Hornachuelos

La Guardia Civil ayuda en el rescate de una embarcación con 61 personas que se había quedado a la deriva en el Bembézar

Finalmente, el patron del barco consiguió llegar hasta el Sendero de Los Ángeles, donde los excursionista, en buena parte personas mayores, pudieron desembarcar y fueron luego guiados por la Benemérita y los bomberos de Palma del Río

Embarcación de recreo en la presa de derivación del Bembézar
photo_camera Embarcación de recreo en la presa de derivación del Bembézar

La tarde del pasado sábado, 28 de abril, el 112 solicitó el auxilio de la Guardia Civil puesto que les había entrado un aviso comunicando que una embarcación turística, con unas 60 personas embarcadas, se encontraba averiada y a la deriva en la zona del embalse de derivación del Bembézar.

Ante ello, inmediatamente, la Guardia Civil estableció un dispositivo de servicio en el que se integraron varias patrullas, quienes tras entrevistarse con varias personas que se encontraban en la zona, pudieron saber que una embarcación turística ocupada por 60 personas y el patrón de la embarcación se había averiado y desconocían el lugar donde se encontraba, así como el estado de los 60 pasajeros embarcados.

A primeras horas de la noche, uno de los guardias civiles integrantes del dispositivo consiguió contactar a través de teléfono móvil con el propietario y patrón de la embarcación, quien comunicó que había conseguido desembarcar a todo el personal del barco en una zona conocida como Sendero de Los Ángeles, del término municipal de Hornachuelos.

Ante ello, los guardias civiles que integraban el dispositivo, se desplazaron por el citado camino, llevando consigo linternas, así como prendas de abrigo y agua.

Octogenarios, en su mayoría

Pasada una hora y siguiendo el sendero, los agentes consiguieron localizar la expedición compuesta por un total 61 personas, (59 turistas, un guía turístico y el patrón de la embarcación), comprobando que muchas de estas personas son de avanzada edad, ofreciéndoles agua y la ropa de abrigo de la propia uniformidad de los guardias civiles.

Al ser un camino estrecho y en algunas zonas escarpado con caída hacía el embalse, se optó por que el grupo fuera encabezado por un guardia civil y otro agente cerrando el grupo, quedando otros dos guardias civiles en la zona intermedia con lo que se podía iluminar el camino para toda la expedición, quedando las personas octogenarias junto a alguno de los guardias civiles al objeto de poder ayudarles durante el camino.

Cuando faltaban unos dos kilómetros aproximadamente para llegar al punto donde se encontraban los vehículos oficiales, se unen tres bomberos del Parque de Bomberos de Palma del Río, dotados también con iluminación, quedando así completamente iluminado el resto del camino.

Llegados al lugar donde se encuentran los vehículos oficiales, se utilizan estos para trasladar a las personas hasta el establecimiento donde se encontraban hospedadas en la localidad de Hornachuelos, siendo trasladados con prioridad las personas de mayor edad y personas con algún tipo de enfermedad que habían tenido más dificultad para realizar el camino a pie, encontrándose todas ellas en perfectas condiciones sin necesidad de recibir ningún tipo de asistencia sanitaria.