Se acabó eso de secar la ropa tendiéndola a la intemperie. Al menos durante los próximos días. Especialmente el martes, día 13 (día fatídico para los supersticiosos), en el que van a caer chuzos de punta, como dice el dicho. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), organismo público dependiente del Ministerio para la transición Ecológica y el reto Demográfico, ha decretado, e hecho, para esa jornada la alerta amarilla por precipitaciones en absolutamente toda la provincia.
Esa advertencia indica que en una probabilidad que va entre el 40 y el 70% (por tanto, bastante alta) podrían llegar a caer hasta 15 litros de agua por cada metro cuadrado de superficie en sólo una hora. Demasiada agua en tan poco tiempo, lo que puede provocar inundaciones y hasta riadas, en caso de que el alcantarillado de las poblaciones no estén suficientemente limpio para asumir el líquido que vaya cayendo. En caso contrario, es trabajar doble para los respectivos dotaciones de bomberos: El SEIS en la capital y el Consorcio Provincial, dependiente de la Diputación, con sus parques comarcales en el resto de la provincia.
Esa alerta va desde la medianoche del lunes al martes y hasta casi la siguiente medianoche; es decir todo el santo día, que se dice también.
¿Es el agua que se necesita? Pues hombre, en una época de sequía las precipitaciones siempre son necesarias, ya que entre otras cuestiones limpia el ambiente y la atmósfera, pero tal y como está de seco el suelo, incapaz de absorber rápidamente el agua, y la intensidad con la que va a caer, no será precisamente lo mejor. De hecho es la típica situación que hace perder suelo fértil más que regarlo. Lo que sí es cierto es que si cae directamente en los pantanos va a ser toda una bendición, pero el campo lo va a sufrir.
La Aemet sólo habla de alerta amarilla para ese día (por cierto, que no somos tan especiales, porque afecta a aparte interesante de laPenínsula), pero las lluvias seguirán en mucho menor medida en días siguientes.
