DISTRITO SURESTE

Al-Zahara pide que se abra el pabellón de Fidiana como sala de barrio de los vecinos

La Federación acusa a la Junta de ser inflexible a la hora de aplicar el convenio con el Ayuntamiento sobre los usos del edificio

Fidiana
photo_camera Pabellón ya finalizado de Fidiana

La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara ha mostrado esta mañana, a través de un comunicado, su total apoyo a la Asociación de Vecinos Diana de Fidiana en su reivindicación de que se abra de forma inmediata la sala de barrio de Fidiana, pero permitiendo un uso diferenciado de su función matutina como gimnasio del Instituto de Educación Secundaria (IES) Fidiana. Una doble función que, sin embargo, según Al-Zahara, se ve cuestionada por el borrador de convenio que la Junta quiere imponer y que relega al Ayuntamiento de Córdoba como mero usuario extraescolar de la instalación.

Para la Federación, la lucha que durante 14 años ha mantenido el vecindario de la zona y del Distrito Sureste puede verse defraudado si la Junta de Andalucía mantiene su imposición de usar de forma preferente como gimnasio escolar y no aceptar que tenga uso como sala de barrio abierta a todo el vecindario en horario de tarde-noche y en fines de semana y festivos. Esta aspiración sin duda es novedosa y requiere de una forma administrativa imaginativa basada en la colaboración interadministrativa y vecinal.

Sala de barrio

A tales efectos, Al-Zahara pide al Ayuntamiento de Córdoba que continúe la negociación con la Junta de Andalucía y que defienda el esfuerzo de gestión administrativa, urbanística y económica que ha realizado en los últimos catorce años y que no tenía como finalidad la construcción de un gimnasio, que no es su competencia, sino la apertura de una sala da barrio gestionada por el Instituto Municipal de Deportes de Córdoba (IMDECO). "Al-Zahara lamenta que se esté buscando el enfrentamiento entre comunidad educativa y vecinal cuando los intereses son comunes", añade la nota.

El convenio debe situar al mismo nivel a la Junta y al IES con el Ayuntamiento y la asociación vecinal a la hora de la toma de decisiones en la gestión del edificio, respetar la autonomía municipal vecinal en la programación no educativa y extenderse al menos a cinco años de vigencia para dar estabilidad a la gestión deportiva, entre otros asuntos a modificar, en palabras de la Federación. En cualquier caso, se debe asegurar que la instalación se abre de forma paralela y al mismo tiempo como gimnasio y como sala de barrio.