INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO

La UCO dice que la sostenibilidad ambiental, social y económica son claves para el prestigio de una ciudad

La Universidad de Córdoba y la Universidad de Burgos han centrado su estudio en 62 ciudades internacionales
Imagen de archivo de Tokyo, una de las ciudades más reputadas según el ranking City Reptrak
photo_camera Imagen de archivo de Tokyo, una de las ciudades más reputadas según el ranking City Reptrak

Un estudio de más de 62 ciudades internacionales realizado por la Universidad de Córdoba (UCO) y la Universidad de Burgos (UBU) ha analizado los factores que influyen en la reputación de los entornos urbanos y ha llegado a la conclusión de que hay un factor determinante que afecta positivamente al prestigio de estos enclaves: La sostenibilidad social, medioambiental y económica.

Así lo ha indicado la Universidad de Córdoba en una nota en la que ha detallado que "el primero de estos pilares tiene en cuenta aspectos como los niveles de educación o criminalidad o las posibilidades de conciliación entre la vida familiar y laboral", tal y como ha explicado el investigador Pablo Rodríguez, uno de los autores de la investigación, mientras que el componente medioambiental engloba factores como el acceso a zonas verdes o la inversión en transportes de bajas emisiones.

Concretamente, el estudio ha trabajado sobre la base del ranking 'City Reptrak', que engloba a las ciudades mejor valoradas del mundo. Posteriormente, ha cruzado esta información con el índice internacional 'Arcadis' sobre los entornos urbanos más sostenibles del planeta.

A partir de estas dos bases datos se han analizado factores tan variopintos como la contaminación del aire, gestión de residuos, desigualdad de ingresos, calidad del empleo o facilidad para hacer negocios.

Si bien la relación entre la sostenibilidad y la reputación ya lleva tiempo estudiándose en el ámbito empresarial, "este asunto apenas se ha tenido en cuenta en el fenómeno urbano dentro de la literatura científica", ha explicado el profesor Rodríguez, miembro del grupo de investigación Dirección de Empresas y Economía Aplicada de la UCO.

Durante los últimos años, subraya, la sostenibilidad en las ciudades está adquiriendo una importancia creciente, hasta el punto de que se ha constituido como uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

Más allá de la sostenibilidad, el trabajo también ha encontrado otros elementos que podrían tener incidencia en el prestigio de estos entornos. Mientras que la cercanía a la costa influye de forma positiva, ser capital de un país tiene un efecto perjudicial en términos de reputación, algo que según la investigación podría explicarse por el hecho de que "las capitales atraen más atención mediática y las noticias negativas suelen tener más impacto, por lo tanto, los sucesos adversos que ocurren en las grandes urbes tienen mayor difusión y visibilidad, neutralizando así los eventos reputacionales positivos".

Por otro lado, el trabajo no ha podido demostrar ninguna relación sólida entre la organización de un gran evento y la mejora de la reputación urbana. "Por poner un ejemplo, en el caso de los Juegos Olímpicos", ha subrayado el investigador Pablo Rodríguez, "mientras en Barcelona sí ayudaron a cambiar la percepción de la ciudad y a ponerla en el mapa internacional del turismo y de los negocios, en el caso de Río de Janeiro se percibieron como un lastre que trajo consigo corrupción e infraestructuras infrautilizadas".

Las autoridades, en este sentido, deberían "ser conscientes de la importancia de la gestión diaria para construir una buena reputación, en lugar de centrarse en eventos que pueden tener impactos esporádicos, pero no duraderos", ha opinado el autor de la investigación.

En definitiva, el estudio supone, a juicio de su autor, una "llamada de atención" para que los municipios adquieran conciencia de que la forma en la que las ciudades son valoradas depende en gran parte de lo que sus instituciones locales promuevan en el ámbito social, medioambiental y económico. La reputación, concluye, reporta "múltiples beneficios" a los entornos urbanos que van más allá del turismo, como la "atracción de talento y de capital humano o la mejora en las condiciones de vida de la ciudadanía".