Así, en torno a la 01.30 hora de la pasada madrugada, dos palmeras se han precipitado contra el suelo por el agua y el viento que soplaba en ese momento, mientras que uno de los cipreses se ha partido por la mitad y se ha precipitado igualmente sobre el terreno, según ha informado en una nota el Cabildo Catedral, desde donde han precisado que "afortunadamente no hay que lamentar daños personales ni en la arquitectura de la Mezquita-Catedral".
El personal de mantenimiento del Cabildo Catedral recibió el aviso de los compañeros de vigilancia y seguridad, procediendo durante toda la noche a la retirada de las palmeras y del ciprés caídos.
Pese a este incidente, este sábado por la mañana se ha abierto el templo a la visita turística "con total normalidad", según han indicado también desde el Cabildo Catedral.
Igualmente, el aparcamiento de la Muralla, junto a la Puerta de Sevilla, ha amanecido con un ejemplar de gran porte que había ceñido sobre varios vehículos estacionados allí.