Andalucía Entre Tod@s ha considerado hoy que la edición de este año de las Cruces han convertido el Casco Histórico, que es donde se concentra la mayor parte de ellas, en un "inmenso urinario" con el beneplácito de un equipo de gobierno, con el alcalde, José María Bellido (PP), al frente, que "se limita a fomentar las Cruces-negocio".
Frente a otros modelos, como el de Granada, donde las Cruces carecen de barra, en Córdoba "se da alas al modelo de Cruz-botellón, que va en contra de la vecindad del Casco, logrando derribar por completo el contenido cultural y popular que tienen las Cruces como manifestación histórica y vecinal", ha explicado el alcaldable, Manuel Ortega.
Andalucía Entre Tod@s ha criticado las declaraciones del regidor en el sentido de que las Cruces han sido un éxito económico, y "evidentemente eso ha sido así, pero sólo para los que han provocado la ebriedad de una gran parte de la población con las consecuencias que hemos observado: Suciedad e insalubridad".
En palabras de Ismael Jiménez, número siete en la candidatura de esta formación y gestor del patrimonio, "la imagen que hemos de Córdoba al exterior es la de un destino de borrachera, donde uno puede venir, beber y embriagarse, montarse en patrimonio histórico como la Fuente del Potro, de 1547, y donde se puede hacer lo que uno quiere, y esa no debería ser la imagen de un destino donde queremos un turismo de calidad".
Según Jiménez, en Granada sólo hay Cruces culturales y supone un evento "donde el tejido social de los barrios se entrelaza y se realizan convivencias, pero no es un modelo de Cruz de Mayo donde se vende alcohol, alcohol y alcohol como en Córdoba".
De igual modo, Lourdes Martínez, número dos de esa misma lista ha indicado que "la mayoría de los vecinos se han tenido que marchar, bien fuera de Córdoba o a otros barrios de la ciudad donde tienen familia, para evitar el desmadre absoluto de gente borracha orinando en nuestras viviendas" que se ha vivido allí. La candidata ha puesto el ejemplo de una mujer mayor recién operada del corazón que en la noche del sábado le dio un amago y llamó a la ambulancia. "Cuando la Policía llegó, en lugar de reclamar a la Cruz que organizaba ese sinsentido que cesara, se limitó a decirles que iba a multarlos, pero se subió al coche y se fue".
Según Martínez, "no ha habido vigilancia, nos hemos sentido todos desprotegidos, el barrio al completo se ha convertido en un inmenso urinario y hasta los turistas se preguntaban qué estaba pasando y si promocionábamos el alcohol entre los más jóvenes". El problema, en palabras suyas, es que el alcalde "lo sabía y lo ha permitido y ha conseguido que el Casco Histórico se haya convertido en un gran bar donde está todo permitido".
Ortega ha señalado que su formación exige la aprobación de un plan estratégico de fiestas populares. "Eso quiere decir que si las bases estipulan claramente algo, se tienen que cumplir a rajatabla y que las barras desaparezcan de las Cruces, porque no pueden ser excusa para montar bares efímeros en la calle".
Igualmente ha reclamado que se implementen medidores y controladores de volumen y de ruido. "Si pones un altavoz y le metes caña para llamar la atención, como si fuera un reclamo de perdices para pegarles tiros a las hembras que son los turistas para que consuman, con esos controladores por mucho volumen que le des no pueden subir más allá de un límite", y esto se ha de incluir en una ordenanza "que ya está caduca y obsoleta y que debería actualizarse e incorporar las últimas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)", en esta materia.
