El proyecto de remodelación de la Avenida de Trassierra, es decir prolongar los cuatro carriles y la vía de servicio desde la glorieta de la parroquia de Las Margaritas hasta la calle del Río Néval está terminado y se enviará al Servicio de Contratación del Ayuntamiento en el momento que esté liberado el espacio necesario para su ejecución, según ha señalado esta mañana el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Salvador Fuentes (PP), cuestión que ocurrirá en un mes y medio o dos meses, cuando se hayan derribado las casas que quedan por tirar al suelo.
Fuentes ha añadido que no se puede tramitar la contratación de esa obra hasta no tener una acta previa de ocupación en la que se incluya la disponibilidad económica, que la hay, y la disponibilidad del suelo, que la habrá. Una vez se hayan eliminado los dos últimos obstáculos urbanos, se iniciará la contratación, y en "cuatro o cinco meses estará adjudicada", por lo que se podrá prolongar la Avenida el siguiente tramo.
"Es la aspiración de todo un barrio y de un Distrito ver que las casas sean demolidas y propiciar el encaje de los cuatro carriles que desembocan en el Hipercor", ha señalado Fuentes, para añadir que "es una buen noticia histórica para la ciudad".
Se trata de las casas que hay entre las calles Névalo y Portugal, en el bloque donde estaba el bar Orellana, y entre las calles Portugal y Alfonso VII, donde estaba el bar Pireo, y su derribo correrá a cargo de la cordobesa Demoliciones Córdoba SL. "Hoy podemos decir que, después de muchos años peleando y bregando con este tema, empezamos ya a hacer la Avenida de Trassierra, que era un proyecto histórico", en palabras de Fuentes.
La demolición como tal durará dos meses, y en paralelo se ha estado redactando el proyecto de lo que va a ser ese tramo de la Avenida, desde ese punto hasta la rotonda de la iglesia de Las Margaritas. "Sacaremos la licitación de ese proyecto para que empiecen las obras también este año, con lo cual este tramo de carril estará en obra en 2022 y acabado a mediados del año que viene".
Previo al derribo las compañías de los diferentes servicio deberán retirar el cableado y colocarán postes provisionales, se limpiarán los enseres del edificio, se demolerán finalmente y posteriormente se colocará un nuevo acceso de acerado a base de solera de hormigón armado de 10 centímetros de espesor sobre una capa de zahorra, al igual que en su día se hizo con el acerado frente a la parroquia.
En total, van a caer 5.268 metros cuadrados de edificios y se ejecutarán 875 metros de acerado provisional para que la movilidad continúe. El presupuestos de adjudicación, con IVA, llega a los 135.030 euros.
Por su parte José Luis Chofles, jefe de la Oficina Técnica de Demolición de la GMU, ha explicado que el proceso es sencillo, ya que son edificios con una estructura de ladrillo y forjados de viguetas, de modo que muy probablemente se tardará menos de los dos meses que hay de plazo.
En estos primeros días "no habrá maquinaria, porque primero se va a retirar el fibrocemento del edificio que sólo puede hacer personal autorizado y bien formado y equipado", ha indicado Chofles, para añadir que antes de 30 días estará allí la maquinaria presada trabajando.
No habrá tampoco ningún corte de tráfico en la Carretera de Trassierra, aunque sí en la calle Portugal. En la anterior, no obstante, "tendremos que jugar con cortes parciales de un carril, traslado a otro carril y desvíos según lo que indique Tráfico, pero en general será de escasa incidencia".
Como portavoz del Consejo de Distrito Noroeste ha estado su vicepresidente, Enrique Menjón, quien ha saludado que por fin vaya a haber movimiento "después de 15 años de espera" y ha pedido que el siguiente paso, es decir la ejecución de los cuatro carriles, no se demore en exceso, para "evitar cuanto antes el tapón de botella que se forma a diario con el tráfico que pasa todos los días por aquí.
