El cine, más que un mero entretenimiento, es un arte que trasciende. Desde su creación en el año 1895 por parte de los hermanos Lumiére, se ha utilizado este medio audiovisual para comunicar ideas y mensajes, cautivando a miles de espectadores todos los días.
Aunque muchos no lo noten, las películas y los mensajes transmitidos en los filmes influyen enormemente en las personas. Las películas más populares crean tendencias, emocionan a los espectadores e, incluso, pueden llegar a promover cambios sociales significativos y duraderos. Tal es el poder que tiene el cine sobre la sociedad.
El cine construye realidades únicas y los espectadores viven dentro de ellas por un par de horas. Al volver a su realidad pueden llegar a ser personas diferentes de forma sutil o notoria, sin embargo, es un cambio tangible que puede llegar a ser colectivo, esto en los casos en los que la película sea bastante popular.
La gran expansión del cine en la actualidad, es un factor que brinda mucho poder a esta industria y a este arte. Ahora se tiene la clásica opción de acudir a una sala para ver los filmes en la gran pantalla, o bien, se pueden ver desde el hogar mediante plataformas como Netflix o bajándolos desde sitios como TomaDivx, una de las diversas plataformas online gratuitas que se han vuelto populares en los últimos tiempos. Sea como sea, el efecto es el mismo, una escapada para el espectador, o tal vez, un recordatorio de la realidad y sobre cómo afrontarla.
Una buena película, entonces, puede cambiar el mundo. La sociedad se construye y reconstruye día a día, y la cultura es un factor muy importante en esta reconstrucción. En este escenario, el cine, al ser la mayor industria del entretenimiento, juega un papel sumamente significativo.
Muchas películas han dejado legados
A lo largo de la historia, han sido muchas las películas que han cambiado la sociedad de alguna manera, dejando un legado para el mundo. Algunos largometrajes han provocado cambios políticos o económicos de forma indirecta, retratando historias de gran importancia en el aspecto social.
Un ejemplo bastante reciente es el de la película surcoreana ‘Parasite’, que cuenta la vida de una familia con bajos recursos, que habita en un apartamento semisótano, algo muy común en Corea del Sur entre las personas de clase baja. La película muestra las terribles condiciones de vida que se tienen en estas viviendas.
Un año después del lanzamiento, el gobierno de Corea del Sur terminó destinando unos 3,2 millones de wones surcoreanos por vivienda, para mejorar el estado de estos apartamentos, actualizando los sistemas de ventilación, reparando sus suelos, entre otros tipos de reparaciones. El impacto que generó la película fue causa directa de la reforma gubernamental que se dio.
Las películas también generan tendencias entre la sociedad, notándose esto sobre todo en el mundo de la moda. Los filmes pueden normalizar ciertas maneras de vestir y provocar que las masas las imiten, un ejemplo podría ser cuando la actriz Marlene Dietrich fue la primera en llevar pantalones en la gran pantalla, haciendo que muchas mujeres decidieran seguir esa tendencia. También se puede mencionar cuando Jean Harlow puso de moda las cejas depiladas.
El cine incluso puede servir como escapada durante tiempos de crisis. Un ejemplo claro es lo que se vivió durante la Gran Depresión de los años 30, donde las personas abatidas por la crisis económica, necesitaban algo para olvidarse de sus problemas durante al menos un par de horas.
Es por esto que surgieron tantos géneros cinematográficos en esa época de la historia, como el cine de aventura, la comedia, de terror, los musicales, entre otros. La industria sació esa necesidad de evasión durante los tiempos difíciles, incluso llegando a dar un mensaje de esperanza, como es el caso de la película de Los tres cerditos de Disney, donde el lobo era una metáfora de la Gran Depresión y los cerditos la dominaban y salían adelante.
