MEDIO AMBIENTE EN LA PROVINCIA

Colectivos cordobeses se movilizan por la vuelta del lobo a las sierras andaluzas

Quivirocio, ARBA o Alpasín participan de la manifestación que se celebrará en Sevilla el próximo 16 de octubre
Lobo ibérico
photo_camera Ejemplar de lobo iberico

El próximo 16 de octubre, al mediodía, Sevilla va a acoger una manifestación desde la Alameda de Hércules hasta el Parlamento andaluz para la recuperación del lobo en Andalucía, de donde prácticamente ha desaparecido, pese a que en tiempos este cánido señoreaba las sierras andaluzas. La marca está convocada por Lobo Marley, Verdes Equo, Ecologistas en Acción, Alianza Verde y European Alliance for Wolf Conservation (Alianza Europea por la Conservación del Lobo), pero hay numerosos colectivos más que la apoyan y que le darán color esa jornada.

Entre ellos están organizaciones cordobesas, como son el caso de Quivirocio, ARBA o Alpasín, que, evidentemente, han mostrado su intención de participar, porque consideran imprescindible que el lobo regrese a la cadena trófica natural del entorno andaluz, donde ha sido "una animal autóctono de toda la vida", en palabras de Juan Carlos Molina Márquez, gerente de Quivirocio.

lobos

En su caso es doble el motivo que le lleva a defender la vuelta del Canis lupus signatus o lobo ibérico a tierras andaluzas. En primer lugar y como principal motivo, porque ecológicamente "Andalucía es su sitio natural; el lobo era claramente uno de los reyes de Sierra Morena y ya su presencia, aunque sólo sea para educación ambiental, ya tendría sentido", además de que la filosofía de esta empresa montoreña es la conservación medioambiental porque lo lleva en su ADN. "El lobo estaba en Hornachuelos, en Cardeña y en Montoro y por mero amor a la Naturaleza nos gustaría que volviera".

Pero también está el aspecto turístico del lobo. Molina no tiene pelos en la lengua a la hora de reconocer que para su empresa, por las actividades que ofrece en plena naturaleza, el lobo le vendría bien. "En la Sierra de la Culebra hay experiencias turístricas para poder ver al lobo en libertad y aquí podría ocurrir tres cuartos de lo mismo". Pero este empresario también reconoce que una hipotética vuelta del lobo tardaría años y, además, "en esos primeros compases del proyecto lo suyo es no molestarlo", aunque también existe la posibilidad de realizar grupos, aunque sólo sea para escuchar los aullidos, especialmente sugerentes de noche.

Además, el gerente de Quivirocio ha recordado que se acaba de publicar en el BOE su prohibición de cazarlo, lo que facilitaría el proyecto de hacer regresar al lobo, siempre y cuando "se desarrolle bien por parte de la Administración".

Lobos

El aspecto turístico del lobo también lo ha destacado Javier Fernández, coordinador en Andalucía de ARBA, pero en su caso prefiere verlo como lo que es: "Un eslabón fundamental de la cadena trófica que controla la superpoblación de otros animales, como el jabalí, o el control de animales enfermos, como es el caso de los conejos con mixomatosis, de modo que dejaría en paz a los animales sanos que se reproducirían con una mayor formaleza de cara a la enfermedad".

Motivos p´racticos aparte, en el caso de Fernández es que personalmente "adoro al lobo; me encanta". Y, además, entiende el miedo de los ganaderos, porque, entre otras cuestiones, él también se maneja con algo de ganado, "pro, al mismo tiempo, tengo empatía por eseanimal salvaje". La solución a este inevitable encuentro entre un depredador y una ganadería en extensivo que cada vez se extiende más sería una legislación correcta y una política sensata de indemnizaciones por parte de la Administración.

Y es que a día de hoy a los ganaderos "se les paga tarde y mal por la pérdida de reses, y eso tiene que cambiar". Aparte de que los pastores pueden regresar tranquilamente al uso de mastines con collares pinchados para enfrentarse de forma natural al lobo en caso de ataque, pero el problema es que "muchos ganaderos se han acomodado en exceso y apenas reaccionan cuando hay ataques de perros asilvestrados, que son los que más estragos causan".

Un problema que también se resolvería en parte si en lugar de concentrar ungulados para la actividad cinética en lugares cerrados, se los dejara deambular libremente, de modo que el lobo tendría presas naturales a las que acceder y dejaría en paz al ganado doméstico.

Lobo ibérico. FOTO J.A. MALDONADO

Agustín Pérez Amil, de Alpasín, ve sobre todo razones ambientales. "Si el lobo ha de volver, y ojalá así sea, que la menos estemos preparados y haya una campaña de conciación, sensibilización y apoyo a este animal, al que he seguido siempre que he podido", hasta el punto de ir hasta Polonia para verlo y retratarlo con su cámara.

En este sentido, Pérez ha recordado que hubio incluso un Life Lobo para Andalucía, que está por completo aparcado y que habría que recuperar. Precisamente en ese Life se dice que en el territorio donde pudiera recuperarse "los aprovechamientos ganaderos han ido desapareciendo para dar paso a los cinegéticos, de manera que actualmente el paisaje está configurado por grandes fincas de caza mayor y cercadas. Por tanto, los principales conflictos radican aquí, donde propietarios de terrenos y sobre todo guardas de caza, juegan un papel básico: Tienen la responsabilidad de permitir la coexistencia y supervivencia del lobo".

"Ese proyecto estaba destinado a educación ambiental y concienciación y desde Alpasín consideramos que debería continuar".