vivir en zonas altas sin ascensor, como es el caso de la actividad que está llevando Piedra a través de la sociedad Injurias, o bien como salida económica para aquellos locales de zonas que ya se han quedado al margen de las zonas 'in' en materia comercial, que no se consiguieron alquilar en su día y que ahora se les puede sacar cierta rentabilidad con alquileres algo más baratos, de entre 400 y 450 euros.

Local transformado en vivienda en la calle El Laurel, de Córdoba

"Y no son zulos, precisamente, sino viviendas muy dignas y en su inmensa mayoría adaptadas a las necesidades de una persona que requiere ayuda, como baños más amplios para el paso de sillas de ruedas o raíles en los techos para colocar asideros con los que poder moverse por la casa", señalan las fuentes de Construcor. Es una situación, por tanto, que "se está normalizando poco a poco".

Es más, para el sector de la construcción es una salida, "pero no la salida", para mover un poco la actividad constructora. Esa salida, especialmente en tiempos de vacas flacas, como empieza a ser de nuevo el caso, está en la rehabilitación, un campo que tiene que tener muy en cuenta la administración a la hora de agilizar permisos y licencias. "Tenemos muchísimos edificios de 50 o 60 años, que llevan los sin tocarse y que requieren de una mejora y la rehabilitación de esas casas y pisos es un campo extraordinario para la construcción cuando no hay demanda de vivienda nueva o el mercado se ha paralizado".