El perfil medio de la persona que ha estado atendiendo Cáritas en Córdoba a lo largo de 2020 es el de una mujer joven, de no más de 40 años, española, con estudios primarios o sin estudios y con hijos a su cargo. Según ha indicado esta mañana con palabras muy claras el director de Cáritas Córdoba, Salvador Ruiz, "la durísima situación de la emergencia sanitaria se ha transformado a día de hoy en una grave crisis social de hondísimo calado que se encuentra todavía en su primera ola". Y las cifras que ha dado a conocer hoy así lo demuestran.
Por lo pronto, en el primer año de la pandemia sanitaria la atención desde Cáritas a los sectores más vulnerables, léase la hostelería, el turismo, los trabajos domésticos o los peones agrícolas, ha sido ocho veces mayor que la atención al resto de sectores, con una exposición al contagio un 40% superior también y con un impacto en los ingresos demoledor, ya que tres de cada 10 familias atendidas no perciben ni un solo ingreso. "En Cáritas a nivel nacional hemos detectado a 258.000 personas que no perciben ninguna prestación ni ingresan nada, y eso son 75.000 más que antes de que se iniciara la actual crisis por la Covid", ha indicado Ruiz.
No son los únicos afectados, los ingresos de las familias en general han descendido un 33% y muchas están ya inmersas en una situación de pobreza severa. A eso se le añade otro dato lamentable y es, en palabras del director de Cáritas, que el 48% (casi la mitad) de las familias atendidas aseguraban no haber sido informadas de ninguna manera sobre el ingreso mínimo vital y sólo el 16% lo ha percibido.
De igual modo, en la provincia de Córdoba se atendieron en 2020 a 29.942 personas, de las que 8.000 cudieron por vez primera a Cáritas, es decir el 27% del total. Eso indica que una de cada tres personas asistidas nunca antes había necesitado acudir a pedir ayuda. Sus necesidades más imperiosas eran la alimentación y ropa (71%), farmacia (10%), higiene, vivienda y suministros (14%), educación (5%), mascarillas y geles.
Entre las novedades del pasado año a la hora de solicitar ayuda estaban los vendedores ambulantes, feriantes, trabajadores de mercadillos, personas mentanidas en la economía sumergida y gente que está en un ERTE y que no terminan de cobrar. Igualmente, han aumentado los migrantes y las familias de jóvenes con menores a su cargo.
"La transmisión intergeneracional de la pobreza debe ser cortada y atajada desde ya", ha reclamado Salvador Ruiz tras ofrecer todas estas cifras terribles.
Y la posibilidad de atenderlos desde Cáritas Diocesana ha sido gracias a la labor de 1.650 voluntarios distribuidos en 168 parroquias de la provincia. Así, el perfil de las personas que se acompañaron eran mujeres en un 62% y hombres en un 38%, un 29% con edades hasta 20 años; un 31% entre los 25 y los 40 años; un 28% entre los 45 y los 60 años y un 12% para los que tenían más de 60 años.
Fueron españoles en un 72% y extranjeros en un 28%; el 74% sin estudios primarios o sin formación, un 0,4% con estudios superiores; un 12% con la ESO; el 4% con un grado medio y el 10% con el Bachillerato superior o ciclos formativos.
El 47% de los hogares atendidos era con hijos (sin hijos un 7%), monoparentales en un 23%, hogares unipersonales en un 15% y sin hogar un 7%.
De igual modo, desde lo servicios generales se ha trabajado con 4.674 personas a trevés de la acogida en proyectos de ayuda a personas mayores, discapacitadas, enfermos de VIH/Sida, mujeres, jóvenes, migrantes y familias en exclusión social.
Además, 784 personas sin hogar han sido acogidas y ayudadas desde distintos recursos: Casa de Acogida Madre del Redentor, hogar residencia San Pablo, ala de baja exigencia, dispositivo nocturno de atención en calle, migrantes y personas reclusas.
En cuanto a la inversión, en 2020 Cáritas destinó 3.586.523 euros, de los que el 22% proceden de fondos públicos (IRPF) y el 78% de fondos privados, sobre todo del Cabildo Catedralicio. En empleo se han invertido otros 2.826.112 euros, de los que el 9% proceden de fondos públicos y el 91% de privados, con los que se pudieron acompañar a 457 personas en intermediación laboral, 265 en cursos y talleres formativos para el empleo y la contratación de 111 personas en exclusión. Sólo en el servicio de empleo de Cáritas y su empresa de inserción social Solemccor se atendieron a 833 personas más. La inversión global, por tanto, alcanzó el pasado año los 6.412.635 euros.
