CON MÁS DE 300 MUERTOS EN 2019

La velocidad sigue siendo uno de los principales factores concurrentes en los accidentes de tráfico

Hasta el 18 de julio tiene lugar una nueva campaña de vigilancia y control de velocidad en las carreteras cordobesas, donde los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil establecen controles para comprobar el cumplimiento de los límites de velocidad
Control de velocidad en un área de descanso de la N-432, en Córdoba
photo_camera Control de velocidad en un área de descanso de la N-432, en Córdoba

En 2019 (último año con datos consolidados) la velocidad estuvo presente en el 23% de los accidentes mortales, es decir, más de 300 personas fallecieron en accidentes en los que la velocidad fue uno de los factores concurrentes.

Por este motivo, y siguiendo las recomendaciones de las organizaciones internacionales y europeas, que instan a los organismos encargados de la seguridad vial de los distintos países a vigilar que los límites de velocidad establecidos se cumplen, la DGT realizará una nueva campaña de vigilancia y control de la velocidad en las carreteras cordobesas, entre los días 12 y 18 de julio, con el objetivo de reducir la accidentalidad y sus consecuencias.

"Tenemos que seguir concienciando en el día a día para que cuando nos montemos ene los vehículos seamos conscientes de la importancia de respetar la velocidad, la señalización, y estar siempre conscientes de la conducción y evitar las distracciones con los móviles o cualquier otro elemento que llevemos en el vehículo”, ha apuntado la jefa provincial de Tráfico, Piedad Sánchez, en la presentación de la campaña en un control en Córdoba junto con voluntarios de Aspaym.

Por decimoquinto año consecutivo, la Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos (Aspaym) colabora con la DGT concienciando a los conductores sobre el grave riesgo que supone no respetar los límites de velocidad.

A mayor velocidad, menor tiempo de reacción

Según se recoge en el estudio 'El porqué de los radares: efectividad de los radares como medida de control de velocidad', del Grupo de Investigación Facthum.lab de la Universidad de Valencia, "la velocidad excesiva reduce el tiempo de reacción, dificulta el control del vehículo y la rectificación de la trayectoria, aumenta la agresividad y el estrés del conductor y altera el funcionamiento sensorial (disminuyendo el campo visual) y el fisiológico (aumentando el nivel de fatiga)".

Además, según el estudio 'Velocidad y riesgo de accidente', realizado por International Transport Forum (ITF), indica que el exceso de velocidad es el principal problema que tienen los países motorizados. Una estimación realizada para Noruega muestra que, si todos los conductores condujeran por debajo de los límites de velocidad, el número de muertes se reduciría en un 20% (Elvik 2011).

El incumplimiento de las normas recogidas en la Ley de Seguridad Vial y el Reglamento General de la Circulación está tipificado como infracción grave o muy grave, sancionadas con multas de 100 a 600 euros. Además, el artículo 379 del Código Penal, estipula que "el que condujere un vehículo de motor o un ciclomotor a velocidad superior en sesenta kilómetros por hora en vía urbana o en ochenta kilómetros por hora en vía interurbana a la permitida reglamentariamente, será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o a la de multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, a la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años".

Igualmente, el sistema de Permiso por Puntos contempla la pérdida entre 2 y 6 puntos por este tipo de infracción dependiendo del exceso de velocidad cometido. Desde que se puso en marcha la Ley de Permiso por puntos, más de un 40% de las sanciones y más de un 48% de los puntos detraídos lo han sido por exceso de velocida.