A 17 de octubre, con 30 grados en las pantallas de los termómetros y en plena polémica sobre cuándo y cómo iniciar el encendido extraordinario de invierno, la Navidad vuelve a asomarse a la ciudad califal con la instalación, hoy, del ya tradicional gran árbol de luz en la Glorieta de Llanos del Pretorio y con la base del andamiaje en Cruz Conde para el espectáculo en el Centro.
No es que sea noticia, porque las cosas cíclicas como son éstas llegan a ser casi obligatorias (y la noticia, precisamente, sería que no se instalaran), pero sí da la sensación de que cada vez se adelantan más. Es que todavía más de uno está saboreando aún las mieles de los últimos días de sus vacaciones de verano y ya le están metiendo por los ojos la Navidad.
Para algunos será motivo de alegría y para otros, de agobio. Al menos que sirva de utilidad para recordar que las compras de esa época se van encareciendo a medida que se aproximan las fechas y que no estaría de más que lo más caro se fuera adquiriendo cuanto antes mejor para ahorrase un buen dinero.
Por supuesto, como no podía ser de otro modo, Ximenez Iluminación, de Puente Genil, es la encargada de la instalación (como la de medio mundo, por cierto).
