TURISMO

Dos pueblos cordobeses compiten para ser los mejores destinos de España para familias

Iznájar está cerca de los de arriba, y Priego un poco más abajo en una votación de la web Trobatea
Iznájar
photo_camera Iznájar

Iznájar y Priego de Córdoba compiten para ser considerados el mejor pueblo de España para visitantes que viajen en familia. Se trata de un concurso organizado por la web Trobatea. Participan más de 30 municipios de toda España, todos ellos destacados por su belleza. De momento Iznájar, cuando se escriben estas líneas, ha conseguido colarse entre los primeros. Se ha situado cuarto. Aquellos que deseen participar en la votación pueden hacerlo aquí. Las votaciones terminan el próximo 15 de febrero. Los participantes pueden ganar 150 euros para gastar en cualquier sitio que entre en el Top 10.

Peñafiel en Valladolid, Montánchez en Cáceres y Finestrat en Alicante son de momento los únicos que superan a Iznájar. Y lo cierto es que Peñafiel se ha distanciado de sus competidores. Iznájar puede alcanzar al tercero y al segundo con relativa facilidad si cuenta con apoyos, pero, ay, también le pisan los talones. Detrás de este pueblo cordobés vienen fuertes Calles, en Valencia, Cambados, en Pontevedra. y Sos del Rey Católico, en Zaragoza.

Y aunque de momento Priego de Córdoba se ha quedado rezagado, tampoco le van mal las cosas, pues supera a numerosos municipios que tienen el suficiente encanto como para estar igualmente más arriba, como Pals, en Gerona, Patones, en Madrid, Potes, en Cantabria, Segorbe, en Castellón, Tudela, en Navarra, Yaiza, en las Palmas, Alcalá del Júcar, en Albacete, Ampudia, en Palencia, Aranjuez, en Madrid, Belmoente, en Cuenca, Calasparra, en Murcia, o Cangas de Onís, en Asturias, entre otros muchos que quedan por debajo del cordobés.

Así describe Trobatea a Iznájar:

Descubrir Iznájar es encontrarse con uno de los pueblos más bellos de Andalucía. La importante historia y rico patrimonio de Iznájar y sus aldeas, su privilegiada ubicación, sus fiestas y tradiciones o la belleza de su paisaje y rincones, hacen de Iznájar un lugar con un singular atractivo que convierte en inolvidable su estancia al visitante. 

La villa de Iznájar, asomada a la Subbética Cordobesa, se encuentra en el centro del mayor embalse de Andalucía y parece emerger, como una isla, de entre sus aguas rodeada de sierras pobladas con amplísimos olivares. Y en lo alto del cerro que la corona se erige, acreditando su origen árabe, el castillo de Hisn Ashar.

Y así hace lo propio con Priego de Córdoba:

Enclavada entre sierras y olivares, en el corazón de Andalucía, Priego de Córdoba remonta orígenes a la cultura musulmana con testimonios tan valiosos como el austero Castillo o el Barrio de la Villa, de calles estrechas y trazado laberíntico, rodeado por el Adarve, balcón natural y defensa histórica de la primitiva ciudad medieval. 

Capital del Barroco cordobés, son numerosas las muestras de este estilo artístico presentes en la villa, como el Sagrario de la Iglesia de la Asunción, la Iglesia de la Aurora, la Iglesia de San Francisco y la Fuente del Rey, con la imagen de Neptuno rodeada de 139 caños. En cuanto a su arquitectura civil destacan las Carnicerías Reales, su peculiar Plaza de Toros excavada en la roca, las casas señoriales y sus siete museos: la Casa Natal de D. Niceto Alcalá-Zamora, El Museo Histórico Municipal, El Centro del Paisaje Español Contemporáneo, la Casa-Museo de D. Adolfo Lozano Sidro, la Casa-Museo de Castil de Campos, el Museo de la Almendra y el Jardín Micológico la Trufa... 

A su indudable atractivo monumental suma Priego una cocina que se nutre de materias primas de excepcional calidad, como su aceite de oliva virgen extra con Denominación de Origen” Priego de Córdoba”; fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional (Semana Santa y Domingos de Mayo); y unas tradiciones cargadas de personalidad y simbolismo encabezadas por los Hermanos de la Aurora. 

Además, la ciudad cordobesa puede presumir de un entorno natural privilegiado, con el Parque Natural de las Sierras Subbéticas y Geoparque como máximo exponente y las aldeas donde descansar y entrar en contacto con la naturaleza. De gran interés paisajístico y ecológico, es punto de encuentro para los aficionados a la escalada, la espeleología, el senderismo, entre otras muchas actividades de turismo activo.

Todavía hay tiempo para que ambos pueblos estén en los más alto y se conviertan en deleite de pequeños y mayores en cuanto pasen, esperemos que lo antes posible, los  efectos de las restricciones por el coronavirus.