"Tengo mucho dolor en mi corazón por país", decía Mohamed Nouri en la concentración ante la Subdelegación del Gobierno en Córdoba para protestar contra el acuerdo que la UE y Turquía pretenden firmar sobre los refugiados Sirios. “Cuando pierde uno su tierra es como si hubiera perdido su vida; la tierra vale por todo el dinero del mundo. Yo estoy dispuesto a pagar todo lo que tengo para que Siria vuelva a estar como antes de la guerra“, añadía este sirio afincado en Córdoba y procedente de la ciudad siria de Homs que, acompañado de sus sobrinos, Azzan y Samar, fue el encargado de dar lectura al manifiesto firmado por las entidades convocantes (sindicatos, partidos políticos, organizaciones humanitarias, en defensa de los derechos humanos, jurídicas, etc.).
La plaza de la Constitución de Córdoba se llenaba con varios centenares de personas que piden al Gobierno que vote en contra de un acuerdo que consideran que vulnera la Carta de los Derechos Humanos, la Carta de Derechos Fundamentales de la UE y la Convención de Ginebra para los refugiados.
Nouri, como los firmantes del manifiesto, denunció que se está tratando a los refugiados como “un producto de compra-venta”. Según explicó, cualquier sirio que entra en Jordania se tiene que identificar como refugiado porque el Gobierno jordano recibe 500 dólares al mes de la ONU por cada persona refugiada.
Su sobrino Azzan recordaba que sólo quieren vivir en paz, como cualquier otra persona y que la inmensa mayoría no son terroristas.
Para las organizaciones convocantes, el acuerdo trata a los refugiados como moneda de cambio con el Gobierno de Turquía y con él, el proyecto de construcción europea muestra de nuevo su deterioro trasladando la crisis de los refugiados fuera de las fronteras de la UE y abandonando los valores y los principios que configuran Europa como un espacio común de libertad, seguridad y justicia.
Además, consideran que el acuerdo evidencia la absoluta insensibilidad de la UE y los estados miembros ante la crisis humanitaria de estas personas, además de incumplir la legalidad internacional al eludir su responsabilidad de dar respuesta a los miles de refugiados que se agolpan en su territorio y en sus fronteras.
Asimismo, piden recursos y tiempo para restablecer la paz en Oriente Medio y la puesta en marcha de vías legales y seguras para que las personas refugiadas no tengan que arriesgar sus vidas para obtener protección.
Por ello, insisten, reclaman que no se ratifique el pacto avanzado hasta el momento y se abran vías de acceso seguras para las personas que tienen derecho a que se les reconozca la condición de refugiado dentro de la UE.
