Hornachuelos

La Junta responde a Equo que los residuos de El Cabril "cumplen los requisitos"

Equo recuerda que el dióxido de uranio tiene como componente U-235, una sustancia con una vida media de cientos de millones de años y a la planta cordobesa ha llegado este componente desde Salamanca

Planta de El Cabril
photo_camera Planta de El Cabril en Hornachuelas

El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta, José Fiscal, ha dicho que el último informe recibido por la Administración autonomica sobre el almacenamiento residuos radiactivos de El Cabril, que gestiona Enresa en el Norte de la provincia de Córdoba, afirma que los residuos que se reciben, gestionan y almacenan en el mismo "cumplen los requisitos".

En cualquier caso, Fiscal, ante las preguntas que le ha planteado sobre este asunto la parlamentaria andaluza de Podemos y coportavoz de Equo Carmen Molina, se ha puesto "a disposición" de ésta y también del resto de la Cámara autonómica, para reclamar al Gobierno de la nación toda la información relativa a los residuos radiactivos que llegan a El Cabril.

Fiscal ha respondido así, en sesión de control al Gobierno en el Parlamento andaluz, a la pregunta de Molina de "¿qué actuaciones va a desarrollar el Gobierno de la Junta, en el ámbito de sus competencias, para exigir al Gobierno central y a Enresa que garanticen la seguridad de los cordobeses?", dado que, por lo que conoce Podemos, hasta El Cabril están llegando "sustancias componentes del combustible de las centrales nucleares, en concreto dióxido de uranio procedente de la fábrica de combustible nuclear de Juzbado (Salamanca)".

Pedir cuentas al Gobierno central

El consejero, tras recordar que las competencias en materia de gestión de residuos radiactivos y de energía nuclear corresponden al Ejecutivo central, ha señalado que, aún así, la Junta recibe informes periódicos sobre los residuos almacenados en El Cabril y sobre la situación de la instalación. Así, el último de estos informes, referido al primer cuatrimestre de 2017, señala, según ha detallado el consejero, que "todas las actividades se han realizado con normalidad" y que "se realizan los ensayos de laboratorio previstos para verificar que los residuos cumplen con los requisitos establecidos para su almacenamiento".

A pesar de ello, según ha subrayado Fiscal, al Gobierno andaluz le parece "oportuno" que tanto Podemos como el PSOE hayan registrado sendas iniciativas sobre este tema en el Congreso de los Diputados, ya que "es el Gobierno (central) el que tiene que rendir cuentas al efecto".

No obstante el consejero se ha puesto "a disposición" de la diputada regional de Podemos, "para reclamar al Ministerio (de Industria), cuanta información se considere necesaria para el desarrollo de su labor parlamentaria, y de cualquier otro diputado", pues el Ejecutivo andaluz está "pendiente de esta instalación", aunque no la gestione la Junta de Andalucía, dado que "es de particular interés para los andaluces".

A raíz de esta respuesta, Molina ha agradecido a Fiscal "que muestre interés" por este asunto y que esté "pendiente de que se cumpla realmente con los requisitos", en cuanto al almacenamiento de residuos radiactivos en El Cabril, pues hay que "garantizar la seguridad de la población y evitar la acumulación de residuos de alta y prolongada actividad en un lugar que no estaba diseñado para ello y que no es el adecuado".

Vida media de cientos millones de años

Tal y como expone Molina, aunque en la memoria presentada por Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos S.A.) para las instalaciones del cementerio nuclear de El Cabril se recogía que la instalación estaba concebida para almacenar 'bultos de residuos de media y baja actividad y vida corta', es decir, con necesidad de aislarlos de las personas y del medio ambiente unos 300 (trescientos) años, hasta las instalaciones cordobesas "se están transportando y almacenando sustancias componentes del combustible de las centrales nucleares, en concreto dióxido de uranio procedente de la fábrica de combustible nuclear de Juzbado, en Salamanca. Y es que el dióxido de uranio es una sustancia clasificada como muy tóxica, cancerígena y peligrosa para el medio ambiente por la Unión Europea, y tiene como componente U-235, una sustancia con una vida media de cientos de millones de años.

el cabril

“Hay que recordar también que El Cabril, si no se impide, albergará los materiales radiactivos procedentes del desmantelamiento de las centrales nucleares españolas, para lo que tendrá que multiplicar por cuatro la capacidad actual”, ha insistido la parlamentaria, que recuerda que "el único motivo por el que ese cementerio nuclear existe es porque en su origen era un terreno bajo control militar, pero no porque se trate de un lugar idóneo".

De este modo, desde Equo Andalucía vuelven a poner sobre la mesa su reivindicación histórica solicitando el cierre de unas instalaciones "que ponen en riesgo a una gran parte de la población, al suponer que residuos especialmente peligrosos recorran cientos de kilómetros diariamente, por autovías y llegando a tener que pasar por la propia Córdoba". A modo de ejemplo, desde la formación señalan que si uno de los bidones que viaja a El Cabril desde las centrales –lo hacen unos 50 de media cada día– cayese de su medio de transporte, "incluso sin que se abra, si un menor de 18 años lo curiosea habrá recibido en tan sólo cinco minutos su dosis máxima de radiactividad para un año".

Equo insiste en la necesidad de impulsar un nuevo modelo energético en base a las energías limpias y seguras que desemboque en el cierre de las centrales nucleares en el horizonte de 2024, "acabando además de este modo con unos residuos radiactivos que no queremos en nuestra tierra".