La concejala socialista en el Ayuntamiento de Córdoba Alicia Moya ha denunciado hoy en una atención a medios el "total abandono y desamparo" al que tiene sometido el gobierno de José María Bellido (PP) al barrio de la Fuensanta, que es "el ejemplo vivo de la dejadez del gobierno municipal sobre los barrios de Córdoba, a los que ni siquiera visita" y uno de los barrios de la capital que, "pese a ser el que tienen la población más envejecida, menos atenciones recibe del Consistorio".
La edil ha reseñado que la accesibilidad en las calles "es una utopía muy lejos de la realidad", y ha detallado que "son innumerables las aceras con adoquines levantados, bordillos rotos, socavones que hacen peligrar a los usuarios de la vía pública", así como el estado de parques infantiles como el de Pasaje Pantoja "que están en desuso por el estado lamentable que tienen".
Para Moya, las obras de mejora de la vía pública en el barrio "son prácticamente inexistentes desde hace años", y ha recordado que la más cercana es la Cuesta de la Pólvora, "una actuación proyectada hace cinco años, que el Gobierno municipal ha tardado cuatro años en poner en marcha y que lleva meses de retraso por falta de pago de facturas por parte del ayuntamiento", además de que la anunciada reforma de Virgen Milagrosa "nunca llega".
A ello ha sumado la tala indiscriminada de árboles tanto en Cuesta de la Pólvora como en Virgen Milagrosa, "35 árboles, sin explicaciones ni informes de la comisión del árbol", además de las quejas de los vecinos por la falta de limpieza de vías y aceras y desbroce de hierbas en parques y alcorques, "sólo en función de los intereses del Gobierno municipal", como ha sucedido ahora con la Velá de la Fuensanta y justo antes de las elecciones municipales.
"Los vecinos y vecinas que viven en el barrio todo el año saben que no hay una limpieza frecuente ni periódica, pero llega la Velá y se convierten en escaparate de la ciudad; a Ayuntamiento le interesa la foto y entonces se limpia", ha recriminado la socialista, que afea al Gobierno local de Bellido de "mirar a este barrio cuando coincide con su interés propio, olvidándose de él el resto del tiempo".
