Un 'Pacto por el Clima' que incluye la promoción entre el funcionariado del uso de la bicicleta, la ubicación en la calle de jaulas para bicicletas, el ahorro del consumo eléctrico o la ubicación de sumideros para eliminar CO2 y otros gases contaminantes es la idea que tiene en mente aplicar tanto en el casco urbano como en la periferia del municipio cordobés la delegada de Medio Ambiente e Infraestructuras del Ayuntamiento, Amparo Pernichi, en colaboración con el Instituto Municipal de Gestión Medio Ambiental (Imgema).
La idea es rebajar todavía más las emisiones de gases contaminantes en la ciudad, actualmente estimados en 13 microgramos por metro cúbico de aire, que, si bien están lejos de los niveles madrileños, de 40 microgramos, la idea es emular a los de Gran Canaria, que están en seis. En este sentido, ha recordado que el 69% de las emisiones se producen por el uso de vehículos particulares.
Para ello, uno de los puntos más llamativos es "apostar por el uso de la bicicleta entre los trabajadores municipales facilitándoles estos vehículos y que puedan dar ejemplo a la ciudadanía", apuntó la edil. Eso sí, no sería conveniente aumentar todavía más la ya elevada cifra de estos vehículos en la capital hasta que la Junta de Andalucía no aplique su Plan de la Bicicleta, con lo que "se va a instar" a esta Administración a que cumpla su compromiso en este sentido. de igual modo, se va a recopilar por parte de los servicios municipales las necesidades que hay en esta materia para ver la cantidad de vehículos que serían necesarios.
Jaulas para bicicletas
En relación también con las bicicletas, Pernichi ha considerado una buena idea ubicar en diferentes puntos de la ciudad las llamadas jaulas, que son dispositivos con un código personal para dejar la bici en la calle sin demasiado riesgo de robo, al estilo del que ya está ubicada en el Hospital Reina Sofía. La intención de la responsable municipal es analizar, junto con los consejos de distrito, qué puntos serían conveniente para su instalación y, en caso de demostrar su utilidad, ir ampliándolas.
En cuanto a los "sumideros" antes citados, la concejal ha especificado que se tratarían de una especie de radiales entre el casco urbano y la periferia, a base de senderos verdes con árboles, que son los elementos que más gases son capaces de retener, de tal modo que se aumentarían las zonas verdes en la ciudad, cumpliéndose, así, con las líneas marcadas en la estrategia de la UE en el marco 2020. esas zonas, además de ser útiles para controlar la emisión de gases contaminantes, sirven, igualmente, como espacios de ocio y esparcimiento.
Pernichi también ha hablado de ahorro energético en el Consistorio. "En lo que va de mandato, se ha logrado bajar un 15 por ciento en el consumo eléctrico en esta casa", con una inversión de menos de un millón de euros. De igual modo, la intención es iniciar un proceso participativo también con los diferentes consejos de distrito a base de "campañas de sensibilización para que baje el consumo eléctrico" en los hogares, donde se produce el 44% del consumo, frente a un 25% de los comercios y un 14% en las administraciones públicas.
Pernichi quiere experimentar con una cubierta vegetal en un edificio municipal para reducir la temperatura interna de forma natural
En cuanto a huertos urbanos, la responsable municipal de Medio Ambiente también los ha considerado como un buen ejemplo de sumideros de carbono, por lo que se ha planteado la idea de crear grandes espacios urbanos en el Parque de Levante, La Asomadilla y el Cordel de Écija. Sobre éste último, Pernichi ha avanzado que se está en conversaciones con la Administración andaluza para su cesión. Una vez puestos en marcha, se cederían a colectivos sociales para su uso y gestión, bajo la supervisión municipal que va a destinar 120.000 euros en este sentido.
En relación con esta idea, el Ayuntamiento va a organizar el llamado 'Día de la Hortaliza', a modo de promoción de productos ecológicos en la ciudad y se va a poner en marcha un experimento tendente a reducir la temperatura en edificios, consistente en la instalación de una cubierta vegetal en un edificio de propiedad municipal. Una idea que, de funcionar, Pernichi tratará de que se amplíe a edificios particulares.
